Estamos a una semana de conocer las mediciones institucionales de la pobreza en México para 2020, tarea que tiene a su cargo el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Por lo pronto, o quizá anticipándose, el Secretario de Bienestar ya descalificó al Consejo, a sus diagnósticos y mediciones, con unas afirmaciones muy preocupantes que no deben pasar desapercibidas.
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Lo que dijo el titular de la Secretaría de Bienestar, que también preside el Comité Directivo del CONEVAL, es que no tiene “mucha confianza” en lo que emite este órgano autónomo, y que el le transferiría al INEGI la función de medir la pobreza. En una entrevista https://bit.ly/36GhM4i el Secretario dijo “no tenemos mucha confianza”, esa fue la frase entre comillas que apareció publicada el pasado 12 de julio. A saber si se refería a el y al Gobierno mexicano, o a el y a su equipo o si solo usa el plural mayestático como muletilla.
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Conviene recordar que es la propia Constitución la que establece, en su artículo 26, que es el CONEVAL el que está “a cargo de la medición de la pobreza”, entre otras funciones que tiene asignadas. También viene al caso mencionar que la Ley General de Desarrollo Social reitera esa tarea como responsabilidad del Consejo, especifica que este decide las metodologías aplicables, determina que la información generada por el INEGI es la que debe utilizarse, y hasta especifica los indicadores mínimos y la periodicidad para realizar los estudios de medición de la pobreza.
No hay lugar a dudas, está claro lo que en esta materia debe hacer el CONEVAL y lo que le corresponde al INEGI. Es un diseño que no está exento de problemas, pero que a fin de cuentas ha mostrado funcionalidad. La propia legislación de desarrollo social amerita reformas, pero no es esto a lo que se refería el Secretario de Bienestar: lo que este transparentó fue, nuevamente, la animadversión gubernamental hacia una institución autónoma, a la que se ha hostilizado desde los inicios del actual gobierno.
La nueva medición de la pobreza multidimensional tiene una relevancia particular, pues mostrará algunos de los impactos sociales de la fase inicial de la pandemia, ya que se basará en los resultados de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares levantada durante el tercer trimestre de 2020. Lo que CONEVAL realiza puede verificarse y replicarse, y de hecho es un ejercicio que está sometido a revisión pública. CONEVAL es una institución confiable y se ha ganado a pulso la confianza.
¿Por qué el Secretario de Bienestar adelanta su desconfianza a unos cálculos que en su momento se podrán cuestionar o validar? No se trata de una opinión personal, es el posicionamiento de un muy alto funcionario, que además comparte funciones directivas en el Consejo. Su cuestionamiento es anómalo por donde se le mire, pues está dirigido no solo a una institución del propio Estado, sino a un órgano del que el propio Secretario forma parte. Es una labor de autodestrucción institucional, ni más ni menos, pero estoy seguro que prevalecerá la solidez que ha construido el CONEVAL en poco más de tres lustros.
Varias estimaciones adelantan que en 2020 la pobreza se incrementó considerablemente. Los investigadores Héctor Nájera y Curtis Huffman, del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, estiman que la pobreza multidimensional habría aumentado en 7 puntos porcentuales el año pasado, lo que significa alrededor de 10 millones más de personas en esa condición https://bit.ly/36BRTCH . A principios de agosto se tendrá información más completa, que permitirá calibrar mejor los retos que tenemos para revertir el empobrecimiento.
CONEVAL anunció desde 2018 que estaba en revisión la metodología de medición de la pobreza, para ponerla al día y adecuarla a mejores métodos y concepciones del bienestar https://bit.ly/3kBHIGv . En esta ocasión también habrá resultados municipales.
Como en cualquier tema, en este pueden y deben cambiar las cosas, y de eso se está ocupando el propio CONEVAL. La legislación de desarrollo social puede mejorarse mucho, y de hecho hay propuestas de reforma orientadas a fortalecer las instituciones y las políticas.
La nueva información sobre pobreza que tendremos el mes próximo será muy útil para debatir las políticas sociales y sus programas, será la base para valorar lo que deberemos hacer los próximos años para abatir los rezagos y carencias, para cumplir con los derechos sociales. Y en ello será clave lo que CONEVAL tenga que decirnos. Le guste o no al Secretario de Bienestar.
Estoy seguro que no soy el único, que somos muchas y muchos los que podemos decir que “tenemos mucha confianza en el CONEVAL”. También en el INEGI, por cierto.
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