por Lorenzo López Barbosa
Las transformaciones actuales que sufre el campo mexicano, derivadas de los impactos negativos de la globalización económica, han generado la necesidad de establecer una seria discusión sobre las alternativas y las políticas que promueven el desarrollo rural sustentable, específicamente ante la dicotomía entre la resistencia y la autonomía de los campesinos del país, sobre todo los de más bajos recursos