Los más pobres del mundo, quienes ya vivían con menos de dos dólares al día, se enfrentan con la pandemia a una crisis económica y social sin precedentes.
La ONU advierte que el coronavirus empujará “a la pobreza a unos 115 millones de personas, y aquellas que ya vivían con menos de dos dólares al día, más de 700 millones, serán afectados aún más profundamente”.
Lo anterior significa que la pobreza aumentará por primera vez en décadas. En este sentido, António Guterres, secretario general de la ONU, advierte que para las personas en pobreza, la pandemia de COVID-19 representa una doble crisis.
Efectivamente: desde antes de la pandemia ya eran los más pobres quienes tenían menor acceso a servicios de salud de calidad, quienes carecían de acceso a servicios básicos como agua, quienes no tienen protección social ni dinero.
Ahora, con los altos niveles de desempleo, con la crisis del sector salud y como la población más vulnerable ante el corovirus, su tragedia se duplica.
“Vivimos tiempos extraordinarios que requieren esfuerzos extraordinarios para luchar contra la pobreza. La pandemia exige medidas colectivas enérgicas. Los gobiernos deben acelerar la transformación económica invirtiendo en una recuperación ecológica y sostenible”, exhorta Guterres.
Asimismo, se ha advertido que las mujeres corren un mayor riesgo, pues viven en mayor probabilidad de perder su trabajo y menos acceso a la protección social. Esa protección social que es un elemento tan importante para los grupos vulnerables como las mujeres, los adultos mayores, los niños y las personas que laboran en la economía informal.
“La pandemia ha provocado que 150 millones de niños más vivan ahora en la denominada pobreza multidimensional, que examina no solo los ingresos familiares, sino el acceso a educación, salud, nutrición, vivienda o agua”, indica un estudio reciente de UNICEF y Save the Children.
El estudio prevé que al final del año la cifra de niñez en pobreza llegará a los 1,200 millones los niños pobres en todo el mundo: un 15% más que antes de la pandemia.
“Al menos un 45% de los niños en los 70 países analizados se vieron gravemente privados de alguna necesidad”, señala.
Los pronósticos indican que la situación empeorará en los próximos meses, por lo que los organismos internacionales exigen que se refuerce la protección social. Además recomiendan la generación de políticas fiscales distributivas y que se potencie la atención sanitaria de calidad para este grupo de población.
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