En esta semana fue presentado el segundo “Informe País 2020” realizado por diferentes instituciones y coordinado por el Instituto Nacional Electoral (INE). El informe tiene como objetivo presentar un análisis del estado que guarda la democracia mexicana. Los datos provienen de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica (ENCUCI-INEGI) 2020, el Informe Latinobarómetro 2021 y la Encuesta mundial de Valores 2017-2020. A pesar de los años transcurridos, Algunos datos no generaron nuevos hallazgos con respecto al primer informe, por ejemplo, las primeras cinco instituciones que gozan de mayor confianza ciudadana: las universidades públicas (70%), las fuerzas armadas (64%), la Guardia Nacional (61%), el Instituto Nacional Electoral (60%), presidente de la República (53%); y, hasta el lugar décimo quinto, los partidos políticos (22%).
Escrito por: Ruth Zavaleta Salgado
Sin embargo, llama la atención otros datos del análisis, por ejemplo, la conformación de la Cámara de Diputados. Si bien es cierto, la lucha por la igualdad política de las mujeres derivó en la reforma constitucional de paridad en el 2014, y con ello se logró que las dos cámaras del Congreso de la Unión se integren con un 50% de legisladoras, y que a nivel local, algunos congresos se conformen hasta con 60%, también es cierto que, las acciones del INE en materia de igualdad política, fueron más lejos que la propia reforma constitucional, y, a partir de la elección del 2018, algunos sectores que tradicionalmente habían sido excluidos del quehacer político, lograron tener un numero importante de curules en la Cámara de Diputados..
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El caso más emblemático es el de los representantes de los pueblos indígenas. En la sexagésima tercera legislatura (2015-2018), tuvieron 6 diputados, pero en las siguientes dos legislaturas duplicaron y triplicaron su presencia: sexagésima cuarta legislatura (2018-2021): 10 hombres y tres mujeres; y en la sexagésima quinta legislatura (2021-2024): 7 hombres y 9 mujeres. Además, en este último periodo, también participan un hombre y una mujer de la comunidad afromexicana; 4 mujeres del sector de personas con alguna discapacidad; 3 mujeres de la diversidad sexogenérica; y, 5 mujeres y 5 hombres del sector migrantes.
Esta inédita conformación de la Cámara de Diputados, sin lugar a dudas, genera una mayor igualdad y fortalece el estado democrático porque combate la discriminación que enfrentaron algunas minorías sociales en la participación del quehacer público, sin embargo, vale la pena reflexionar sobre ¿cuál es el impacto del trabajo de estos legisladores hacia los sectores que representan? Es decir, ¿son relevantes las agendas de estas minorías ahora que tienen representantes en el poder legislativo?
Respecto a la agenda de igualdad de género, no cabe duda que el crecimiento de la representación femenina ha impactado positivamente en la vida de las mujeres porque las legisladoras han logrado diversas reformas para impulsar la igualdad económica, política, laboral y para combatir los diferentes tipos de violencias que se han incrementado en este sexenio en contra de las mujeres. Lamentablemente hay temas que no se han querido debatir y que, ahora que la izquierda gobierna, se deberían legislar, por ejemplo, la despenalización del aborto, pero en los Congresos locales si se han tenido avances sustanciales.
Respecto a los representantes de los pueblos originarios o pueblos indígenas, su agenda ha sido despreciada por el poder ejecutivo, porque a pesar de que el Instituto Nacional ya tiene redactada su iniciativa de reformas constitucionales para ampliar el reconocimiento y garantía de sus derechos, ésta no se ha enviado a ninguna cámara del Congreso para su aprobación. En relación a la población afromexicana, si bien es cierto, en el 2019 se reformó el artículo 2° constitucional para incluir el apartado C para reconocer sus derechos, hasta este momento, nada ha cambiado en los presupuestos para apoyar a esta comunidad que, a partir del 2015 (que se empezó a contar por el INEGI), se descubrió que ahí donde hay más del 10% de concentración de población afromexicana, se concentra la mayor pobreza del país.
Respecto a la comunidad LGBTTTIQ+, a pesar de la inclusión de algunos actores relevantes, los avances de su agenda son nulos a nivel federal, por ejemplo, los matrimonios igualitarios ya se aprobaron en 28 Entidades de la federación, pero en el Congreso de la Unión, éste y otros temas, siguen siendo tabúes.
Reflexionemos también sobre la agenda de las personas con alguna discapacidad ¿hay algún cambio sustancial en alguna norma federal o en la aprobación del presupuesto para garantizar su derecho a la salud o servicios dignos? La respuesta es no. Seguramente, si alguna de las mujeres que representan a este sector tiene alguna discapacidad que la obliga a usar silla de ruedas, puede circular muy bien dentro de la casa del pueblo, pero ¿qué tal cuando sale de ahí? Desde hace varias décadas se debate el tema de la necesidad de dotar de infraestructura adecuada a los edificios públicos para que las personas con esas discapacidades puedan tener acceso, pero eso requiere presupuesto.
El reconocimiento de los derechos de las personas solo puede garantizarse mediante políticas públicas, programas y acciones que implican presupuesto. Así fue como, verdaderamente, avanzamos en el tema de la igualdad de género, con un presupuesto transversal etiquetado desde el 2008.
Finalmente, respecto al sector migrante: ¿dónde está su agenda? Desde que inició esta administración, es crítico este problema. Los migrantes del sur enfrentan persecución de la Guardia Nacional y las autoridades de migración, son víctimas del crimen organizado y sufren terribles accidentes que les han costado la vida a un gran número de ellos, y hasta este momento, no hemos escuchado la voz de los legisladores para protestar o para presentar alguna iniciativa o etiquetar mayores recursos económicos; tan solo en este momento, las imágenes de los medios de comunicación dan cuenta de una nueva y conmovedora crisis de los migrantes, ahora los venezolanos. Bien valdría la pena que, si no pueden hacer algo más, por lo menos se presente una comisión a escuchar a esas personas que lloran por su terrible situación.
En fin, el Informe es muy amplio y analiza diferentes aspectos de la democracia y sus desafíos, sin embargo, existen encuestas actualizadas que dan cuenta de un movimiento de datos en referencia a la confianza de los ciudadanos, por ejemplo, después de otros dos años del gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, hay diferencia en los porcentajes de aceptación hacia su persona y hacia las fuerzas armadas, pero, lo que quizás no cambia, es el alto porcentaje de desconfianza hacia los partidos políticos y si tal y como lo dice el informe, éstos son indispensables para la democracia, entonces, ese es un problema urgente de atender.
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Frase clave: Cámara de Diputados, informe de la Cámara de Diputados
