A pesar del COVID19 la matanza continúa y Guanajuato sigue bajo fuego
De acuerdo con las estadísticas de Incidencia Delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el mes de mayo fueron perpetrados 2,913 homicidios dolosos en el país; esto a pesar de que ya se encoentraba en marcha la llamada “Jornada Nacional de Sana Distancia”, la cual generó una muy significativa reducción de las actividades sociales y económicas del país. Así, a pesar del COVID19 la matanza continúa y Guanajuato sigue bajo fuego.
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La cifra registrada en mayo es 13 casos menor a la registrada en el mes de abril, cuando se registarron 2,926 homicidios intencionales, de acuerdo con la misma institución; sin embargo, si se compara al mes de mayo de 2020 frente al mismo mes de 2019, la cifra es prácticamente similar, pues el dato registrado es de 2,905 homicidios intencionales. Al respecto, es relevante subrayar que 2019 ha sido hasta ahora el más violento de la historia reciente de México, por lo que el hecho de que no haya una disminución, sino al contrario, ligeros incrementos en los indicadores de violencia homicida, significa que la delincuencia y sus actividadades siguen fuera de control.
En ese sentido, es importante decir que en 2019, el promedio mensual de homicidios dolosos para el periodo de enero a mayo fue de 2,830 víctimas, es decir, un promedio diario de 94.3 personas asesinadas cada día; en contraste, el promedio mensual durante los primeros cinco meses de este año es de 2,926 víctimas, cifra equivalente a 97.53 casos diarios.
Hasta ahora, el mes de marzo ha sido el más violento de los últimos cinco años, con una cifra de 3,029 víctimas de homicidio intencionla, y un promedio diario de 97.7 víctimas de asesinato en el territorio nacional.
En una sorpredente declaración del 22 de mayo de este 2020, el Secretario de Seguridad Pública Federal, Alfono Durazo, afirmó que la Fiscalía del Estado de Guanajuato no entrega apropiadamente la información relativa a la violencia homicida y las estadísticas delictivas a tiempo y en forma apropiada al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Afirmó que ya han solicitado la información por todas las vías, excepto la jurisdiccional. Esta declaración es mayor, porque se trata de una severa acusación de una autoridad federal a una autoridad local, que revela la tensión y ausencia de cooperación entre ambos niveles de gobierno. Lo otro sorpredente es que, si a decir del Secretario Durazo, Guanajuato nunca ha entregado la información apropiadamente, después de más de un año de gobierno y más de 5 mil cadáveres, no ha interpuesto las denuncias que correspondan ante las instancias que competa. Por el bien de la población guanajuatense, es urgente que la Federación intervenga en ese y otros ámbitos.
En este contexto de crispación, los datos registrados para el estado de Guanajuato son literalmente siniestros: en los primeros cinco meses de este año se tiene un registro de 1,903 víctimas de homicidio doloso en esa entidad, lo que equivale a un promedio mensual de al menos 380 asesinatos, es decir, un promedio diario de 12.66 personas que pierden la vida de manera intencional y violenta. Los datos son de pavor, porque en el mismo periodo de 2019, la cifra total registrada de homicidios intencionales fue de 1,493, es deicr, un promedio diario de 9.95 víctimas de homicidio doloso. En ese comparativo, destaca que el incremento en el número de víctimas entre los dos años es de 27.4%, dato a todas luces inaceptable, considerando que el año pasado, y también en 2018, Guanajuato ha sido la entidad más violenta no sólo de México, sino ya también a nivel internacional varias de sus ciudades tienen la vergüenza de estar entre las más violentas del planeta, destacando los casos d eCelaya, Salamanca, Irapuato y León, nada menos que las “joyas de la corona” de los virreuinatos panistas.
De acuerdo con los datos preliminares del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los incrementos tanto absolutos como porcentuales de homicidios dolosos en los últimos cinco años en Guanajuato son, simplemente demenciales. En efecto, en los primeros cinco meses del 2016, el número de víctimas de asesinato registradas en carpetas de investigación fue de 399; para el año 2017, en el mismo periodo, la cifra creció a 575, es decir, un incremento de 44.11%; en el 2018 la situación era ya un auténtico infierno, con 1,302 homicidios en el periodo señalado, pues significó un crecimiento de 126% respecto del mismo periodo del año previo, pero de 226.31% respecto de 2016. Para el 2019 las cosas empeoraron más, pues la cifra para el periodo fue de 1,493 víctimas de homicidio intencional, es decir 14.66% respecto del año previo; 159.6% más que en 2017; y 274.18% más que en el año 2016. Finalmente, en lo que va del 2020 se tiene el registro de las ya mencionadas 1,903 víctimas de asesinato, es decir, una cifra 376.9% superior a la registrada en el mismo periodo de cinco años atrás.
Debe recordarse que en 2018 fue elegido como gobernador Diego Sinhué Rodríguez Vallejo; y ante estos datos, ¿qué hizo? ¿Removió como era esperable al entonces Procurador y al Secretario de Seguridad Pública, como la más elemental lógica y sentido de la decencia lo determinaban? No, por el contrario, al primero lo impuso -con la complicidad abyecta de la mayoría panista de las y los diputados del Congreso- como Fiscal General del Estado por 9 años más; y al segundo simplemente lo ratificó en su puesto.
De acuerdo con los datos oficiales, la lista de los 10 estados más violentos de México incluye a los siguientes: el Estado de México, donde se tiene un acumulado de 1,225 homicidios dolosos entre enero y mayo de 2020 (aunque debe recordarse que es la entidad más poblada del país); Baja California, con 1,157 víctimas; Chihuahua, con 1,139; Jalisco, 1,094; Michoacán, 1,087; Guerrero, 641; Ciduad de México, 601; Sonora, 596; y Veracruz, 577.
De acuerdo con los datos del propio Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, la entidad con mayor tasa de homicidios en el país es Colima, con un indicador de 34.1 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes; le sigue Baja California, con 28.7; en tercer lugar está Chihuahua, con 25.6; en cuarto sitio, Guanajuato, con 22.6; y en quinto, Michoacán, con 17.7 defunciones pro cada 100 mil. Hay que insistir en que estas tasas son preliminares, pues solo consideran los cinco primeros meses del año. Así, en 2019, con la misma fuente d einformación, que es el SESNSP, las tasas para estos estados fueron de: 85.4 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes en Colima; 72.77 en Baja California; 57.55 en Chihuahua; 44.95 en Guanajuato; y 34.5 en Michoacán.
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