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COVID19 y pobreza: una mala conjunción

COVID19 y pobreza

El binomio crisis sanitaria y crisis económica mundial nos coloca en el peor escenario, uno de dimensiones todavía impensables para las realidades mexicanas en lo social, financiero, políticas públicas, gobernabilidad y derechos humanos.  Es aventurado aún visualizar numéricamente las consecuencias en vidas humanas y el impacto en la economía doméstica. Naciones Unidas advierte que este 2020 el mundo tendrá más de 265 millones de personas con hambre. En México, se visualizan 7 millones 800 mil en el presente inmediato. COVID19 y pobreza: una mala conjunción.

Por Judith Coronel. Sigue a la autora en Twitter en: @judithcoronelm

La emergencia previa a la pandemia por COVID 19, hacia evidente que a pesar de las buenas intenciones, en nuestro país, no había recursos públicos suficientes para atender los rezagos históricos. Las nuevas dinámicas nos hacen pensar que los recursos serán todavía más insuficientes.

La palabra “reconfiguración” es de uso cotidiano. Si la infraestructura hospitalaria se reconfigura para atender a los pacientes COVID, ¿por qué no habría de reconfigurarse el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020? Esa reconfiguración tendría que direccionarse a las políticas públicas para atender a la población en situación de pobreza y hacerse con enfoques en derechos humanos.

Combatir el hambre, la insuficiencia o precariedad alimentaria es el reto mayúsculo que enfrentarán la mayoría de los gobiernos del mundo por el “estado de alarma”. El gran debate, ahora que todo es grande -#ElGranConfinamiento y #LaNuevaGranDepresión-, son las fórmulas a seguir contra la #GranHambruna, una de la que no se tiene memoria.

Retorno a Keynes

Ya hay quienes revisan las fórmulas que dieron resultados en otras coyunturas de gravedad. Está la propuesta del economista británico John Maynard Keynes, con la que simpatizan los gobiernos de izquierda –pero que en situaciones emergentes es adaptada por los de derecha-. Se trata de la Teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en 1936, en una época dominada por la #GranDepresión del 1929. Periodo  posterior a la Primera Guerra Mundial.

Para los keynesianos es indispensable fomentar el ahorro para abatir el círculo vicioso en el que sin consumo no hay generación de empleos y sin empleo no hay consumo; un universo distópico, disruptivo, sin estímulos para la inversión, poco circulante y una economía concentrada. El planteamiento: incrementar el gasto público en la estimulación económica.

La otra fórmula, el Plan Marshall también conocido como European Recovery Program, para enfrentar la debacle económica de la Segunda Guerra Mundial. Bautizado así en nombre de George Marshall y diseñado por el Departamento de Estado estadunidense, fue concebido como estrategia para la reconstrucción de la infraestructura de las naciones aliadas y contener el avance del comunismo internacional. Se trató de un largo proceso, los crudos  inviernos y la escasez de alimentos agravaron la angustiosa situación de la población europea. 

El problema del hambre

¿Es posible subsanar el déficit alimentario en el mundo ante el cataclismo del COVID 19?  El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de ONU alertó que 265 millones de personas se encuentran en riesgo de muerte por hambre este 2020. En 2019, eran 135 millones de personas, es decir, la cifra escaló hasta duplicar.

En noviembre de 2019, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en el reporte del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe informó que en México 4 millones 700 mil personas se encontraban en condición de subalimentación. Sólo superado por Haití.

El director del Banco de Alimentos, Bernardo Landeros, alertó sobre el incremento en los índices de pobreza alimentaria. Afirma que 7 millones 800 mil personas pasan hambre durante el #GranConfinamiento. Esto es, de los 4 millones 700 mil previstos por la FAO para el 2020, habría un incremento de 3 millones 100 mil personas debido a la pérdida de fuentes de ingresos como saldo del COVID.

El Programa Campos de Esperanza (World Visión), señaló que 2 millones 500 mil niñas y niños trabajan en el sector agrícola y otras labores de alto riesgo, como es la fabricación de ladrillos, están en situación de pobreza, no cuentan con seguridad social ni alimentación suficiente.

Previo a la tormenta perfecta llamada COVID ya estábamos mal. La situación se ha puesto peor. Sólo para ilustrar:

Un duro contexto previo

  • Al concluir 2019, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), México tenía 126 millones 577 mil habitantes, con una esperanza de vida de 75.1 años.
  • El Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) en su encuesta Mujeres y Hombres 2018, informó que México cerró 2017 con una población de 123 millones 600 mil personas; 51.3 por ciento mujeres y 48.7 por ciento hombres.
  • En 2018, al menos 3 de cada 10 hogares en pobreza estuvieron encabezados por mujeres; y el 38 por ciento enfrentó pobreza alimentaria, según estableció el reporte Pobreza y género en México: hacia un sistema de indicadores del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
  • También en 2018, el mismo Coneval, informó que 52 millones 400 mil personas estaban en situación de pobreza, es decir, el 41.9 por ciento de la población; 9 millones 3 mil reportados en pobreza extrema, y un 57.3 por ciento de la población carecía de seguridad social.
  • En 2019, 42 millones 500 mil personas en Latinoamérica vivían sin poder alimentarse suficiente para desarrollar sus actividades; una de cada 10 habita en México. (FAO)
  • Sólo hasta 2015, de acuerdo con la Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), en México había 39.2 millones de niñas, niños y adolescentes de cero a 17 años, lo que representó 32.8% de la población.
  • Al menos 10 millones 500 mil eran niñas, niños con menos de cinco años;  22 millones 200 mil tenían entre 5 y 14 años en edad escolar y 6 millones 400 mil eran adolescentes entre 15 y 17 años.

Escasos recursos

El Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 fue por 6 billones 107 mil 732.4 millones de pesos; sin embargo, las consecuencias del COVID, la caída de los precios internacionales del petróleo, y la suma de debacles productivas permiten inferir que no habrá Ingresos Federales que permitan llevar a cabo las metas de gasto.

Inicialmente la Cámara de Diputados destinó a la Secretaría de Bienestar 8,365.3 millones de pesos (mdp) para tres programas insignia del gobierno actual: Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores; Pensión para el Bienestar de las personas con Discapacidad Permanente; y Sembrando Vida.

Para sentar las bases de la autosuficiencia alimentaria, asignó 11,000 mdp para el Programa de Producción para el Bienestar; 10,000 mdp para el de Precios de Garantía a Productos Alimentarios Básicos; 1,000 mdp al de Crédito Ganadero a la Palabra y 1,000 al de Fertilizantes.

Cuando sesionen para reconfigurar el Presupuesto, porque en algún momento lo harán, los diputados federales tendrán que tener claro que las políticas públicas resultantes de la reconfiguración presupuestal deberán tener rostro humano. La paz social no se construye con una población con hambre. Una población famélica podría ser cooptada por el crimen organizado que ya reparte despensas entre las personas más vulnerables.     

También puedes leer: “Panorama Social de México, 2019”

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