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Accidentes viales: imprudencia mortal

por Jonathan Rubio

Los accidentes de tránsito son percances que en su mayoría son atribuibles a factores humanos y están estrechamente relacionados con actos de irresponsabilidad


accidentes

Estos eventos, que son altamente prevenibles, además de los daños materiales, ocasionan cada año lesiones que pueden tener secuelas físicas permanentes, y cobran miles de vidas.

Además de las consecuencias para quienes resultan directamente afectados (las víctimas y sus familiares), reflejan una problemática en la que contribuyen las malas condiciones de los caminos, así como la falta de cultura vial y de mantenimiento a los vehículos motores.

Asimismo, la construcción de caminos forma parte de los grandes proyectos de desarrollo, por lo que el comportamiento de los accidentes de tránsito refleja, en parte, las deficiencias en cuanto a la planeación y la organización de cómo nos transportamos.

Los eventos de tránsito cobran relevancia cuando se observa su magnitud: la estadística de accidentes de tránsito terrestre del Inegi refiere que durante 2017 se registraron en todo el país 367 mil 789 casos, de los cuales 3 mil 829 resultaron fatales.

Si se compara esta cifra con el número de eventos que se registraron durante 2016, se observa un incremento de 7 mil 738 casos, lo cual equivale a un 2% más.

Esta situación rompió con una disminución que se mantuvo durante los últimos 11 años, ya que comparado con 2007, cuando se registraron más de 476 mil accidentes, en 2016 hubo 116 mil registros menos que en ese año.

Sin embargo, los accidentes de tránsito aún se sitúan dentro de las principales causas de mortalidad. De acuerdo con las cifras más recientes al respecto (causas de mortalidad general del Inegi), en 2016 se registró la muerte de 16 mil 544 personas a consecuencia de algún accidente de tráfico (incluidos los accidentes de tráfico de vehículos de motor, de ferrocarril y de otros vehículos de carretera, como las bicicletas).

Sobre los culpables

Ante un evento de tránsito, las presuntas causas o determinantes, se derivan de las condiciones inseguras de las vialidades o de actos que en su mayoría se pueden prevenir. Los principales causantes de un accidente son:

  • Los conductores del vehículo
  • Fallas del vehículo
  • Malas condiciónes del camino
  • Los peatones o pasajeros

Del total de los eventos de tránsito que se registraron en 2017, resultó que en el 91% de los casos, los conductores de los vehículos fueron la causa de este, es decir, en poco más de 336 mil casos.

Adicionalmente, las fallas en los vehículos causaron de arriba de 3,500 siniestros, que si bien representan el 1% del total, es factible sumarlo a la responsabilidad del conductor derivado de que es una situación altamente prevenible.

Las malas condiciones de los caminos ocasionaron cerca de 11 mil accidentes, es decir, el 3%, mientras que los peatones o pasajeros fueron culpables de casi 3 mil eventos.

En una serie de tiempo, destaca que los conductores, en 2008, fueron los culpables del 82% accidentes, lo que significa que para el cierre del año pasado, su culpabilidad, en términos relativos, incrementó nueve puntos porcentuales.

Asimismo, las malas condiciones de los caminos, en 2008 fueron la causa de 3,785 accidentes que, comparado con el registro de 2017 presentó un incremento de 7,190 casos.

Conductor 91

En un desagregado por entidades federativas, destaca que los registros en los que resultó culpable el conductor ocupan la totalidad de los registros.

Tal es el caso los estados de Puebla, Veracruz y Guanajuato donde más del 99% de los eventos de tránsito fuero atribuidos a los conductores, mientras que, en los estados de Hidalgo, Jalisco y Durango ese porcentaje, en cada uno de ellos fue de 98.4 por ciento.[1]

En Quintana Roo y en la Ciudad de México se registró que las malas condiciones del camino provocaron 12 y 13% de los accidentes respectivamente.

Al respecto de la imprudencia

Los actos de imprudencia podrían agravar las consecuencias de un evento de tránsito. Si bien no se cuenta con información suficiente para cuantificar la totalidad de estas conductas, sí es posible identificar por lo menos dos que son fundamentales en la cultura vial.

Por un lado, se encuentra el uso del cinturón de seguridad. El no utilizarlo constituye un acto de imprudencia.

Si bien se observa que el uso de este elemento de seguridad ha incrementado con el tiempo, para 2017 aún se detectó que en 58 mil 520 eventos de tránsito el conductor no utilizaba cinturón de seguridad, es decir, en el 13% del total de los accidentes.

Sin embargo, es importante resaltar que, desde 2010, la respuesta afirmativa ante el uso del cinturón de seguridad en un accidente de tránsito, disminuyó debido a que la proporción de los eventos en los cuales se ignora su uso es año con año mayor.

Derivado de ello, es evidente que la cifra de 58 mil 520 casos en los cuales se tiene la certeza de que no se usaba cinturón de seguridad cuando ocurrió el accidente, podría ser mucho mayor.

Para los accidentes en cuales se tiene confirmado que no se usaba el cinturón de seguridad, Jalisco ocupa el primer lugar a nivel nacional, ya que de los 24 mil 465 eventos de tránsito que ocurrieron en 2017, se confirmó en que en el 38% de ellos no se usaba esta medida de seguridad.

Le sigue el Estado de México, y Zacatecas donde se confirmó que en 36% de los accidentes viales que ocurrieron en de cada una de estas entidades no se usaba cinturón de seguridad.

