De acuerdo con el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2020. Principales condicionantes de las políticas fiscal y monetaria en la era pospandemia de COVID-19, de la Cepal, en América Latina y el Caribe se está viviendo la peor crisis económica del último siglo.
La contracción del producto interno bruto (PIB) de la región es de -9.1%, por lo que al final del año el PIB per cápita será igual al de 2010. Lo anterior significa que habrá un retroceso de una década en la economía, lo que devendrá en un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza.
“Para la recuperación y la transformación económica y social tras la crisis desatada por la pandemia del coronavirus, será esencial mantener y profundizar las políticas macroeconómicas activas”, señala la Comisión en el documento.
La Cepal señala que las consecuencias catastróficas de la pandemia en la región son históricas, y han impactado tanto en lo económico, como en lo productivo y social. Las secuelas y efectos del COVID-19 en el mundo repercutirán en el incremento de la desigualdad, pobreza y desempleo.
El informe indica que alrededor de 2.7 millones de empresas formales se verán forzadas a cerrar este año, y que el desempleo alcanzará a 44 millones de personas, “con un incremento de 18 millones de personas respecto al nivel de 2019, el mayor aumento desde la crisis financiera global”.
La pobreza llegará a 231 millones, es decir, un retroceso de 15 años. La pobreza extrema tendrá un retroceso de 30 años, alcanzando a 96 millones de personas.
Frente a este desolador panorama, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, advirtió también que el proceso de recuperación de la actividad económica será lento, en comparación con otras crisis. (PIB) a sus niveles precrisis será más lento que lo observado en la crisis subprime (de 2007-2008)”, advirtió
“Hay que fortalecer los ingresos públicos, mantener las políticas monetarias expansivas convencionales y no convencionales, y fortalecer la macro regulación prudencial junto a la regulación de los flujos de capitales para preservar la estabilidad macrofinanciera en el corto y mediano plazo”, pidió Alicia Bárcena.
Bárcena subrayó que la cooperación internacional es fundamental para ampliar el espacio de las políticas macroeconómicas.
Una política fiscal activa
Los esfuerzos fiscales de los países de la región para mitigar los efectos de la pandemia suman en promedio el 4.1% del PIB, acompañados de garantías estatales de crédito de hasta 10% del PIB.
“Estos esfuerzos fiscales, además de las caídas en los ingresos públicos, han contribuido a un mayor déficit fiscal y aumentos de la deuda pública”, indica el documento.
Señala asimismo que el mayor desafío será mantener una política fiscal activa en un contexto de mayor endeudamiento, por lo que se requerirá de una política fiscal activa en un marco de sostenibilidad fiscal centrado en los ingresos.
“Es necesario que América Latina y el Caribe aumente su recaudación tributaria, que actualmente es de 23.1% del PIB en promedio para los gobiernos generales de la región, comparado con el 34.3% de la OCDE”, apunta.
La organización señala que será importante combatir la evasión tributaria, así como consolidar el impuesto a la renta a personas físicas y corporaciones, extender el alcance de los impuestos sobre el patrimonio y la propiedad, establecer impuestos a la economía digital y correctivos, como los ambientales y relacionados a la salud pública.
“La política fiscal activa debe vincular el corto (de emergencia) con el mediano y largo plazo, para cambiar el modelo de desarrollo hacia la transformación productiva con sostenibilidad e igualdad”, señaló en este sentido Alicia Bárcena.
Aliviar la deuda
Cepal apunta que es necesario impulsar el alivio y la restructuración de la deuda para los países con vulnerabilidades y alta carga de pagos de intereses .
“Es urgente que la comunidad financiera internacional amplíe las condiciones de liquidez para hacer frente a las necesidades de financiamiento a nivel mundial”, indica.
“Aliviar el pago de intereses de la deuda aumentaría la disponibilidad de recursos para el desarrollo”, declaró Alicia Bárcena.
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