por Gabriela Carrillo
Aparentemente importado de España, el cólera llega a nuestro país a través de las costas, en la primavera de 1833, con una mortalidad de alrededor de 14 mil entre agosto a noviembre de 1833 (I). Hacia el año de 1961, la OMS declaró en Indonesia la séptima ola pandémica de cólera, la cual se difundió prontamente a otros países de Asia, Europa, África y, finalmente, en 1991, llegó a América Latina, parte del continente que había estado libre de la enfermedad durante más de cien años. El cólera se propagó apresuradamente en esta región, causando casi 400,000 casos notificados y más de 4,000 defunciones en 16 países de las Américas durante ese año (XIV).