El 5 de mayo de 2023 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia sanitaria por Covid-19 escribiendo un nuevo capítulo ante una situación que duró más de 1191 días, desde el 30 de enero de 2020 se declaró que el brote del nuevo virus, hallado a finales de 2019 en Wuhan China, constituía una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), de acuerdo con la clasificación del propio organismo internacional.
Escrito por: Andrea Samaniego Sánchez
1191 días que cambiaron al mundo. 3 años, 3 meses y 4 días que modificaron nuestras relaciones laborales, sociales, educativas, políticas, de traslado sólo por mencionar algunas. Momentos de angustia ante lo incierto, muestras de apoyo al personal de apoyo, al igual que el rechazo y las amenazas por el miedo que causaba el nuevo virus, y que conforme pasaban los días cobraba más víctimas.
La emergencia no golpeó igual, aunque nos golpeó a todos: los más vulnerables, las personas más pobres fueron las más susceptibles de enfermar y morir, pues no podían quedarse en casa y tenían que salir a buscar trabajo y sustento. Las mujeres fueron víctimas de la violencia, del incremento en las jornadas de trabajo y domésticas que se fusionaron en una. Los niños, víctimas de un modelo educativo no preparado para la situación que se vivía y que ahora muestran las consecuencias de este aprendizaje. Todos éramos víctimas, todos indefensos ante lo nuevo, lo insospechado.
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1191 días en donde los Estados implementaron medidas que se asemejaban más a la novela de Orwell “1984” que a las democracias liberales: políticas de geolocalización de los enfermos, confinamiento estricto en casa cual estado de sitio, imposibilidad de salir del territorio, fronteras cerradas, negocios cerrados, sospecha de todos y todo por considerarlos posibles portadores de un enemigo invisible que se expandía por el globo.
Por ello, las declaraciones de Tedros Adhanom Ghebreyesus director general de la OMS resuenan en nuestros oídos “Con gran esperanza, declaro que el Covid-19 ha terminado como una emergencia sanitaria mundial” y después de la alegría, la advertencia “no significa que Covid-19 deje de ser una amenaza a nivel global, la semana pasada Covid-19 cobró vidas cada tres minutos” dijo en la conferencia de prensa.
Esto último ayuda a posicionar un nivel importante de reflexión, la enfermedad ya no es lo que en 2020 y 2021, antes de que se iniciaran los procesos de vacunación masiva, pero eso no implica que la amenaza deje de existir. Debemos celebrar por lo que concluyó, pero debemos también guardar luto, por todos y todas que no lo lograron, casi 7 millones de muertes en cifras oficiales, aunque los cálculos se elevan hasta 15 o 20 millones: millones de personas que no vieron y no escucharon estas declaraciones, no tuvieron oportunidad ante el virus.
Es momento de vivir y de reflexionar sobre lo mucho que la pandemia nos ha cambiado, nos ha transformado, y debemos también reflexionar sobre lo aprendido y ser resilientes, debemos pensar sobre los 1191 días que duró este periodo, para que el día de mañana, ante un nuevo virus sepamos como actuar.
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