Escrito por 12:00 am Agendas locales, Especial

Creando una prosperidad compartida

por Alberto Di Liscia (@adiliscia)

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Los tiempos han cambiado claramente desde el establecimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en el año 2000. La geografía del crecimiento, así como la de la pobreza cambió significativamente en estos años. En la actualidad las personas se enfrentan a una mayor desigualdad y el mundo se ha vuelto más interdependiente. Estos acontecimientos han alterado la forma en que nos imaginamos cómo debe ser el progreso del desarrollo económico y social.


Este nuevo contexto ya se refleja en el debate en torno al diseño de la Agenda de Desarrollo Post-2015 y sus correspondientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En particular, los ODS tendrán un alcance más amplio que el de los ODM, en términos de definición temática, relevancia universal y actores comprometidos:

• De un enfoque limitado sobre las formas de reducción de la pobreza extrema a un enfoque en mantenerse fuera de la pobreza, concentrándose en la creación de prosperidad compartida y la protección del medio ambiente

• De las prioridades desde el Norte hacia el Sur hacia su aplicabilidad universal, reconociendo que muchos de los desafíos del desarrollo sostenible son relevantes para países de bajos, medios y altos ingresos por igual

• De políticas de desarrollo acordadas e implementadas entre los gobiernos y asociados para el desarrollo, al llamado de gobiernos, organizaciones locales y  regionales, el sector privado, la sociedad civil, el mundo académico, y otros actores interesados para participar y dar forma al “Mundo que queremos para todos”

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) se encuentra presente en México con una Oficina Regional desde hace ya muchos años y brinda asistencia técnica mediante proyectos de cooperación, promoviendo las mejores prácticas de producción, fomentando la sustentabilidad ambiental y la generación de empleos dignos, dado que consideramos que éstas son las mejores formas de combatir la pobreza y la exclusión social. 

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Durante siglos, el desarrollo industrial ha demostrado ser una estrategia efectiva de reducción de la pobreza. Habida cuenta de ello, resulta sumamente relevante para la discusión sobre el futuro marco de desarrollo reconocer el papel fundamental de la industria en la consecución de los resultados globales de desarrollo sostenible, es decir, resultados duraderos para el bienestar económico, social y ambiental.

La Agenda de Desarrollo Post-2015

Esta agenda es el mayor proceso de política intergubernamental de Naciones Unidas de cara a la definición de objetivos globales de desarrollo que sustituirán a los ya mencionados Objetivos de Desarrollo del Milenio. Este proceso está formado por distintas iniciativas, entre ellas el Panel de Alto Nivel; el Grupo Abierto sobre los ODS; el Informe del Secretario General de Naciones Unidas “Una Vida Digna para Todos”; o la Consulta Global “Un millón de voces: El mundo que queremos”, presentado en septiembre del año 2013 y que recoge las opiniones de cerca de un millón de personas de 88 países y de donde se desprende el interés que tiene la gente de ocupar un papel protagonista en la definición de los cambios que deben hacerse en el mundo.

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Estas consultas han demostrado que los participantes no sólo muestran interés con los contenidos de la Agenda sino por su posterior implementación. Los participantes han identificado elementos que son relevantes para la implementación de la Agenda relacionada con la apropiación, la localización, las capacidades, las alianzas, el monitoreo y los sistemas de rendición de cuentas.

Uno de los principales avances de la Agenda de Cooperación Internacional lo constituye el consenso que existe sobre la importancia de lograr el involucramiento del sector privado en una alianza global para la eficacia del desarrollo y la reducción de la pobreza. La función primordial del sector privado en la creación de riqueza, la generación de ingresos y empleos ha sido reforzada en la reciente Reunión de Alto Nivel de la Alianza Mundial de Cooperación Eficaz al Desarrollo organizada por México y celebrada los días 15 y 16 de abril del año 2014 en la Ciudad de México.