Otra conducta imprudente, es el consumo de alcohol. En 2017 se confirmó que, al menos en 16 mil 901 eventos de tránsito el culpable tenía aliento alcohólico. Sin embargo, el número de casos en los que se ignora la condición de sobriedad es relevante, ya que ascienden 28% del total (más de 104 mil casos), por lo que posiblemente, las condiciones de aliento alcohólico al momento de la ocurrencia un accidente vial también podría estar subestimada.

En este ámbito destaca que en el 45% de los accidentes que se registraron en Yucatán, el conductor tenía aliento alcohólico, le sigue Tamaulipas donde esa cifra ascendió a 35% y Chihuahua y Nuevo León con 31% para cada uno de ellos.

Por otro lado, se observa que existe una relación entre el día de la semana y el aliento alcohólico al momento del accidente: la frecuencia de los accidentes incrementa durante los fines de semana. La mayoría de ellos ocurre entre el viernes y el domingo (el 56% del total).

Destaca que de los accidentes que ocurrieron entre los viernes y los domingos, en 65% de los casos, se confirmó que el culpable tenía aliento alcohólico.

Eventos viales por ocurrencia 2017

Sobre los culpables aún hay más qué decir. Las estadísticas de Inegi, revelan que durante 2017, en casi 37 mil 500 accidentes, el culpable se fugó.

Esa cifra equivale al 10% del total de los accidents que se registraron durante ese año. Esta situación, es un factor más que impide conocer las condiciones en las que se encontraba el presunto culpable, tales como el uso del cinturón de seguridad, su edad o su sobriedad al momento del percance vial.

Asimismo, destaca que la mayor parte de los involucrados en alguno de estos incidentes viales tienen entre 22 y 26 años, ya que en este grupo de edad se concentraron 39 mil 632 de ellos, es equivalente al 13%

A este grupo etario, le siguen quienes tienen entre 27 y 31 años con 12%; el grupo de entre 32 y 36 años con 11%, y con una cifra similar, los jóvenes de entre 17 y 21 años. En suma, en los mencionados cuatro grupos de edad, se concentró el 47% del total de los accidentes.

Sobre las víctimas

Similar a la edad de los involucrados, entre los 22 y los 26 años se encuentra la mayoría de las defunciones. De acuerdo con los datos de mortalidad de Inegi para 2016, el 12% de quienes fallecieron a causa de un accidente vial, se encontraban en ese grupo de edad.

Sin embargo, destaca la muerte de niños menores de 12 años por esta causa: en 2016 fallecieron mil ochenta, y representan el 7% de las muertes que se registraron en ese año. Si se incluye a quienes tenían entre 12 y 16 años cuyas muertes fueron ocasionadas por un incidente vial (los cuales sumaron 704 muertes), esa cifra se eleva al 11 por ciento.

De acuerdo con ello, entre los 17 y los 36 años, se concentra el 43% de las muertes.

De acuerdo con el estudio High Toll of Traffic Injuries del Banco mundial, el impacto económico de los accidentes de tránsito radica en que la mayor parte de las víctimas se encuentra en edad productiva. Asimismo, revela que, en los países en desarrollo, se registran las tasas de mortalidad más altas. [2]

A nivel nacional se tiene una tasa 13.5 muertes por cada 100 mil habitantes derivadas de los accidentes viales.

El estado con el peor resultado en este sentido es Zacatecas, ya que, en 2016 registró una tasa de 29.6 muertes, seguido de Tabasco con 27.4; Sinaloa con una tasa de 24.8 muertes; Durango con 24.5 y Nayarit con 24.1 muertes a causa de un accidente vial por cada 100 mil habitantes.

Adicionalmente, los eventos de tránsito tienen consecuencias a largo plazo. Además de las afectaciones materiales, quienes resultan heridos en un accidente, a menudo tienen afectaciones a largo plazo, y absorben gran parte de los costos derivados de un evento de esta naturaleza.

Si bien el número de heridos ha disminuido constantemente, las cifras aún resultan alarmantes. En 2017, se registró que 91 mil 157 personas resultaron heridas tras un accidente de tránsito, a consecuencia de 65 mil 552 accidentes.

Destaca que, en términos absolutos, en Chihuahua se registraron nueve mil 44 heridos, la cifra más alta en todo el país, mientras que, en segundo lugar se encuentra Nuevo León con 7 mil 325; le sigue Guanajuato, donde se registraron 6 mil 731 heridos; Sinaloa con 5 mil 551, y Jalisco, con 4 mil 309.

En estas cinco entidades se concentró el 36% del total de los heridos en los accidentes de tránsito que ocurrieron durante 2017.

Asimismo, Sinaloa encabeza la lista en cuanto a la proporción de accidentes que dejaron heridos ya que, en 3 mil 702 casos (el 43% del total) se registró al menos uno.

En los estados de Yucatán, Durango, Quintana Roo y Nayarit esa proporción osciló entre 35 y 40 porciento.

Estas cifras, reflejan la magnitud de los accidentes viales, así como las tareas pendientes encaminadas a mejorar la seguridad en materia vial.

[1] En los casos de Tabasco y Chiapas, la totalidad de los accidentes que se registraron durante los últimos tres años fueron atribuidos a los conductores, por lo que es muy probable que exista una arbitrariedad en cuanto a la captura de la causa presunta o determinante del evento de tránsito.

[2] Disponible en: https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/29129/HighTollofTrafficInjuries.pdf?sequence=5&isAllowed=y

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