El agua fría de cada día

Los datos de la pobreza que se dieron a conocer recientemente por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), obedecen a una medición que, se ha dicho en reiteradas ocasiones, obedece a umbrales muy bajos, que distan del mandato constitucional de garantizar niveles de vida en dignidad aceptables para todas y todos.

Puedes seguir al autor Mario Luis Fuentes en Twitter  @MarioLFuentes1

En ese sentido, si bien entre los indicadores de la medición multidimensional de la pobreza se considera el relativo a la calidad y los espacios de la vivienda, es importante dar dimensión que la calidad de vida de las personas depende tanto del espacio, como del equipamiento que se tiene en las viviendas del país. En este texto se presentan tres indicadores de equipamiento que permiten dimensionar la magnitud de todo lo que hace falta por hacer en esas materias en el país.

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Bañarse a jicarazos

De acuerdo con los resultados del Censo Nacional de Población y Vivienda, 2020, en México hay 34.89 millones de viviendas habitadas. De ellas, en un 27% no se dispone de regadera para bañarse. La lógica de una regadera es tener agua continua durante el baño y evitar con ello, en la medida en que es posible, la mayor cantidad de cambios bruscos de temperatura, que se asocian generalmente a infecciones y enfermedades respiratorias.

Debe señalarse que ese porcentaje equivale a 9.42 millones de viviendas; y si el promedio de ocupantes es de aproximadamente 3.5 personas por vivienda, la suma de personas sería de 32.97 millones de mexicanas y mexicanos que no disponen de una regadera para el aseo personal.

Es pertinente destacar que las entidades donde, de acuerdo con el INEGI, se rebasa el indicador nacional, son: Chiapas, con 69.01%; Guerrero, tiene 62.34%; Oaxaca, 59.79%; Tabasco, 53.33%Veracruz, 46.09%; Puebla, 42.35%; Campeche, 37.56%; San Luis Potosí, 34.17%; Hidalgo, 32.66%; Nayarit, 29.95%; Michoacán, 29.9%; Morelos, 29.42% y Estado de México, con 28.91%

… Y con agua fría

Otro indicador que no deja de sorprender es que la mayoría de las viviendas de México carecen de calentador de agua (de gas, eléctrico o de leña). En efecto, de acuerdo con los datos del Censo, poco más de la mitad de las viviendas del país registran esta característica. Ese dato implica una cifra de 18.1 millones de viviendas donde las personas no disponen de agua caliente para el baño y otras actividades de aseo personal.

De acuerdo con el INEGI, hay 18 entidades de la República donde se tiene un indicador superior a la media nacional: Guerrero, con 93.4% de sus viviendas; Tabasco, 92.64%; Chiapas, 91.8%; Oaxaca, 84.94%; Campeche, 84.31%; Veracruz, 76%; Quintana Roo, 75.9%; Yucatán, 75.1%; Nayarit, 69.18%; Colima, 65.26%; Tamaulipas, 64.77%; Sinaloa, 63.83%; Michoacán, 58.99%; Baja California Sur, 57.12%; Guanajuato, 55.19%; Morelos, 54.4%; San Luis Potosí, 53.25%; y Puebla, con 52.4%

¿Y las energías renovables?

Una de las opciones para solucionar estas carencias se encuentra en el uso de energías renovables, como los paneles solares para generar energía en los hogares. Sin embargo, México se encuentra a años luz de avanzar de forma relevante en este tema, pues según el INEGI, el 99.08% de las viviendas no tienen paneles solares, siendo los estados donde más se ha avanzado en este rubro Durango y Campeche, donde los porcentajes son de 97.96% y 97.07% de las viviendas donde se carece de paneles solares.

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