Este hecho se hizo evidente también en la más reciente consulta regional: “Diálogo inclusivo: La Agenda de Desarrollo Post-2015 y el Sector Privado” celebrado en Cartagena de Indias, Colombia y organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID); el Pacto Mundial; la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI);  la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID); y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Desarrollo Industrial Sostenible e Inclusivo

Retomando el tema del desarrollo industrial y sus servicios derivados, el cual en la actualidad genera a nivel mundial cerca de 500 millones de puestos de trabajo o el equivalente al 20% de la fuerza laboral ocupada, hay que señalar que los esfuerzos para hacer frente a los desafíos sociales y ambientales sólo han tenido éxito cuando son absolutamente compatibles con el crecimiento económico.

Es por esta razón que la ONUDI, en sus esfuerzos para promover el desarrollo industrial y focalizar su trabajo, pone en marcha una nueva visión, un concepto que nos ayudará a crear una nueva ruta para erradicar la pobreza, la desigualdad social y la degradación del medio ambiente. Esta nueva visión tiene por nombre Desarrollo Industrial Sostenible e Inclusivo (ISID, por sus siglas en inglés).

Si bien los países pueden decidir priorizar los temas específicos que consideren indispensables para su desarrollo, será de suma importancia la adopción y aplicación de objetivos que tengan un enfoque global con el desarrollo sostenible, la integración de las dimensiones económicas, sociales y ambientales, teniendo en cuenta la interrelación y el impacto colectivo de las tres dimensiones. También ha sido reconocido que los objetivos deberán aplicarse universalmente, y por lo tanto tienen que abordarse de manera ecuánime a las necesidades de todos los países y regiones. Por esta razón, es indispensable aprovechar el potencial que tiene la industria para generar un desarrollo sostenible y una prosperidad y posibilidades de progreso en toda la sociedad.

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Una de las estrategias para alcanzar un mayor Desarrollo Industrial Sostenible e Inclusivo   es por medio de la producción y el uso de la energía eficiente y racional. Por ello es que la Unidad de Energía y Clima de la ONUDI lleva a cabo proyectos que también son financiados por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés). El incremento en la productividad y competitividad en las empresas manufactureras, la mejora de la eficiencia energética industrial y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a través de la implementación de proyectos de creación de capacidades en las empresas es una tarea prioritaria para la ONUDI.

México ha demostrado una vez más su compromiso con el medio ambiente y este hecho se ratificó en la excelente organización y liderazgo ejercidos por el país en la Quinta Asamblea del GEF celebrada en la ciudad de Cancún del 28 al 29 de mayo del 2014.  Asimismo, ha cumplido con todos los compromisos contraídos en el Protocolo de Montreal para la reducción y eliminación de sustancias que agotan la capa de ozono. La eliminación total por parte de México de la utilización de clorofluorocarbonos (CFC) ha contribuido con la reducción del 60% de las emisiones derivadas en Latinoamérica y 12% a nivel mundial.

En una muy ajustada síntesis, el crecimiento económico es impulsado por el espíritu empresarial, la diversificación de la economía nacional, un intercambio comercial activo y creciente y las mejoras producidas por la continua innovación tecnológica. No ha habido ningún país del mundo que haya alcanzado un alto grado de desarrollo sin haber tenido una base muy fuerte de desarrollo industrial.

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Claramente, las estrategias futuras para la reducción de la pobreza deben ser económicamente sostenibles. Esta es la única forma de generar el ingreso que permitirá a las personas y los gobiernos identificar sus propias prioridades de desarrollo y ayudarlos a seguir su camino hacia la autosuficiencia. Este debe ser el objetivo principal de nuestro esfuerzo para lograr un desarrollo sostenible en todas sus dimensiones. De hecho, los esfuerzos para afrontar los desafíos ambientales, sociales actuales y futuros de manera sostenible y a largo plazo sólo serán exitosos si son respaldados por un crecimiento económico continuo.

Como respuesta a estos desafíos, la ONUDI promueve el concepto de Desarrollo Industrial Sostenible e Inclusivo para aprovechar todo el potencial de la industria para el logro de un desarrollo sostenible y una prosperidad duradera para todos. 

Alberto Di Liscia
Representante de ONUDI en México y Director de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Es Ingeniero en Producción Agropecuaria por la Universidad Católica Argentina en Buenos Aires. @adiliscia
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