Desde que el brote comenzó a expandirse a nivel mundial se han desarrollado muchas iniciativas para medir la pandemia. La mayoría sólo han diseñado tableros para informar cuántos casos se confirman diariamente, así como sus resultados en términos de recuperación o muerte. En el mejor de los casos, han calculado las tasas que se ajustan al tamaño de su población o a las personas en riesgo. Más recientemente se han desarrollado diversas herramientas útiles para evaluar cómo los sistemas de salud están respondiendo a la pandemia. Los análisis más académicos se han centrado en lo que ha estado sucediendo en Asia Oriental, Europa y los Estados Unidos. En cambio, América Latina, a pesar de estarse convirtiendo en una de las regiones más afectadas, se ha estudiado poco. Ese es el propósito de este artículo, “América Latina: los países más poblados ante el COVID19”.
Por Adolfo Martínez Valle**. Sígue su perfil en Linkedin
Este artículo analizará cómo seis países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú (1) están abordando la pandemia empleando dos de las herramientas de monitoreo más recientemente desarrolladas: el índice de medidas de respuestas de los gobiernos, Oxford COVID-19 Government Response Tracker (OxCGRT por sus siglas en inglés) y los informes de movilidad de Google. Una vez analizadas estas dos fuentes de información, se presentarán las tendencias de las tasas de letalidad de cada país en los dos últimos meses para discutir los posibles efectos de estas medidas. Finalmente planteará los retos que se avecinan en los meses por venir y sugerirá cómo se pueden mejorar las medidas que se están aplicando actualmente en base a la evidencia empírica analizada.
Los sistemas de salud de estos seis países fueron seleccionados porque contaban con los datos necesarios para llevar a cabo el análisis; representaban a las naciones más pobladas del continente; tenían un estado de salud poblacional general similar, medido como esperanza de vida al nacer, con un promedio de 77 años para la región (la menor, 75.1 en México y la mayor, 80.4 en Chile.
Las respuestas de los gobiernos a la pandemia provocada por el COVID-19 en la región han sido diversas. Argentina y Colombia impusieron cierres totales el 20 y el 24 de marzo, respectivamente. Perú hizo lo propio, antes, el 15 de marzo, mientras que los restantes tres países hicieron cierres parciales entre el 15 y el 20 de marzo. México fue el último de estos países en declarar la emergencia sanitaria hasta finales de marzo.
El Cuadro 1 resume cuándo se detectaron los primeros casos, cuándo se declaró la emergencia sanitaria, así como cuándo y que tipo de medidas de distanciamiento social se tomaron para reducir el riesgo de contagio y mitigar los efectos de la pandemia.
La primera herramienta para analizar cómo han respondido los gobiernos en estos seis países latinoamericanos es un índice de medidas gubernamentales, creado por la Universidad de Oxford, el cual permite comparar qué tan estrictas son las políticas públicas adoptadas para mitigar los efectos del coronavirus en todo el mundo.(3) La Gráfica 1 muestra las tendencias de cómo cada uno de los gobiernos de estos seis países latinoamericanos ha respondido desde que declararon la emergencia sanitaria alrededor del 12 de marzo hasta la medición más reciente disponible del 17 de mayo.
Argentina y Perú comenzaron a implementar políticas más estrictas desde el 18 marzo, aunque Colombia las tomó diez días más tarde, y los tres gobiernos han mantenido hasta la fecha más reciente un índice cerca del 90 por ciento. En cambio, México implementó políticas más estrictas hasta finales de marzo y desde entonces ha mantenido un promedio de 85 por ciento. Chile adoptó medidas menos estrictas, pero más tempranamente que México, hasta llegar a 82 por ciento a finales de marzo para luego disminuir a un promedio de 72 por ciento. Brasil empezó a implementar políticas más estrictas hacia el 22 de marzo hasta llegar hasta 73 por ciento para luego estabilizarse en 78 por ciento hacia la fecha más reciente disponible.
Adoptar este tipo de medidas como el quedarse en casa ha sido la principal estrategia promovida por los gobiernos latinoamericanos para minimizar el riesgo de contagio. Los reportes de movilidad de Google proporcionan datos agregados y anónimos que permiten trazar tendencias de movimiento a lo largo del tiempo en diversos espacios públicos como parques, supermercados, restaurantes, medios de transporte y lugares de trabajo.
La Gráfica 2 muestra una reducción heterogénea en la movilidad de los seis países latinoamericanos seleccionados en la que destaca la menor disminución alcanzada por Brasil y México en los cinco ámbitos sociales de movilidad.
Las mayores reducciones son alcanzadas por Argentina, Chile y Perú dependiendo del ámbito social. Analizando cada uno de estos espacios públicos, la mayor reducción de la movilidad en espacios comerciales y recreativos como restaurantes, cafeterías, centros comerciales y cines se ha logrado en Perú y Argentina. Ésta se redujo en promedio 82 y 74% respectivamente; en Colombia y Chile la reducción fue del 72%, mientras que en México y Brasil la reducción de la movilidad en este ámbito fue de 55 y 54 % respectivamente.
La movilidad en áreas públicas de recreo como parques, playas y plazas se ha reducido 89% en Argentina y 69% en Chile, mientras que Brasil y México sólo han logrado una reducción de 56 y 49% respectivamente. En los otros ámbitos, la reducción en la movilidad del transporte público ha sido mayor en Perú y Chile con 71 y 65% respectivamente y menor en Brasil y México con 46 y 53%, mientras que, en los lugares de trabajo, la mayor reducción se ha logrado en un 57% en Perú y 40% en Colombia. En cambio, México y Brasil sólo alcanzaron una reducción de 26 y 21% respectivamente.
