La Cartilla Moral del poeta, ensayista, narrador, diplomático y pensador mexicano, Alfonso Reyes Ochoa, fue redactada en 1944 por encargo del entonces titular de la Secretaría de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, con la finalidad de ser entregada junto con la cartilla alfabética en el marco de la Campaña Nacional contra el Analfabetismo impulsada por el presidente Manuel Ávila Camacho.
Este documento, que subrayaba la importancia del respeto a la familia, a la naturaleza y a la patria, no fue difundido por dicha administración y fue hasta 1959 que el Instituto Nacional Indigenista lo publicó por primera vez. 33 años más tarde, bajo el mandato de Carlos Salinas de Gortari, la Secretaría de Educación, mandó a imprimir un millón de ejemplares que nunca fueron distribuidos.
Actualmente, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha hecho un llamado a la “regeneración ética y moral de la sociedad” como el «medio y propósito de la Cuarta Transformación».
De ahí que, además de proponer la elaboración de una “Constitución Moral” cuyo objetivo es el de «ofrecer lineamientos de convivencia entre individuos y deberes para con la colectividad», se ha encargado de difundir la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, editada en 1992 por José Luis Martínez, como el «primer paso para iniciar una reflexión nacional sobre los principios y valores que pueden contribuir a que en nuestras comunidades, en nuestro país, haya una convivencia armónica y respeto a la pluralidad y a la diversidad».
Al respecto, el historiador Javier Garciadiego, considera que pese a que es plausible la difusión de este documento por parte del actual gobierno federal, la versión de El Colegio Nacional destaca por retomar de manera íntegra el texto que el propio Alfonso Reyes autorizó para su publicación en 1959.
Para el investigador Garciadiego, pese a que todavía no se conoce hasta dónde la Cartilla Moral de Alfonso Reyes será la base de la propuesta de «constitución moral» del actual gobierno federal, su publicación y difusión es «de lo que menos merece nuestra reprobación», además, considera que éste es el único texto civilizatorio que escribió Reyes, y que sólo ha sido leído por unos pocos. Sin duda, la publicación y difusión de la Cartilla Moral de Alfonso Reyes, resulta un ejercicio que adquiere vigencia, pues de acuerdo con Javier Garciadiego «hoy, prácticamente todos los mexicanos estamos en favor de que desaparezca o amaine la violencia cotidiana que padecemos, y ése fue el objetivo fundamental de la literatura de Reyes».
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