por Rogelio Flores
Pocos géneros literarios son tan racionales como el policiaco. Podemos afirmar, incluso, que la columna vertebral de los relatos detectivescos suele ser el análisis objetivo de los hechos acontecidos, la investigación policiaca, el método científico que revelará una verdad irrefutable con la que se impartirá justicia, o por lo menos, se develará un tema oculto