por Mario Luis Fuentes
Nuestro país sigue estando aquejado por la corrupción. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG, 2011), levantada por el INEGI, el 91.6% de la población cree que la policía es corrupta; el 88.6% cree lo mismo de los partidos políticos y el 85.6% lo cree de las y los diputados y senadores. Más del 77% de la población enfrentó barreras a sus trámites en el último año, mientras que el 47.7% no recibió información adecuada para acceder a los servicios públicos.
“La corrupción es el mayor mal del país”, sostiene en su última entrevista publicada, el Dr. Jesús Kumate Rodríguez; no se equivoca; de acuerdo con Transparencia Mexicana, en el 2011 se cometieron al menos 200 millones de actos de corrupción, los cuales generan costos anuales de aproximadamente 40 mil millones de pesos.
Las prácticas de corrupción están asociadas a la opacidad gubernamental; también al diseño de las reglas de operación y sistemas reglamentarios de los programas y servicios públicos; pero sobre todo, a una cultura extendida de no respeto a la ley.
Por ejemplo, la Encuesta Nacional de Cultura Política y Práctica Ciudadana nos revela que más del 50% de las y los mexicanos cree que está bien desobedecer a la ley cuando uno piensa que la Ley está mal; y un muy alto porcentaje también cree que es legítimo buscar justicia por sus propios medios cuando el sistema legal falla.
Estos datos se confirman mediante la recientemente presentada Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG, 2011), la cual muestra que la población, en su mayoría, percibe muy altos niveles de corrupción; empero, a diferencia de lo que comúnmente se cree, hay un porcentaje más alto de personas que creen que la corrupción se da más a nivel federal, que en los órdenes estatal o municipal.
Los problemas se agravan
De acuerdo con la citada ENCIG, 2011, las principales agendas de la presente administración resultan las peores evaluadas por la población. En efecto, el 69% de la población de 18 años y más que habita en localidades urbanas de más de 100 mil habitantes, considera que el principal problema del país es la inseguridad y la delincuencia.
Como segundo tema de preocupación se encuentra el desempleo, con un 54.6% de la población que lo asume como uno de los principales temas de preocupación en su entidad federativa.
En tercer sitio está el tema de la corrupción con un 52.5% de la población que piensa que es uno de los principales problemas de su estado; en cuarto lugar se encuentra la pobreza, con un 52.5% de la población que lo asume como su principal problema. Mientras que en quinto sitio se encuentra el Mal desempeño del gobierno, con un 27.4%.
Gobiernos corruptos
La población en nuestro país percibe a la corrupción como una práctica frecuente o muy frecuente en los tres órdenes de gobierno. En el nivel municipal o delegacional, tratándose del Distrito Federal, el 34.3% de la población asume que los actos de corrupción se dan de manera Muy frecuente; el 48.1% considera que la corrupción se presenta de manera Frecuente; el 13.9% cree que la corrupción se da de manera poco frecuente mientras que únicamente el 1.4% de los habitantes cree que nunca se da la corrupción.
En el nivel estatal el nivel percibido de corrupción es muy similar al que se presenta en el ámbito municipal o delegacional. En efecto, el 35.2% de la población cree que la corrupción es muy frecuente en la práctica del gobierno; el 47.8% asume que la corrupción se da de manera frecuente; el 13.2% piensa que se presenta de manera poco Frecuente, mientras que sólo el 1.2% piensa que no ocurre nunca.
Finalmente se encuentra el caso del Gobierno Federal. En este caso, el 37.6% de la población cree que la corrupción se da de manera Muy Frecuente (este es el porcentaje más alto pensando en los tres órdenes de gobierno); el 43.9% piensa que la corrupción se presenta de manera Frecuente; en contraste, el 13.5% piensa que se da de manera Poco Frecuente; y únicamente el 1.5% asume que la corrupción no se da nunca en este nivel gubernamental.
Los peores de todos
En los últimos años hay diversos estudios y encuestas que evidencian el enorme desprestigio de las instituciones del país, debido precisamente a la corrupción. La ENCIG, 2011 no es la excepción. En efecto, sus resultados muestran que el 66% de la población piensa que en la policía se dan actos de corrupción de manera Muy Frecuente; y el 25.6% cree que se dan de manera Frecuente; es decir, el 91.6% piensa que la policía –en todos su niveles- es definitivamente corrupta.
En segundo lugar, y como un fuerte llamado de atención, se encuentran los partidos políticos; sobre ellos, el 53.8% de la población cree que la corrupción se da de manera Muy Frecuente; y el 34.8% cree que se da de manera frecuente. En total el 88.6% de los habitantes cree que los partidos políticos son corruptos.
En el tercer peor sitio se encuentran los Diputados y Senadores con un 50% de la población que cree que entre ellos se da de manera Muy Frecuente la corrupción; por su parte, el 35.6% de la población cree que la corrupción se da de manera Frecuente. En total el 85.6% de los habitantes de localidades urbanas de más de 100 mil habitantes piensa que las y los diputados y senadores son corruptos.
En cuarto sitio se encuentran los Ministerios Públicos, ante los cuales el 43% de la población piensa que la corrupción se da de manera Muy Frecuente; y sobre ellos mismos, el 38.8% piensa que la corrupción es Frecuente; es decir, el 81.8% de la población piensa que las y los responsables de impartir justicia están corrompidos.
Llama la atención que el 64.7% de la población, es decir, dos de cada tres, piensa que las y los empresarios practican de manera frecuente o muy frecuente la corrupción; lo cual habla de que la percepción sobre este grave problema del país se ubica ya frente a todos los sectores y ámbitos de la vida pública.
La tramitología inútil
Uno de los grandes problemas que enfrenta nuestro país es lo que comúnmente se denomina como “la tramitología gubernamental”, la cual constituye, además de un obstáculo permanente para el desarrollo de al vida cotidiana de la población, un lastre para la competitividad económica, así como para la generación de un adecuado clima de negocios en el país.
El 77% de los más de 104 millones de usuarios de servicios en el país afirma que enfrentó diversos tipos de barreras al momento de llevar a cabo un trámite; mientras que el 47.7% declara que enfrentó asimetrías en la información relativa a su trámite, lo cual significa que no le dieron información correcta o no se les presentaron o se exhibió información incorrecta sobre los mismos.
Lo urgente
De acuerdo con la ENCIG, 2011, la población identifica diversas áreas de mejora prioritaria en sus municipios o delegaciones; por ejemplo, el 85.8% considera que la principal prioridad es mejorar el patrullaje o la presencia de la policía; el 80.1% piensa que la prioridad es la pavimentación y el bacheo; el 67.9% considera que es urgente mejorar el alumbrado público; el 57.8% cree que deben mejorarse sus parques y jardines; el 57.8% cree que lo prioritario es mejorar los sistemas de infracciones de tránsito, mientras que el 50.3% piensa que lo prioritario es mejora la recolección de basura.
*Columna publicada bajo el mismo nombre en el periódico Excélsior, 23-Octubre-2012, p.21
METODOLOGÍA |
La selección de los indicadores para elaborar esta investigación se apegó a los siguientes criterios: 1) provienen de fuentes oficiales o de organismos internacionales; 2) son datos con representatividad nacional; 3) son datos con rastreabilidad, con la misma metodología durante los últimos diez años.
(*) Este texto se elaboró con material del Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social