Se avecina formalmente el periodo electoral y desde las antípodas, considero prestar atención a un actor fundamental en el tono de la discusión pública, que ya en sí vive tiempos agitado en su propia dinámica.
Escrito por: José Ojeda Bustamante
Me refiero al ecosistema de comunicación política, el cual ha sufrido cambios relevantes. Por ello son importantes las perspectivas comparadas. De esta manera, la comunicación política comparada nos sirve para encontrar diferencias y similitudes entre unidades de análisis (electores, estrategias) pudiendo así describir y explicar variables. También no es útil para generar hipótesis, las cuales nos podrán servir para el diseño, la generación y la evaluación de políticas públicas en materia de comunicación política. Los usos son múltiples.
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Los ecosistemas de comunicación, en este sentido, pueden ser entendidos como un ensamblaje de individuos, organizaciones y tecnologías con una particular comunidad geográfica alrededor de un determinado asunto de interés para la agenda de gobierno.
¿Qué podemos comparar? Ciertamente muchas cosas. En materia de comunicación política podríamos mencionar por poner algunos ejemplos relevantes, los análisis comparativos de las relaciones institucionales entre el sistema de medios y la política, o el consumo de noticias entre las audiencias nacionales.
Detengámonos en este último punto, y para ello bien vale la pena atender a los resultados que ha publicado el “Digital News Report”, elaborado anualmente por el Reuters Institute for the Study of Journalism de la Universidad de Oxford de 2023. Este estudio, partiendo de una muestra mundial se nos marca una mirada interesante sobre consumo de noticias por las audiencias nacionales. Sobre todo, atendiendo el tsunami electoral que se avecina.
Primero, la revolución digital en la cual vivimos ya de sí.
En Corea del Sur, Reino Unido, Suecia, España, Estados Unidos, Alemania y Chile, nueve de cada 10 personas son usuarias de internet. En México, la proporción es de siete de cada 10 personas, cifra mayor a la de Colombia y Sudáfrica.
Hay en el mexicano un alto Uso de Redes Sociales para Noticias, principalmente plataformas como TikTok, Instagram o YouTube son cada vez más importantes para las noticias, mientras que Facebook pierden influencia.
Sin embargo, también hay en el clima Latinoamericano y mexicano preocupaciones sobre la desinformación, lo que ha llevado a un escepticismo generalizado respecto a la información encontrada en redes sociales y a un mayor interés en verificar fuentes.
A la par se muestra un interés creciente en modelos de suscripción y apoyo financiero directo a medios de comunicación, especialmente aquellos que ofrecen análisis profundo y periodismo de investigación. Esto en línea con la diversificación de formatos como videos y podcasts para el consumo de noticias.
Resulta en este sentido muy relevante la aparición y consolidación de influencers, como canales de comunicación.
Pese a las esperanzas de que internet iba a ampliar el debate democrático, detectamos en la actualidad menos participación en las noticias online que en el pasado reciente. Sólo alrededor de una quinta parte de la gente encuestada participa activamente (22%) y cerca de la mitad (47%) no lo hace en absoluto.
El consumo de noticias ha cambiado. Por ello, en el camino del refacultamiento ciudadano, todos somos responsables. Informarnos bien y mejor, buscando fuentes y canales confiables en la medida de lo posible, verificados. No obstante, los desafíos, no harán, sino agudizarse ¿Estaremos preparados para enfrentarlos?
Ya lo veremos.
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