por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con el INEGI, en el último año, una de cada tres personas no asistió a eventos culturales en el país. Entre quienes sí lo hicieron, mayoritariamente se acudió a proyecciones de películas o al cine; y las actividades menos visitadas son las exposiciones y espectáculos de danza. Entre quienes no asistieron a eventos culturales, el 47% nunca ha recibido estímulos para hacerlo
En un contexto de extrema violencia, pobreza y desigualdad como el que vivimos, hay pocos instrumentos que cuentan con la capacidad de ofrecer a la población opciones para salir de las espirales de exclusión, agresividad e inequidades que nos caracterizan. Uno de ellos, sin embargo, se encuentra en la cultura: es decir, en la posibilidad de acceder a servicios culturales de calidad y aprender, a través de ellos, de lo mejor del espíritu humano.
De manera preocupante, los datos de que disponemos nos muestran un panorama de un país en el que el consumo de bienes y servicios culturales de calidad es apenas incipiente; y que en realidad hace falta hacer mucho más para lograr la construcción de una política cultural de la magnitud que requerimos.
Desde esta perspectiva, hay que recuperar la idea del poeta Jaime Labastida, relativa a la urgencia de inundar de cultura al país; de llevar buen teatro, buen cine, buena literatura, buena música a todos municipios del país, en el ánimo de construir, desde lo mejor que tenemos, nuevas formas de relacionarnos y cohesionarnos.
Bajos niveles de consumo cultural
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía presentó recientemente el denominado Módulo de Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT), el cual tiene como objetivo: “generar información estadística sobre la condición de asistencia de la población mexicana de 18 y más años en zonas urbanas (durante los últimos 12 meses), a eventos culturales específicos en su localidad, así como del interés en las diversas manifestaciones culturales, independientemente de su condición de asistencia.
Este módulo fue aplicado en las localidades con más de 100 mil habitantes, en los cuales se estimó que hay 36.29 millones de personas mayores de 18 años, universo entre el cual se aplicó la encuesta.
Los resultados que presenta el INEGI no dejan de ser sorprendentes: una de cada tres personas entrevistadas no ha asistido a un solo evento cultural en los últimos 12 meses; y entre quienes sí lo han hecho, el 83% ha asistido a alguna proyección de película o al cine; el 46.8% ha asistido a algún concierto o presentación de música en vivo; el 30.9% ha asistido a alguna exposición; el 28% a alguna obra de teatro; mientras que únicamente el 23.5% reportó haber asistido a algún evento de danza.
Estos datos permiten afirmar que menos de la mitad de la población ha tenido acceso al teatro, a exposiciones, a conciertos o eventos de música en vivo, o a eventos de danza.
Ellas, las más cultas
Al desagregar los datos por sexo de las y los entrevistados, el INEGI documenta que entre quienes asistieron a algún espectáculo de danza, el 65.5% fueron mujeres, y el 34.5% hombres; por su parte, entre quienes asistieron a alguna obra de teatro, el 56.9% son mujeres y el 43.1% hombres.
Asimismo, se reportó una asistencia del 52.2% de mujeres a proyecciones de películas o asistencia al cine, y de 47.8% de hombres; por otro lado, en lo que respecta a la asistencia a exposiciones, el 51.2% corresponde a mujeres, mientras que el 48.8% a hombres; mientras que únicamente en lo que respecta a la asistencia a espectáculos de música en vivo o conciertos, la presencia de hombres es mayor, con un 51.4% de los asistentes, en tanto que el porcentaje de mujeres es de 48.6%.
El cine, el espacio favorito
La asistencia al cine o a proyección de películas es la actividad recreativa o cultural favorita de las personas en México. En efecto, los datos del INEGI muestran que entre quienes han asistido en el último año, el 58.5% lo ha hecho en más de 4 ocasiones. En contraste, entre quienes han asistido a exposiciones, el 54% lo hizo únicamente una vez en el año. En el mismo nivel se encuentra la asistencia a la danza, pues el 54.7% acudió solo una vez al año a un evento de este tipo.
Por otro lado, el 42.2% de quienes han asistido a eventos de música en vivo o a conciertos, lo ha hecho entre dos o tres veces al año, y el 19% lo ha hecho 4 o más veces en los últimos 12 meses; mientras que, finalmente, el 46% de quienes acudieron a alguna obra de teatro lo han hecho por única vez en un año.
Todo empieza en el hogar
Es interesante observar que en el citado MEDECULT, 2016, el INEGI preguntó en torno a los estímulos que se tuvieron en la niñez para asistir o no a eventos culturales. Destaca que, entre quienes sí asistieron a alguno de los eventos que se midieron, el 86.7% tuvo algún estímulo en el hogar, en la escuela o en ambos.
En contraste, entre quienes no asistieron a eventos culturales (una de cada tres personas en el país), el 47.3% no recibió nunca algún estímulo; el 4.7% lo recibió sólo en el hogar; el 28.2% en la escuela y únicamente el 19.8% en ambos espacios.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 23-Agosto- 2016, p.12
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