por Mario Luis Fuentes
La Auditoría Superior de la Federación no deja lugar a dudas: el gasto federalizado está incerciado; no se rinde cuentas de manera adecuada sobre su ejercicio; su ejecución es deficiente; el sistema normativo de adquisiciones y compras pone en desventaja al Estado mexicano, y en medio de todo esto, anualmente se ejercen más de 1.6 billones de pesos. La conclusión es ineludible: urge construir un nuevo modelo de gobierno local.