Escrito por 12:00 am Especial, Salud

De la negación a la debilidad

por Leticia María Hernández Arizpe

Aproximadamente 6.5 millones de mexicanos padecen diabetes, y podría aumentar a 11 millones para el año 2025; estos datos llevan a reflexionar sobre los efectos metabólicos que presenta la obesidad en nuestra población y el incremento de enfermedades que, no tratadas adecuadamente, son discapacitantes.


El ambiente obesogénico es aquel ambiente que promueve que las personas que viven en él, adopten hábitos de conducta que con gran probabilidad van a traer como consecuencia a medio y largo plazo que desarrollen sobrepeso u obesidad; y se caracteriza por un acceso fácil a alimentos de gran palatabilidad y densidad energética y la restricción o desincentivación para realizar actividad física(I).

En los últimos 30 años, México ha llegado a ser uno de los países del mundo más afectados por la epidemia mundial de obesidad, siendo el segundo país más obeso de la OCDE. De acuerdo con los datos oficiales más recientes, entre 2000 y 2006, las tasas de sobrepeso pasaron del 62.3% al 69.5% entre la población adulta, y la obesidad, del 24.2% al 30.4%. Además, uno de cada tres niños es obeso o tiene sobrepeso, lo que indica que México está entre los primeros países del mundo con mayores índices de obesidad infantil(II).

Comparando las encuestas nacionales de salud de 1993 a 2006 se ha observado el incremento en población mayor a 20 años, hasta afectar a cerca del 70%, siendo esto un factor de riesgo muy importante para que se desarrollen enfermedades crónicas, las que incluyen diabetes, padecimientos cardiovasculares y cáncer.

Muchos mexicanos no reconocen que tienen el problema, y médicos y pacientes evitan usar la insulina hasta que la enfermedad condiciona complicaciones importantes que pueden causar la muerte, esto, aunado a la negación de utilizar la insulina, disminuye las expectativas de vida de los pacientes. El 14% de los mexicanos mayores de 20 años padecen diabetes mellitus, de acuerdo con la encuesta de INSALUD en 2005.

Armando Arredondo López, investigador titular del Centro de Investigación en Sistemas de Salud del INSP, reveló que por cada 100 pesos, 52 pesos son gastados de su bolsillo por un paciente con diabetes; 30 gasta por un derechohabiente del IMSS; 11 de la SSA, incluyendo el Seguro Popular; y 7 por el ISSSTE.

Del recurso público, de cada 100 pesos 60 son destinados al manejo, la atención y las complicaciones de los pacientes con diabetes, y los 40 pesos restantes en atención ambulatoria.

La OPS y la OMS precisan que del total de amputaciones de las extremidades inferiores, entre el 40% y el 85% están relacionadas con la diabetes; según reportes del IMSS, 70% de las amputaciones no traumáticas de pie se deben a complicaciones infecciosas por diabetes mellitus. Se calcula que sólo 1 de cada 10 personas con miembros amputados se rehabilita y únicamente 30% de estos sabe usar adecuadamente sus prótesis, las cuales son muy costosas, en México pueden costar hasta 110 mil pesos, pero para aquellos que fueron amputados por complicaciones de diabetes mellitus, aumenta el riesgo para desarrollar neuropatías, presentar alteraciones del equilibrio, descompensaciones, debilidad muscular y el riesgo de úlceras e infecciones en la piel por el compromiso sistémico metabólico. Todas estas complicaciones puedes ser prevenibles si las personas diagnosticadas con diabetes modifican su estilo de vida.

Notas:

I. Ministerio de sanidad y consumo / Agencia de seguridad alimentaria y nutrición, 2008

II. Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, 2012

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