Escrito por 3:53 pm 2018, Agendas locales, MS en Excélsior

El salario del virtual presidente

La reducción del salario que percibirá el virtual presidente electo es un primer paso relevante en la reducción de las brechas salariales del país. Ahora urge elevar el ingreso laboral, el cual ha sido, como promedio de este sexenio, de $1,559.4 al mes, valor inferior al de la línea del bienestar, la cual se situó en junio de 2018 en $2,432.25 al mes. Es decir, en México, quien trabaja obtiene en promedio solo 65% del monto de ingreso requerido para no ser pobre


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El virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que su sueldo será 40% menor al del actual presidente Enrique Peña Nieto. El monto que recibirá, a partir del mes de diciembre de este 2018 sería, por lo que ha declarado, de 108,000.00 pesos netos, los cuales se “congelarían” a lo largo de todo su mandato.

Ese nivel salarial es aún muy superior al ingreso laboral per cápita que calcula el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), lo que revela la urgencia de, además de la reducción de los altos salarios, la elevación de los ingresos de las personas en mayores condiciones de carencia.

Lo que ganamos los mortales

En México el trabajo digno es una realidad para muy pocas personas. Por ejemplo, visto a través del nivel de ingresos salariales de las personas, lo que el Coneval estima es que, en el primer trimestre de 2018, el ingreso corriente promedio en el país era de 2 mil 346.76 pesos, para las áreas urbanas era de 2 mil 683.56 pesos al mes y en las áreas rurales el indicador fue de mil 340.40.

Esa primera dimensión ilustra la magnitud de las brechas que existen entre las áreas urbanas y las rurales, pues con los datos disponibles los ingresos de quienes viven en localidades de más de 2 mil 500 habitantes es del doble respecto de quienes viven en localidades con poblaciones menores a la cifra indicada.

Por otro lado, es importante señalar que, al deflactar ese nivel de ingresos respecto del valor de la canasta alimentaria, el ingreso promedio real de quienes trabajan en el país es de mil 571.71 pesos al mes. Para las zonas rurales el ingreso laboral promedio mensual es de 897.87; mientras que para las zonas urbanas es de mil 799.22 al mes.

Un severo estancamiento

Los ingresos laborales de las personas presentan un proceso de deterioro en el tiempo. Comparado sólo con los últimos años, el ingreso laboral promedio del primer trimestre de 2018 es prácticamente 5% inferior al que había en el cuarto trimestre de 2012, en el cual inició la presente administración, y casi 8% inferior al que se percibía en el primer trimestre de 2010.

En efecto, los datos del Inegi muestran que, al inicio de 2010, una persona que tenía trabajo ganaba en términos reales, en promedio, mil 703.4 pesos al mes. Esa cifra descendió a mil 698.6 pesos al mes en el primer trimestre de 2011, a mil 669.1 en el primer trimestre de 2012, a mil 613 en el primero de 2013, a mil 525.2 en el mismo periodo de 2014, a mil 515.1 en 2015, a mil 515.6 en el primer trimestre del 2016 y a mil 596.7 en el primer trimestre de 2017.

Pobreza salarial.png

Si se obtiene un promedio del periodo que va del primer trimestre de 2012 al primero de 2018, la cifra es de mil 559.4 mensuales de ingreso laboral per cápita. De este modo, asumiendo que es correcto el dato de un salario de 270 mil pesos al mes del Presidente de la República, la diferencia respecto del promedio nacional es de 173.4 veces más.

La reducción anunciada por el virtual presidente electo es un relevante primer paso en la reducción de las brechas que hay en nuestro país, pues la diferencia respecto del promedio sería de 69.25 veces más.

El valor de la vida 

El Coneval estima igualmente, de manera trimestral, el valor de las llamadas “líneas del bienestar” (la del “bienestar mínimo”, que es equivalente a la canasta alimentaria” y la “línea del bienestar”, que es la canasta alimentaria más la no alimentaria”).

De este modo, la línea del bienestar mínimo para el sector rural se estimó en junio de 2018 en mil 043.58 al mes, mientras que la línea del bienestar fue equivalente a mil 476.96. Como puede verse, ambos valores superan al monto promedio del ingreso laboral per cápita para esas zonas.

Asimismo, el valor de la línea del bienestar mínimo se estimó, para el ámbito urbano, en mil 908.14 pesos al mes y la línea del bienestar en 2 mil 958.36 pesos. En este caso, los ingresos laborales, en franca violación de lo que establece el texto constitucional, no alcanzan a cubrir lo necesario para subsistir.

En esa lógica, es importante señalar que la llamada “canasta no alimentaria” incluye, entre los más relevantes, los siguientes rubros y montos de gasto mensual:

a) Transporte público: 244.93 pesos en los ámbitos urbanos y 150.45 en los rurales. b) Limpieza y cuidado de la casa: 81.25 pesos mensuales en las zonas urbanas y 74.16 en las rurales.

c) Cuidados personales: 144.29 pesos en las zonas urbanas y 92.06 en las rurales. d) Educación, cultura y recreación: 292.05 pesos en las zonas urbanas y 111.5 en las rurales.

e) Comunicaciones y servicios para vehículos: 54.82 en las zonas urbanas y 14.60 en las rurales.

f) Vivienda y servicios de conservación: 206.18 pesos en zonas urbanas y 118.55 en las rurales.

g) Vestido, calzado y accesorios: 183.14 pesos en las zonas urbanas y 119.57 en las rurales.

h) Cuidados de la salud: 196.97 pesos en zonas urbanas y 135.33 en las rurales.

Literalmente lo mismo.png

 *Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 17-julio-2018, p.14.

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