En México, a pesar de que el registro y la venta de armas únicamente es responsabilidad de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y se regula en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, el acceso de niños y jóvenes a estas es cada vez más frecuente, incluso en los centros educativos
Un antecedente similar a los ocurridos en Estados Unidos, se registró en enero de 2017 en una secundaria de Monterrey, cuando un adolescente disparó a sus compañeros, su maestra y posteriormente a sí mismo; este caso podría ser sintomático de los elevados niveles de inseguridad y de violencia por los que atraviesa el país. Cabe señalar que, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 2017 fue el año más violento de la historia reciente de México.
Homicidios cometidos con armas de fuego
De acuerdo los datos de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2016 se registraron 24 mil 559 defunciones por homicidios, de los cuales, 65% se cometieron con armas de fuego e involucraron a 15 mil 915 víctimas. En comparación con 2014, año en que se registraron 11 mil 943 casos, al cierre de 2016 se observó un incremento de 3 mil 982 registros, lo que significó un crecimiento cercano a 20%, como lo muestra la siguiente gráfica:
Si se analizan los homicidios con armas de fuego cometidos por entidad federativa, destaca que durante 2016 el estado de Guerrero ocupó el primer lugar con mil 981 registros y concentró 12.4% del total nacional que, comparado con los mil 928 casos de 2015, significó que la incidencia de este delito incrementó 3% en un año. Le sigue el Estado de México, con mil 597 homicidios y Chihuahua, con mil 150 registros. Éstas tres entidades federativas concentraron 29.7% del total nacional de homicidios con armas de fuego durante 2017.
Un factor a destacar es el comportamiento de la tendencia en el número de registros en cada estado, ya que pondera el incremento de la violencia a nivel estatal que, si bien muchos de ellos no forman parte de los primeros lugares en cuanto a la comisión de este delito a nivel nacional, sí presentan cifras que obligan a prestar atención.
Tal es el caso de Colima, que a nivel nacional en 2016, sólo concentró 2.8% del total de los homicidios cometidos con armas de fuego; sin embargo, la tasa anualizada ocupa el primer lugar con un incremento de 164%, al pasar de 170 registros en 2015 a 449 en 2016. Le sigue Morelos, cuyo incremento de 205 homicidios respecto de 2015 equivale a un aumento de 94% estatal en este delito. Destaca también Michoacán, con un incremento de 75%, ya que, de registrar 625 casos en 2015, cerró 2016 con un total de mil 092, por lo que se ubica en cuarto lugar a nivel nacional, ya que concentra 7% del total de este delito a nivel nacional. Los estados de San Luis Potosí, Tlaxcala, Baja California Sur, Campeche y Nuevo León presentaron incrementos superiores a 50%.
Los estados que en 2016 ocuparon los primeros tres lugares en el registro de dicho delito mantuvieron un incremento en sus registros: Guerrero, que ocupa nuevamente el primer lugar, presentó un incremento de 3%; el estado de México presentó un incremento de 63 homicidios bajo estas características, lo que equivale a un incremento superior a 4%, mientras que, en Chihuahua, con un incremento de 318 homicidios, cerró 2016 con un aumento de 38%. Estos datos dan cuenta de que la violencia actualmente es imparable.
Fuente: Elaborado por México Social con datos del INEGI, registros administrativos vitales, mortalidad 1990-2016
Delitos cometidos con armas de fuego
En un contexto más amplio, de acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales del INEGI en 2016, los delitos relacionados con la posesión, portación, fabricación, comercialización, importación y exportación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea, así como municiones, explosivos, artificios y sustancias químicas reguladas en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, sin la autorización o permiso correspondiente, ascendieron a mil 624 registrados por el fuero común, mientras que en el ámbito del fuero federal se registraron 3 mil 418 y constituye poco más del 30% de los delitos que corresponden a este nivel de gobierno; en conjunto suman 4 mil 628 delitos. Estas cifras se encuentran muy por debajo de los 15 mil 925 homicidios cometidos con armas de fuego registrados por el mismo Instituto.
En cuanto al fuero común, los estados de Michoacán, Guanajuato y la Ciudad de México ocupan los primeros lugares con 301, 124, y 123 delitos respectivamente; destaca que, para el fuero federal, Oaxaca ocupa el primer lugar con 605 delitos.
En este sentido, las personas ingresadas por delitos previstos en la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos (cuyas sanciones oscilan entre uno y 30 años) a los centros penitenciarios estatales en 2015 ascendieron a 9 mil 053, mil 096 más que los ingresados en 2014. Al cierre de 2015, la población reclusa bajo los argumentos jurídicos de esta ley sumaba poco más de 17 mil personas. Esta falta de congruencia entre los homicidios y los delitos registrados evidencia la falta de atención en materia de armas de fuego.
Registro de armas y permisos otorgados
Un indicador relevante al respecto es el número de armas registradas por la SEDENA por “diferentes motivos”, (único organismo en México en el que se pueden adquirir armas y municiones legalmente) de acuerdo con el portal de datos abiertos, al cuarto trimestre de 2016 se registró un total de 59 mil 208 armas, 17% inferior a los 48 mil 892 para el mismo periodo de 2017. La Ciudad de México, Michoacán y Guerrero concentran la mayoría de los registros.
En cuanto a las licencias particulares individuales de portación de armas de fuego, la SEDENA reportó que la cierre de 2017, existían 3 mil 152 vigentes, de la cuales, mil 750 se corresponden a la Ciudad de México, 598 a Nuevo León y 275 al Estado de México.
Las licencias otorgadas, el número armas registradas y los homicidios cometidos con armas de fuego, permiten ver que existe un número importante de armas sin permisos, sin registro o bien, para uso exclusivo del ejército que están en manos de civiles, lo confirma el número de ingresos a los reclusorios por faltas al marco jurídico en materia de armas de fuego y explosivos.
Muy buen articulo, muy recomendable! Un cordial saludo.
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