por Mario Luis Fuentes
En México 34.1% de las personas mayores de 15 años viven en rezago educativo, es decir, no saben leer ni escribir; o no han concluido la educación primaria o la secundaria. El total de personas analfabetas, es de 4.43 millones, de las cuales, una de cada cuatro se concentra en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca
El próximo jueves 8 de septiembre se llevará a cabo la conmemoración del Día Internacional de la Alfabetización, que este año es singular porque se cumple el 50 aniversario de su instauración, por lo que la revisión en torno a los logros, pero sobre todo a los rezagos, debe llevarse a cabo con mayor rigor crítico.
En nuestro país se trata de un tema en el que se sintetizan diversas condiciones de injusticia social asociadas a la pobreza, la marginación y el incumplimiento de varios derechos que redundan en la imposibilidad de millones de personas de acceder a servicios educativos elementales.
Las magnitudes
De acuerdo con la información de que dispone el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), al cierre de diciembre de 2015 había en el país 88.15 millones de personas mayores de 15 años, de las cuales 30.13 millones se encontraban en condiciones de “rezago educativo”, es decir, que por su edad, debieran haber concluido la educación secundaria.
El dato absoluto implica que 34.1% de las personas mayores de 15 años en el país están en alguno de los grupos que no saben leer ni escribir, que no han concluido la educación primaria o que no han concluido la educación secundaria.
El tema es relevante porque el indicador relativo al analfabetismo no puede deslindarse del contexto general de rezago en acceso y trayectoria escolar, y desde esta perspectiva debería considerarse la revisión del concepto de rezago educativo, ya que la Constitución reconoce que la educación básica incluye hasta el nivel bachillerato.
No se tendrán empleos dignos
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ha documentado que las personas con menor escolaridad son las que obtienen los menores salarios y se encuentran empleadas en los puestos de trabajo más precarios y con menor nivel de acceso a prestaciones económicas y sociales.
De ahí la relevancia de destacar que de los 30.13 millones de personas en rezago educativo al cierre del año pasado, 16.076 millones habían concluido la educación primaria, pero tenían los estudios de secundaria inconclusos. Asimismo, el INEA documentó que 9.61 millones de personas habían cursado algún grado de educación primaria, pero no la habían terminado los 6 grados que implica ese ciclo escolar. Finalmente, está el dato relativo a los 4.43 millones de personas que, teniendo más de 15 años de edad, no saben leer ni escribir un recado, es decir, personas en condición de analfabetismo.
La pobreza y la mala educación
Un indicador que se vincula directamente con el de la pobreza es el rezago educativo, particularmente el relativo al analfabetismo, lo cual obliga también a insistir en el hecho de que una muy elevada proporción de personas analfabetas se encuentran en las poblaciones indígenas.
En efecto, de acuerdo con los datos del INEA, en Chiapas 14.3% de las personas mayores de 15 años son analfabetas, es decir, un total de 514 mil personas que no saben leer ni escribir, lo que la ubica como la entidad con el peor indicador en la materia.
En segundo lugar se ubica el estado de Guerrero, en donde 12.5% de quienes tienen más de 15 años son analfabetas, es decir, 309,332 personas. En tercer sitio se encuentra el estado de Oaxaca, donde 12.3% de los mayores de 15 años no saben leer ni escribir, dato que en números absolutos significa un total de 347,295 personas.
Tales cifras permiten visualizar que sólo en estas tres entidades se ubica 26% de la población analfabeta total del país, pues en su conjunto suman 1.17 millones de los 4.43 millones de personas mayores de 15 años en esta condición.
En cuarto sitio se encuentra el estado de Veracruz, donde 8.7% de la población mayor de 15 años es analfabeta, 516,468 personas; mientras que en Puebla, 7.7% del grupo de población señalado no sabe leer ni escribir, es decir, una cifra de 337,426 personas en la condición señalada.
Como puede observarse, al sumar estas cifras se tiene un total de 2.025 millones de personas analfabetas en las entidades mencionadas, dato que equivale al 45.7% del total nacional.
Una lenta reducción
A pesar de la ambiciosa meta de reducir en más de 2 millones el número de personas analfabetas, planteada hace dos años por la presente administración, los avances aún son lentos. De acuerdo con la información del IV Informe de Gobierno, en el año 2000 había 6.3 millones de personas mayores de 15 años analfabetas. Lo anterior implica que hemos tenido un ritmo de reducción, como promedio anual, de 116 mil personas.
Este ritmo se ha incrementado en esta administración, pues según los datos del informe, en el año 2000 el dato fue de 119,300 personas alfabetizadas; en 2013 se redujo a poco más de 111 mil; repuntó en 2014 a 184,400; creció a 331,400 en el año 2015; y las proyecciones indican que en 2016 se tendrá una cifra récord de 500 mil personas alfabetizadas, con lo que se espera que en este año la cifra total se ubique en 3.88 millones de personas analfabetas.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 06-Septiembre- 2016, p.12
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