Estos días se hace inminente recordar qué es la ética y su uso práctico en tiempos de pandemia, particularmente cuando se habla de la implementación de un sistema de triage en una Guía de Bioética.
“La ciencia sin consciencia no asegura el porvenir ni del hombre ni del Planeta”, Juliana González Valenzuela*
Estos días llegan a mi mente imágenes y palabras de quien fuera mi profesora, la doctora Juliana González Valenzuela, filósofa, quien de una forma apasionada hablaba sobre la importancia de la ética en la naturaleza humana.
En uno de los salones más grandes de la Facultad de Filosofía y Letras, la doctora Juliana, honoris causa por la Universidad Nacional Autónoma de México, enfatizaba acerca de la necesidad de un reencuentro entre la filosofía y la ciencia. De un reconocimiento pleno del cuerpo y el alma, de lo biológico, de la genética con lo que nos hace humanos, la ética. Porque un cuerpo no basta para ser humano.
«Sin lugar a dudas, la bioética constituye un campo privilegiado de confluencias de las ciencias y las humanidades (…) por el lado del bios las ciencias biológicas y biomédicas (…) por el lado del ethos (y de la polis), la filosofía, especialmente como filosofía moral o ética (…) se produce así una doble y correlativa aproximación: el campo del bios se mueve hacia el ethos, tanto como este al bios», González (Velasco, p.18).
Justo en estos días se hace inminente recordar qué es la ética y su uso práctico en tiempos de pandemia, particularmente cuando se habla de la implementación de un sistema de triage[i] en una Guía de Bioética que en su última actualización ya no busca priorizar en los más jóvenes, sino a quien de acuerdo con su expediente clínico tenga más posibilidades de vivir al recibir el tratamiento (recuperado de https://www.eluniversal.com.mx/nacion/aplican-nuevos-criterios-guia-bioetica-ya-no-prioriza-jovenes-sobre-ancianos).
Por lo anterior, es posible deducir que se abrirá un expediente bioético donde se analicen dos historias de una misma persona: la biológica y la humanística. Lo anterior sería lo deseable en un momento crítico donde se tenga que priorizar.
Es humano decidir, y qué mejor que el cuerpo médico quien tiene la difícil misión de hacerlo no se sienta sólo y evite el “volado”. Por tal es mejor sostenerse de los dos pilares que ahora se vuelven a encontrar: la ética y la ciencia.
El evidente enfrentamiento entre los representantes del bios (que en griego significa vida) y los pensadores del ethos (que en griego significa ética o comportamiento), quienes se siguen mirando por arriba del hombro, prolonga un acuerdo por el bien de la misma sociedad vulnerable.
Es entonces la biología molecular la que tendrá que decidir quién podría ser candidato a la atención médica especializada. En añadidura, será todo un análisis químico, una ingeniería genética que defina quién podría aprovechar la oportunidad de vivir.
Los científicos que descubrieron la doble hélice como escalera de caracol del DNA O ADN, Watson y Crick, afirmaron lo siguiente:
Watson: “Estábamos acostumbrados a pensar que nuestro destino estaba en las estrellas, ahora sabemos que nuestro destino está en nuestros genes”
Crick: “Tus alegrías y tus penas, tus recuerdos y tus ambiciones, tu identidad y tu libre albedrio no son sino el comportamiento de un enorme conglomerado de células nerviosas” (Valenzuela)[ii]
La bioética justo apela a que no sólo se analice la información que otorga las ciencias genómicas, sino que se consideren los campos de la filosofía, la axiología y la sociología para tomar decisiones que tengan que ver con la dignidad de la vida. Lo deseable sería que hubiese una revisión humanística.
En México, médicos del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) temen que políticos impidan que la Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica se apruebe, debido a que desafortunadamente cuando se desconoce la importancia de una argumentación como que presenta la Guía, es probable que se criminalice y se estigmatice (recuperado de https://www.eluniversal.com.mx/opinion/periodistas-el-universal/medicos-temen-que-politicos-sepulten-la-guia-bioetica).
Lo aconsejable es que los legisladores no confundan la continuidad de la vida en términos éticos y científicos que proponen los principios de la bioética, con nociones imprecisas de moral, religión y, peor aún, políticas, pues sin duda son cosas diferentes.
Lee también: “CUANDO EL ESTADO SOBERANO DECIDIÓ USAR SU PODER A TRAVÉS DE LA GUÍA BIOÉTICA”
[i] Triage es una palabra de origen francés y un término militar que significa seleccionar, seleccionar o priorizar. En la actualidad se utiliza en medicina, especialmente en emergencias y desastres para hacer referencia a los procedimientos de selección y priorización de las posibilidades de supervivencia. Recuperado de https://www.nexos.com.mx/?p=47691
[ii] González, Juliana. Bioética y Filosofía. Conferencia Magistral. Congreso Internacional de Ética y Bioética. Facultad de Medicina. UNAM
* González, Juliana. Bioética y Filosofía. Conferencia Magistral. Congreso Internacional de Ética y Bioética. Facultad de Medicina. UNAM
Fuentes:
Velasco, Ambrosio. De la materia a la vida y de la vida a la libertad. Revista de la Universidad. UNAM. https://www.revistadelauniversidad.mx/articles-files/10422279-59ae-4442-b9a6-3190639b52f0
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