Luego de que se creía que en materia de espectáculos macabros habíamos visto casi todo: fosas clandestinas, historias de cuerpos disueltos en ácido, ejecuciones colectivas, y un largo etcétera, esta semana conocimos la historia de los tráileres de la muerte: literalmente dos vehículos repletos de cadáveres, que se cuentan por cientos, que no han sido identificados, y que para los cuales no hay espacio en las morgues de Jalisco.
¿Cuántos tráileres más hay así en un país en el cual, de acuerdo con las cifras del INEGI, estamos a punto de llegar al medio millón de homicidios, perpetrados entre los años 1990 y 2018?
Esa cifra es terrorífica y para dimensionarla hace falta adjetivar y adjetivar, con el afán de mover la conciencia y no perder la capacidad, ya no de asombrarnos, sino de indignarnos y estremecernos ante el horror de la muerte que se esparce y siembra a lo largo y ancho de los 2 millones de kilómetros cuadrados de territorio nacional.
El dato sobre la extensión territorial del país es relevante, porque, si se considera que un cuerpo humano tiene aproximadamente cinco litros de sangre, la cantidad de personas víctimas de homicidio doloso en el país permitiría, literalmente hablando, pintar de rojo al territorio nacional. En efecto, 500 mil personas portan en conjunto 2.5 millones de litros de sangre, suficientes para teñir de grana cada centímetro del suelo patrio.
En esta sangría, los polos de la violencia se han desplazado de un lugar a otro. En fechas recientes, de manera sorprendente para muchos, el epicentro de la mortandad nacional se encuentra en Guanajuato, que es, geográficamente hablando, el corazón del país.
Nuevo récord nacional
El Gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez dejará el cargo en unos días. Al inicio de su mandato “encomendó” a la entidad a la virgen María; y prometió que su administración sería “el sexenio de la educación y del empleo”. Sobre esos puntos cumplió a medias; y a pesar de los avances relativos en algunas materias, será recordado como el gobernador de la violencia y la inseguridad.
Y es que la mortandad que se está dando en Guanajuato es un tema de relevancia nacional; pues en efecto, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a lo largo del 2018 esta entidad, otrora pacífica y tranquila, se ha convertido en un auténtico campo de batalla entre grupos delincuenciales que disputan el negocio del robo y comercialización de combustible, pero también la distribución y venta de drogas y armas.
En ese contexto, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública muestran que, entre los meses de enero y agosto de 2018, se han cometido 33,045 homicidios, entre dolosos y culposos; asimismo, Guanajuato se encuentra en primer lugar, con 3,360 casos, es decir, en esa sola entidad se concentra el 10.16% de los casos de homicidios totales que hay en el país.
En segundo lugar se encuentra el estado de Baja California, en donde se han registrado 2,275 homicidios totales; en tercer sitio se ubica el estado de México, con 2,188 casos; le sigue Guerrero con 2,145; y en quinto sitio está Jalisco, con 2,079.Como se observa, sólo en esos cinco estados se concentra el 36% de los casos totales de homicidios en el país; o lo que es lo mismo, uno de cada tres casos que se registran en el país, ocurre en alguna de estas entidades.
Al respecto, es importante destacar que hay otros estados con un alto número de casos: Chihuahua, con 1,813, Michoacán con 1,683, Veracruz, con 1,537, Puebla, con 1,479; la Ciudad de México con 1,321; Tamaulipas con 1,316 y Sinaloa, con 1,216 casos.
Matar con dolo
En el indicador de los homicidios dolosos o intencionales, el Secretariado Ejecutivo da cuenta de 21,857 casos entre enero y agosto de este año. Este número da un promedio de 91 homicidios dolosos por día en el país, o prácticamente un caso cada 15 minutos.
Guanajuato aparece como el líder nacional indiscutible en este rubro, pues los datos oficiales reportan 2,135 casos en los meses señalados, con la cifra récord para esa entidad en el mes de agosto, con 300 personas asesinadas, es decir, un promedio de prácticamente 10 casos por día, promedio superior a la tendencia de los primeros 8 meses del año, en los cuales el promedio había sido de aproximadamente 9 homicidios dolosos diarios. En segundo lugar aparece Baja California, con 2,037 casos; le sigue el estado de Guerrero, con 1,707; en tercer sitio se encuentra el Estado de México, con 1,674 casos; y Chihuahua en quinto sitio con 1,582 casos.
En este recuento es importante destacar una vez más que solo el estado de Guanajuato concentra el 9.76% de los homicidios dolosos perpetrados en el país, es decir, una de cada 10 personas asesinadas intencionalmente en México, lo es en esa entidad. Si se considera a las cinco entidades con más homicidios dolosos, destaca que en ellas se comete el 41.8% del total nacional.
En orden descendente con un alto número de homicidios dolosos también se encuentran: Jalisco, con 1,468 casos entre enero y agosto del 2018; Michoacán, con 1,015; Veracruz con 974; Ciudad de México con 883; Puebla con 859; Tamaulipas con 788 y Sinaloa, con 747.
Para dimensionar la magnitud del cambio en la geografía de la violencia homicida en México, baste con señalar que en Guanajuato se han cometido 2.7 veces más homicidios dolosos que los contabilizados entre enero y agosto en los estados de Tamaulipas o Sinaloa.
Armados hasta los dientes
México es uno de los países considerados democráticos, con peores sistemas de control de posesión y portación de armas de fuego. Y esta disponibilidad facilita que los delincuentes puedan ejercer una violencia con niveles como los que estamos viviendo en el país.
Así, de los homicidios dolosos cometidos, el Secretariado Ejecutivo reporta 15,402 casos en los que la víctima falleció por disparo de arma de fuego. De éstos, 1,783 ocurrieron en el estado de Guanajuato; cifra que representa el 11.57% del total nacional, lo cual permite dimensionar la magnitud de la descomposición de la seguridad pública en el estado, y el necesario cambio radical en las estrategias, tanto del gobierno estatal como del gobierno federal, pues con lo que se ha hecho hasta ahora, sólo se ha conseguido empoderar a los grupos delincuenciales.
En segundo lugar se encuentra Baja California, con 1,482 casos; le sigue el estado de México, con 1,160 casos; en cuarto lugar se encuentra Guerrero, con 1,155; y en quinto sitio Chihuahua, con 1,123 casos. Tomados en su conjunto, estos cinco estados concentran el 43.5% de los homicidios cometidos con arma de fuego del país.
Muy cerca de llegar a los mil casos se encuentra el estado de Jalisco, con 927; le sigue Michoacán con 803; Ciudad de México con 655; Veracruz con 591; Puebla con 572; Sinaloa con 554 y Tamaulipas con 517 casos.
Nuevamente, para dimensionar lo que ocurre en el centro del país, baste con destacar que en Guanajuato, entre enero y agosto de este 2018, se han cometido 3.44 veces más homicidios con arma de fuego, que los registrados en Tamaulipas.
Cuchillo en mano
El otro indicador que llama la atención en estas estadísticas es el relativo a los homicidios cometidos con arma blanca. A nivel nacional, entre enero y agosto de 2018 se tiene un dato oficial de 2,163 casos. El Estado de México aparece en primer sitio con 180 homicidios de este tipo; en segundo lugar está Guanajuato, con 151 casos; en tercer sitio está Veracruz, con 142 casos; le siguen: Chihuahua con 140, Puebla con 127, Jalisco y Michoacán, con 119 cada uno de ellos, Baja California con 113 casos, Ciudad de México con 111, Guerrero con 94, Tamaulipas con 60 y Sinaloa con 57.