Ha pasado un año del terremoto que sacudió a la capital del país y que dejó 369 personas sin vida y más de 10 mil personas afectadas, además de los 1,106 inmuebles con daños, las 11 instalaciones de infraestructura con algún tipo de avería, y los 1,900 planteles educativos, los 47 inmuebles del sector de salud y los 22 mil 182 inmuebles con características patrimoniales afectados
Los estados que presentaron más afectaciones fueron la Ciudad de México, Puebla, Morelos, el Estado de México, algunas zonas de Guerrero y de Oaxaca; este último estado venía sufriendo los efectos del sismo de 8.2 grados Richter de unos días antes, el 7 de septiembre, cuyo epicentro se localizó en Chiapas.
A la fecha, la reconstrucción de la Ciudad de México continúa y en torno a ésta las críticas se acrecientan. Aún hay edificios sin dictamen, las personas damnificadas deben ejercer presión para poder acceder a los recursos, y hay dudas sobre el ejercicio del gasto.
Al respecto, organizaciones de la sociedad civil, como Nosotrxs, han denunciado que pese a “la creación del portal digital Plataforma CDMX para registrar todas las afectaciones y recursos disponibles, no existe hoy un panorama claro sobre cuánto se ha aprobado, cuánto se ha ejercido, en qué y cuánto queda disponible”.
Esta organización ha señalado además que “no se tiene un censo de inmuebles y personas afectadas finalizado, ni un diagnóstico integral de necesidades públicas, que sean la base para comprender si los recursos están siendo ejercidos de manera coherente y prioritaria con las necesidades apremiantes de los damnificados”.
Sin duda, los próximos gobiernos, Federal y de la Ciudad de México, tendrán que acelerar el proceso de reconstrucción de la ciudad y dar respuesta a las demandas de la población afectada que aún no recibe ayuda. Pero sobre todo, deberán avanzar hacia el fortalecimiento de sus capacidades de protección civil y prevención a fin de incrementar la resiliencia sísmica de esta ciudad.
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