En el marco de la atención a los impactos de la crisis sanitaria por coronavirus sobre el desarrollo de Yucatán que ha significado un aletargamiento de algunos indicadores de crecimiento económico como empleo, comercio, turismo, entre otros, aunado a las cifras de la medición de la pobreza multidimensional en los municipios, así como de las afectaciones que sufrió la entidad por contingencias climáticas, en diciembre del 2021 el Gobierno del Estado de Yucatán presentó la iniciativa Agenda 2040.
Escribe Cecilia Liotti. Síguela en Twitter como @CeciliaLiottiCo
Desde el trazado de una hoja de ruta que contempla cinco dimensiones alineadas a la variable desarrollo sostenible, el Gobierno de Yucatán inició las actividades abriendo el diálogo con los poderes del Estado, órganos autónomos, cámaras empresariales, universidades y órdenes de gobierno, así como con organismos nacionales e internacionales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNUD), el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la Cooperación Alemana de Desarrollo Sustentable (GIZ), pero más importante con la sociedad civil en general para caminar consultas, foros y mesas de trabajo para la integración de los puntos de la Agenda 2040 que se presentará en el mes de marzo de 2022.
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Sobre un mapa de acción de cinco ejes: Yucatán con mejor calidad de vida para las personas; Yucatán próspero y competitivo; Yucatán que cuida al planeta; Yucatán sin corrupción, con seguridad y en paz; Yucatán unido con base en alianzas estratégicas, la Agenda 2040 pudiera significar una oportunidad para la gobernanza de la planeación territorial.
En general, la pandemia por coronavirus COVID-19 ha desencadenado crisis en el plano económico, social y sanitario y se ha puesto de manifiesto el carácter estructural de las desigualdades en la región y la fragilidad de los avances alcanzados, como han señalado la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y ONU Mujeres [1].
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La institucionalización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, la presencia gubernamental a nivel subnacional y la sinergia con los gobiernos locales, la existencia de sistemas de información, monitoreo y evaluación de las políticas públicas, así como la participación de la sociedad civil han mostrado ser algunos de los elementos catalíticos en la capacidad de respuesta de los gobiernos para el abordaje de la crisis desde el enfoque del desarrollo sostenible [2].
En México, en las entidades federativas hubo atención a la crisis [3] – posiblemente parcializada, pero con respuestas como el otorgamiento de microcréditos, así como medidas que desde sus capacidades locales, sirvieron para implementar planes emergentes para apoyar a familias, personas empleadas y pequeñas empresas [4]. Sin embargo, no se había planteado una iniciativa desde la planeación territorial del desarrollo sostenible.
En el 2020, la CEPAL afirmó que América Latina y el Caribe no tenían otra opción estratégica que avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible a través de una mayor integración para mitigar los efectos de la pandemia del COVID-19 [5].
La Agenda 2040 aparece como un proyecto justificado desde los diagnósticos y recomendaciones de los rectores de los ODS. Sin embargo, para que la Agenda 2040 no quede como pretensión discursiva de un gobierno, su gobernanza es decisiva. Deben existir los mecanismos para el seguimiento y evaluación de la Agenda para que de manera permanente las y los actores sentados en las diferentes modalidades de diálogo no vean escurrir sus voces en las grietas de los intereses políticos de un gobierno, por lo que se debe asegurar que los instrumentos de consulta y monitoreo sean permanentes y factibles aunque suponga también la confluencia política para modificar la legislación existente en materia de planeación en Yucatán.
La evaluación, y por tanto, el monitoreo de la Agenda 2040, será aquello que le otorgue verdadera legitimidad y autoridad. La evaluación tiene también valor instrumental, simbólico y conceptual: abre el camino a los cambios en los programas de gobierno y en las políticas públicas, legitima o refuta posturas en torno de cómo se conciben las hojas de ruta gubernamentales y da curso a cambios en la comprensión sobre cómo deben diseñarse las políticas públicas [6]. En el fondo del asunto hay una dimensión normativa sobre la construcción de la gobernanza de la planeación territorial.
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Si Yucatán asume el compromiso con la Agenda 2040, pero esencialmente con la sociedad civil para una planeación territorial con transparencia proactiva podrá rendir cuentas, desarrollar y fortalecer capacidades gubernamentales, podrá tomar mejores decisiones a futuro, podrá aumentar la evidencia y generar estadística para un monitoreo permanente de los resultados e impacto de la iniciativa, pero esencialmente beneficiará el equilibrio de los poderes públicos, nutrirá el debate y podrá contribuir de manera real a resolver los problemas que la Agenda 2040 pretende atender.
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Si Yucatán asume el compromiso con la gobernanza, si comparte los recursos tradicionalmente y celosamente guardados para los gobiernos, asegurando las voces de todas y todos, convirtiendo al sector privado y a la ciudadanía en aliados duraderos de la Agenda 2040, podrá crear modelos de desarrollo más inclusivos y sostenibles en lo económico, social y ambiental. Por lo pronto, observaremos cómo evoluciona el diálogo, pero especialmente cómo se gestan los instrumentos para la gobernanza de la planeación territorial inspirada en la agenda del desarrollo sostenible.
Cecilia Liotti es integrante de la Red de Politólogas #NoSinMujeres
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Referencias:
[1]. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) & ONU MUJERES. Medidas y acciones impulsadas por los Gobiernos de América Latina y el Caribe frente al COVID-19 en áreas clave para la autonomía de las mujeres y la igualdad de género. Recuperado de internet de https://www.cepal.org/sites/default/files/events/files/220222_documento_mapeo_medidas_covid-19_rev_dag_002.pdf
[2]. Organización de las Naciones Unidas (ONU). Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020. Recuperado de internet de https://unstats.un.org/sdgs/report/2020/The-Sustainable-Development-Goals-Report-2020_Spanish.pdf
[3] Véase https://ciep.mx/programas-de-creditos-a-negocios-apoyos-ante-la-crisis-por-covid-19/
[4] Véa: que hacen los gobiernos estatales ente la crisis y el catalogo de iniciativas 2020
[5] Véase https://www.cepal.org/es/comunicados/la-unica-opcion-estrategica-mediano-plazo-mitigar-efectos-covid-19-la-region-es-avanzar
[6] Véase la importancia que reviste una evaluación para CLEAR LAC; especialmente véase la iniciativa ODS 360, proyecto para la visibilización de la evaluación de los Objetivos del Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe.
