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lee el articulo: APUNTES POETICOS III
Yorch, a te che sei…
Jardín de las delicias
Caigo sobre ti como un velo, lenta, suave, vaporosa como el canto jubiloso de la lluvia en primavera libando la semilla, el prado de tu cuerpo. Soy el cerrojo anhelante, buscando tu llave maestra perfectas dimensiones, mi puerta secreta esperando abrirse al jardín de las delicias. Nado en el espejo de tu piel en su reflejo mis formas de ondina, sobrevuelo tu cielo festoneado, centella ese lunar en tu cuello, región carótica en que orbitan jubilosos, mis espesos labios. Viajera en tu espacio, me atrevo vuelo en picada al ras de tu ombligo la brújula apunta al sur, mi lengua es viva saeta se inunda de ti, te persigo tierra prometida. Te siento húmedo como el bosque en las mañanas, recorro los senderos de tus muslos tu honda raíz de roble, mis caricias sin tregua desatan tempestad. El cauce de mis piernas, tibio manantial, bienaventurada tu lluvia, en espasmo desfalleces, marinero atrapado en mis muslos de red, ¡tan bello eres en el éxtasis! Altas mareas inundan las dunas de mis pechos en el aire aroma de sal y embrujo, bebo el néctar de tu lirio, mi mano bendecida descansa ya bajo quietas olas blancas.
Deseo
Como un cataclismo llegas a mí desnudas el alma cubres el cuerpo ardo en tu hoguera infinita, se elevan mis cenizas. Las noches de tu piel un maremoto son me pierdo en tu inmensidad, carne palpitante sumergida en mis abismos. Desearte a distancia ¡hecatombe en mi ser! manos vagabundas te buscan, tropiezan con mi ingle húmedo sendero de foresta. Hierve agua prodigiosa en el cauce de mis piernas esperando tu oasis de pasión, daga de insólita dulzura penetrando mi ser. Tu noche desea mi día tu oscuridad seduce mi luz eclipsa esta alcoba sin tiempo, de puntitas entro en tus sueños, tan sublime es verte dormir.
Poesía en vertical
Eres el reclamo de mis noches yo tu amante luna meciéndote desnudo en nuestra cama de amor. Mi boca habla con tu sexo escucho el dual discurso de tus piernas busco el enigma descifrar ahí, donde escondes tu portento. Pruebo erecto tu sabor, ¡poesía en vertical! aroma agudo de isla exótica, me amarra y me libera. Adoro tu lengua piadosa, es fresca agua de vida para la rosa de mi jardín, flor gimiente en cama de pétalos. Recorro tu cuerpo benévolo tu bosque de sombras, corre tu savia en mí, me llenas toda, reclamo de la herida que nunca cierra. Hacerte desfallecer, infinito en los amarres de mis piernas ávida de tu espuma de mar, plancton de sirena. Quiero hacerte de todo y etcétera, te lo digo al oído, ¡calla Sodoma y Gomorra! Tú brújula me indica el sur manos aladas ceden a tu lúbrica retórica, los querubines de Raffaello observan curiosos, mi preludio de vuelo.
Conjúgame
Penétrame, con tu luz líquida, ilumina la noche dentro de mi ser. Inúndame, con tu perfume de sexo, tierra fértil y musgo, desata mi olfato animal. Ámame, sólo en tiempo presente, en tus manos la rosa de los vientos, el norte y el sur claman tu boca. Nádame, como cálida lluvia estiva, en tu cuerpo corren ríos en el mío se gestan océanos. Lléname, de tus altas mareas, mi isla desbordada de ti, tu mar lamiendo mi orilla. Hiéreme, oh, dulce Paris, arquero desnudo apunta al centro del corazón. Envuélveme, con tu boca de verano, tu lengua vigoroso pez en mis senos de caramelo. Piérdeme, en tu geografía de poema inédito, tus brazos benditos caminos tu pecho refugio de paz. Búscame, entrego mis coordenadas, mi brújula y mapa, mi territorio y frontera. Encuéntrame, fugitiva en tu espalda en el momento de tu respiro viajando en el sueño de tu ser. Cállame, con sabios silencios de montaña, sigila mi boca con el dulce estruendo de tu beso. Háblame, con palabras vaporosas, dime todo desde el principio y luego vuelve a empezar.
Estridencia
Estridencia de ternura es tu mirada de miel, manantial encantado reflejo de mis sueños. Ruido blanco es tu voz de vaivén, ensueño cristalino un arrullo de luna. Estrépito armonioso es tu pestañeo relámpago, alas de mariposa vuelo en espiral. Estruendo infinito es tu piel en la mía, avalancha de ruidosas caricias envueltas en papel celofán. Fragor dulcísimo es tu boca de promesa, fresco soplo de viento austral.
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