La cuestión social y su evaluación siempre son de alta complejidad. Es tan importante lo que implican, que cualquier variación en términos de mejoría, estancamiento o retroceso tienen un muy importante impacto en la vida de las personas. En ese sentido, es importante destacar que en la Ciudad de México se tuvieron reducciones importantes en la pobreza en los últimos dos años, pero comparando con 2016, la reducción no es estadísticamente significativa.
Escrito por: Mario Luis Fuentes
Los datos del CONEVAL
En el año 2016 se estimó que el 26.6% de la población de la Ciudad de México vivía en condiciones de pobreza; en 2018 creció a 30%; para el año 2020 la pobreza se estimó para el 32.6% de la población, mientras que en el año 2022 el indicador se estimó en el 24% de las y los habitantes de la Ciudad. En números absolutos, esa cifra significa que en el año 2016 había un total de 2.42 millones de personas consideradas en pobreza; en 2018 llegó a 2.75 millones; en el 2020 la cifra llegó a 3 millones; mientras que en el 2022 se ubicó en 2.23 millones.
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Por otro lado, es importante destacar que, dentro del grupo de personas en pobreza, se encuentra el de aquellas que viven en pobreza extrema. En esa circunstancia, el CONEVAL estimó que, en el año 2016, el 1.7% de la población de la Ciudad se ubicaba en esa circunstancia. Para el año 2018 se mantuvo exactamente sin cambios, en 1.7% para el año 2020 creció a 4.3%; mientras que para el año 2022 disminuyó una vez más a 1.7%. En números absolutos eso significa que en 2016 había 155,200 personas en pobreza extrema; la misma cifra se estimó en 2018; en el 2020 subió a 400 mil; mientras que en el 2022 descendió a 159 mil, es decir cuatro mil más que en el 2016.
Más carencias
De manera sorprendente, la Ciudad de México registró, a pesar de la infraestructura y capacidades de que dispone, un retroceso en el rezago educativo. En efecto, en el 2016 se estimó que la población en esa condición era de 8.9%; creció a 9.4% en el 2018; se mantuvo en el mismo nivel en 2020, al registrarse un 9.5%, llegando a 9.7% en el 2022. En números absolutos, las cifras son de 811,300 personas en rezago educativo en el 2016; de 865 mil en el 2018; creció a 878 mil en el año 2020; y ascendió aún más a 902,500 personas en el 2022, es decir, poco más de 90 mil personas adicionales a las que había en el 2016.
En materia de cobertura de servicios de salud los retrocesos son igualmente significativos, pues se pasó de 19.6% de personas sin ningún tipo de afiliación en el 2016, a 20.1% en el año 2018; la cifra se incrementó a 26.7% en el 2020; y a 28.7% en el año 2022. En números absolutos los datos son de 1.78 millones sin cobertura en el 2016; 1.84 millones en el 2018; creció a 2.46 millones en 2020; y llegó a su máximo histórico de 2.67 millones de personas en el 2022.
Otro ámbito en el que no se tuvieron prácticamente avances es el de la vulnerabilidad por carencia de acceso a una alimentación sana y nutritiva, pasando de 13.7% en el 2016 a 15.2% en2 2018; a 17.8% en 2020 y reduciéndose a 11.4% en 2022.
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