Escrito por 12:00 am Bernardo Kliksberg, Mundo

El Sur trabajando para el Sur: el Fondo India, Brasil, Sudáfrica

por Jorge Chediek / Bernardo Kliksberg

La cooperación Sur-Sur, que complementa la cooperación Norte-Sur, está avanzando día a día, implementando proyectos y soluciones concretas.  Un modelo de cuán concretos y efectivos pueden ser sus aportes es el Fondo IBSA, creado por la India, Brasil y Sudáfrica, con la cooperación de la Oficina Sur-Sur de la ONU, y que comenzó a operar en 2006


En informe conjunto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Food and Drug Administration (FDA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reportan que el número de personas con hambre ascendió este año, llegando a 815 millones: la mayor cifra de hambrientos de los últimos 15 años.

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Al respecto, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, afirma: «el Fondo IBSA muestra cómo los países en desarrollo pueden trabajar juntos para erradicar la pobreza y construir un mundo para todos más pacífico y sostenible.  En tanto los países intensifican sus esfuerzos para la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, la cooperación Sur-Sur es un fuerte activo para intercambiar conocimientos, transferir tecnologías y compartir el desarrollo de soluciones».

Terminar con el hambre y la malnutrición entre 2015 y 2030 es el segundo de los 17 objetivos de desarrollo sostenible aprobados por la Asamblea General de la ONU.  El primero es acabar con la pobreza

El Fondo IBSA, que dirigen —a través de sus embajadores en la ONU— tres países líderes del mundo en desarrollo, India, Brasil y Sudáfrica, y cuya gestión está a cargo de la Oficina Sur-Sur de la ONU, ha generado 27 proyectos, aportando 33 millones de dólares en contribuciones, y beneficiado directamente a 15 países, entre ellos algunos de los más pobres del mundo. 

Entre los países receptores de su asistencia se encuentran:  Haití, Burundi, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Sudan, Timor-Leste, Comoros y Fiji.  Los países de menor desarrollo del mundo fueron destinatarios de casi dos tercios de los recursos invertidos, y el tercio restante fue a otros países en desarrollo.  África encabeza las regiones receptoras de sus aportes, con 32%; le siguen América Latina y el Caribe, con 24%; los países árabes, con 21.1%; y Asia, con 22.1%. 

Todos los recursos fueron asignados a objetivos de desarrollo sostenible, en proyectos que con frecuencia enlazaban varios de ellos. En todos los casos los proyectos estuvieron orientados junto a sus metas específicas a desarrollar las capacidades locales y los impactos han sido muy concretos; entre otros:

  • La realización de 39,000 consultas anuales sobre salud reproductiva en Burundi
  • El acceso de 180,000 habitantes de Guyana a mejores técnicas de manejo de residuos sólidos
  • El acceso a agua seguyra para 12,000 residentes de Cabo Verede
  • El acceso a la utilización de energía solar para 25 aldeas de Guinea-Bissau
  • La creación de 4,500 puestos de trabajo intensivo en Sudán
  • La mejora de la diversidad y la calidad de los cultivos de 1,400 agricultores en Comoros
  • La mejora de la empleabilidad de 1,000 jóvenes en Cambodia
  • La mejora de la resiliencia y la seguridad alimentaria en 163 agricultores de subsistencia en Timor-Leste

Veamos algunos casos que ejemplifican cómo trabaja el Fondo IBSA:

HAITÍ

Es uno de los países más pobres del mundo. Tiene 11.2 millones de habitantes, y una renta per cápita de 1,200 dólares. En el año 2010 sufrió un terremoto de 7 grados que lo devastó, con un saldo de 300,000 muertos y 1.5 millones de desplazados. Actualmente, Haití tiene una gran población joven desocupada y marginal.

IBSA capacitó a 400 jóvenes vulnerables en ocupaciones que pudieran darles acceso al mercado de trabajo, otorgándoles certificaciones laborales y conectándolos con él; entre ellas: emprendedurismo, carpintería, construcción, medio ambiente y deportes.

El Servicio Nacional de Entrenamiento Industrial de Brasil apoyó técnicamente el proyecto y dio a conocer la experiencia brasileña a técnicos haitianos.  En otro proyecto, en una comunidad con alta criminalidad, se capacitó a 400 jóvenes en el manejo de la basura; con ello, mejoraron la salud pública, el medio ambiente y disminuyó la delincuencia.

CABO VERDE

Con 536,000 habitantes, y un per cápita de 4,000 dólares, sufre de una escasez sistemática de agua potable segura.  El Proyecto IBSA construyó una planta de desalinización y benefició con esta provisión de agua segura a 13,500 personas, mejorando fuertemente la salud pública sin comprometer las aguas existentes, al agregar nuevas fuentes por la desalinización del agua de mar. 

GUYANA

Este país tiene 746,000 habitantes y un per cápita de 7,500 dólares y presenta serios problemas en el manejo de la basura. IBSA benefició a 180,000 residentes, entregando a tres municipalidades y 15 consejos camiones compactadores y excavadoras, además de distribuir 2,000 cubos de basura en escuelas y realizar una campaña educativa masiva.  También entrenó a toda la comunidad sobre cómo usar el nuevo sistema, lo cual impactó directamente en la salud pública. 

SIERRA LEONA

IBSA ayudó a Sierra Leona (uno de los países más pobres de África, con 7.3 millones de habitantes, y un per cápita de 800 dólares) en un tema estratégico: el desarrollo de la capacidad de su alto gobierno. El proyecto trabajó con la presidencia, los ministros y el Ministerio de Relaciones Exteriores para modernizar estructuras y políticas como la social.  Entre otros aspectos, el presidente y su gabinete viajaron a Ghana e India para observar las experiencias locales.

Los proyectos completados hasta la fecha fueron evaluados muy positivamente, y sus metas se cumplieron en gran medida. Dentro de la gran meta de pobreza, los campos fueron variados, pero hubo un eje común: el ambiente de respeto por los países receptores, que caracteriza todo el trabajo de IBSA.

Tras esta intensa y fecunda labor, hay un principio rector que destacó con precisión Adonia Ayebare, embajador de Uganda ante la ONU y presidente de la última reunión de alto panel de cooperacion Sur-Sur: «la cooperación Sur-Sur es acerca de la solidaridad humana para confrontar desafíos que son muy grandes para un solo país del sur […] cuando India, Brasil y Sudáfrica sumaron esfuerzos para establecer el Fondo IBSA, abrazaron la causa de la solidaridad humana».  Fondos como IBSA son una buena noticia para la humanidad.

Jorge Chediek es director de la Oficina de la ONU de Cooperación Sur-Sur

Bernardo Kliksberg es asesor estratégico de la dirección de la Oficina de la ONU de Cooperación Sur-Sur es director de la Oficina de la ONU de Cooperación Sur-Sur

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