La implementación más estricta de las políticas públicas para enfrentar al COVID-19 parece haber tenido un mayor efecto en reducir la movilidad en Argentina, Chile y Perú. Colombia fue tan estricto como Argentina y Perú en las medidas adoptadas, pero no redujo tanto su movilidad en los espacios públicos. En cambio, Chile fue menos estricto en las políticas implementadas, pero redujo su movilidad tanto como Argentina y Perú. A su vez, este efecto parece manifestarse también en las menores tasas de letalidad en estos tres países latinoamericanos como lo muestra la Gráfica 3.
Las mayores tasas de letalidad de México y Brasil pueden deberse a que se implementaron más tardíamente las políticas públicas y con menos rigor. Esto se reflejó en la menor reducción de la movilidad de los seis países seleccionados porque su población respetó menos las medidas de confinamiento en cafés, restaurantes y centros comerciales, así como en espacios públicos de recreo analizados superado apenas por Brasil en supermercados y transporte público.
Estos efectos también están relacionados con los mensajes equívocos de sus respectivos presidentes minimizando la gravedad de la pandemia. “¡Hay que abrazarse! ¡No pasa nada!”, insistió López Obrador, el presidente de México en una de sus conferencias de prensa. Incluso, el 22 de marzo, invitó a los mexicanos a acudir a disfrutar en espacios públicos.[5] El 11 de marzo, el presidente de Brasil comentó en una conferencia de prensa: “Obviamente tenemos un momento de crisis, pero es una pequeña crisis. Desde mi punto de vista, la cuestión del coronavirus es mucho más fantasía y no es tan así, como los grandes medios propalan y propagan por todo el mundo”.
Cuando algunos de estos países latinoamericanos ya han anunciado relajar las medidas de distanciamiento social en los próximos días en varios ámbitos locales para no perjudicar sus economías, la salud pública tendrá que enfrentar el reto de sufrir nuevos brotes si los gobiernos, las instituciones, los negocios y las personas no se preparan adecuadamente.
Los hallazgos de este análisis identificaron la importancia de identificar tempranamente la pandemia y actuar en consecuencia tanto para los gobiernos que promovieron el distanciamiento y el confinamiento sociales como para la población que los respetó. Esta reacción oportuna frente a la pandemia influyó en una mayor reducción de la movilidad en los espacios públicos de Argentina, Perú y Colombia donde el confinamiento fue obligatorio. En Chile fue voluntario, pero fue el país latinoamericano que más pruebas realizó al 24 de mayo (2,537 por 100 mil habitantes) seguido por Perú (2,499).[6]
Por el contrario, los gobiernos de Brasil y México tardaron más tiempo en reaccionar, e incluso llegaron a minimizar la gravedad de la situación y su población tampoco tuvo un comportamiento ejemplar al no respetar de la misma manera que los otros países latinoamericanos el distanciamiento y el confinamiento sociales. Estos dos países también se caracterizaron por ser los que menos pruebas hicieron para detectar casos de COVID-19. Al 24 de mayo Brasil realizó 349 y México solamente 169 por cien mil habitantes.
El análisis también identificó a su vez, como un efecto importante en la salud, mayores tasas de letalidad para estos dos países que fueron menos estrictos en la instrumentación de sus políticas. Incluso, para el caso de México, la tasa de letalidad no parece todavía presentar una tendencia descendiente. Por ello es clave seguir monitoreando con la mejor información disponible, haciendo pruebas en poblaciones estratégicas, de ser financiera y operativamente posible, medir los efectos del relajamiento de las medidas de distanciamiento y endurecer las medidas cuando sea necesario.
** Adolfo Martínez Valle es un investigador y experto en políticas públicas. Cuenta con el Doctorado en Política Pública y Salud por la Johns Hopkins University; así como la Maestría en Salud Internacional por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard. Ha sido investigador de la Fundación Mexicana para la Salud y el Instituto Nacional de Salud Pública. Fue director general de Evaluación de la Secretaría de Salud, y actualmente es investigador del Centro de Investigación en políticas, Población y Salud de la UNAM.
[1] Consultar www.worldometers.info/coronavirus
[2] Idem
[3] https://www.eluniversal.com.mx/mundo/amlo-bolsonaro-y-otros-lideres-latinos-reprobados-ante-la-pandemia.
[4] El Oxford COVID-19 Government Response Tracker recopila datos de la información disponible públicamente por un equipo interdisciplinario de académicos y estudiantes de la Universidad de Oxford de todas partes del mundo, dirigido por la Escuela de Gobierno. Se recopila información disponible públicamente sobre una serie de indicadores de respuesta gubernamental. Los siete indicadores miden las políticas de salud pública, tales como cierres de escuelas, prohibiciones de viaje, cierres en el lugar de trabajo, cancelación de eventos públicos, cierre del transporte público, campañas de información pública, restricción al movimiento interno, así como inversión de emergencia en atención sanitaria e inversión en vacunas. El índice de respuesta gubernamental COVID-19 es una puntuación aditiva simple de los siete indicadores (S1-S7) medidos en una escala ordinal, redimensionada para variar de 0 a 100. Éste índice se creó con fines comparativos y no debe interpretarse como una calificación de la idoneidad o eficacia de la respuesta de un país.
[5] https://www.eleconomista.com.mx/opinion/Los-populistas-AMLO-Bolsonaro-y-Trump-minimizan-la-pandemia-20200316-0098.html.
[6]Venezuela tendría que haberse incluido en el análisis por el tamaño de su población, pero no todos los datos necesarios para completar el análisis estaban disponibles
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