De acuerdo con las estimaciones del Banco de México, el crecimiento económico del país al concluir 2017 será de 2% a 2.5%. Este pronóstico es superior al que la institución dio antes del mes de septiembre, pues argumenta que la actividad económica en el mundo se ha recuperado a lo largo de este año y que, al interior del país, la confianza de los consumidores y de los empresarios se ha elevado. Asimismo, para 2018, las predicciones del Banco de México aumentaron a un rango de crecimiento de 2% a 3%.
Para esta institución, durante el segundo trimestre de 2017 la actividad productiva mantuvo una tendencia de crecimiento, aunque inferior al observado el primer trimestre de 2017. Algunos factores que representan riesgos al crecimiento económico durante este año son, de acuerdo con el Banco Central:
– Que la incertidumbre relacionada con la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ocasione una menor inversión de las empresas en México, o que la negociación resulte en la cancelación del Tratado.
– Que los mercados financieros internacionales tengan una alta volatilidad.
– Que la inseguridad pública en México afecte aún más la actividad productiva y que el proceso electoral genere incertidumbre en el mercado nacional.
Una de las variables que durante 2017 afectó a la economía nacional es la inflación. A partir del mes de enero, el incremento de precios de los energéticos provocó un alza generalizada de los precios, la cual llegó a su punto máximo durante el mes de agosto, cuando la inflación anual fue de 6.66%. Este porcentaje no sólo es el más alto de 2017, sino desde el año 2001. Para el mes de septiembre, la tendencia ascendente de la inflación por fin cedió y bajó a 6.35%.
Cabe destacar que, en lo que va de 2017, la actividad industrial ha mostrado más reducciones que incrementos, de acuerdo con las cifras del INEGI. En materia de empleo, frente a los 560 mil empleos creados al año, la Población Económicamente Activa continúa creciendo y se requiere 1.2 millones de puestos de trabajo más. Asimismo, la tasa de informalidad laboral en México es de 56.5 por ciento; es decir, de más de la mitad de la población ocupada.
Ante el recuento de estas variables macroeconómicas es fundamental preguntarnos cómo crecer más y generar empleos dignos y suficientes. Ésta es la gran cuestión de la economía mexicana, la cual arrastra 30 años de crecimiento mediocre y que en el corto plazo enfrenta el reto de una ralentización de las exportaciones, además de la reducción en el consumo interno, según las estimaciones del INEGI.
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