por Mario Luis Fuentes
Actualmente 75 de cada 100 habitantes viven en zonas urbanas; la cifra al año 2012 asciende a poco más de 81 millones de personas, de las cuales 33% carece de derechohabiencia en servicios de salud; 31% vive en condiciones de hacinamiento; 20% habita en casas sin excusado; mientras que 16% no cuenta con agua potable al interior de sus hogares. Si a ello se agregan los datos relativos de violencia, sin duda se trata de una complejidad creciente.
Nuestro país ha experimentado profundos cambios territoriales y demográficos en las últimas décadas. Todavía en la década de los 50 del siglo XX la población nacional se distribuía proporcionalmente en el ámbito rural y urbano. Esa estructura comenzó a modificarse de manera relevante en las siguientes décadas, para asumir un muy acelerado ritmo de urbanización a partir de la década de los 80 del siglo pasado.
En efecto, de acuerdo con los resultados definitivos del Censo de Población y Vivienda 2010, poco más de 72% de la población nacional (81.3 millones de personas) vive en 384 localidades urbanas que tienen más de 15 mil habitantes cada una, mismas que forman la columna vertebral del sistema urbano nacional.
De acuerdo con las proyecciones oficiales, se espera que para el año 2030 haya al menos 20 ciudades con más de un millón de habitantes cada una, lo que incrementará el grado de complejidad, tanto en el ámbito político-administrativo, como en los temas relacionados con la cuestión social .
Según el citado documento, Estado actual de las ciudades en México: El SUN (Sistema Urbano Nacional), se divide en dos subsistemas: el principal, que incluye a todas las ciudades con una población mayor a 50 mil habitantes y, el subsistema complementario en el que se encuentran todas las ciudades entre 15 mil y 49 mil 999 habitantes.
Tanto el SUN como el subsistema urbano principal son encabezados por la zona metropolitana (ZM) del Valle de México (una “metaciudad” con una población mayor a 20 millones de habitantes), le siguen en tamaño la ZM de Guadalajara y la ZM de Monterrey. En 2010, se identificó a la ZM del Valle de México como la quinta ciudad más grande del mundo”.
Por su parte, de acuerdo con los Índices de Marginación Urbana, 2010, el Conapo el Sistema Urbano Nacional está integrado por once “ciudades grandes”, en las cuales habitaban en el 2010 al menos 41.4 millones de personas, es decir, la mitad de la población urbana se concentra en el 3% de las ciudades del país. Entre ellas está la ya señalada ZM del Valle de México, además de 10 ciudades que tienen entre uno y cinco millones de personas.
Hay además 84 “ciudades medias”, en las cuales viven 30.4 millones de personas, equivalentes al 37.5% de la población urbana del país. Dentro de las ciudades medias hay 22 que tienen entre 500 mil y menos de un millón de habitantes; así como 62 que tienen entre 100 mil y menos de 500 mil habitantes.
Por último, hay 289 “ciudades “pequeñas”, en las que viven 9.4 millones de personas; de estas ciudades, 40 tienen entre 50 mil y menos de cien mil habitantes, mientras que 249 tienen poblaciones que van de los 15 mil a menos de 50 mil habitantes.
Marginación, desigualdades y problemas ambientales
Según el diagnóstico de la Sedesol-Unhábitat, en México cada año se establecen alrededor de 90 mil hogares en “zonas no aptas” para la vivienda, lo cual contribuye a continuar profundizando las desigualdades pues, paradójicamente, ahí en donde el terreno tiene menor valor y es el único que pueden conseguir los más pobres, es a donde más cuesta llevar los servicios elementales.
De acuerdo con la Semarnat, en las ciudades de todo el país se recolecta sólo 90% de los residuos generados; de ellos, sólo el 4% es sometido a algún proceso de reciclado, porcentaje que contrasta con lo que ocurre en Europa, en donde se logra procesar más de 30% del total de la basura que se genera.
Adicionalmente, el crecimiento de las manchas urbanas puede dimensionarse también a través del crecimiento que ha tenido el número de Áreas Geoestadísticas Básicas Urbanas (AGEB) en los últimos 10 años. Según los datos del Conapo, el número de AGEB urbanas pasó de 25 mil 485 en el año 2000, a un total de 33 mil 713 en el año 2010.
Lo sorprendente de los datos oficiales es que, aun cuando estadísticamente los avances en todos los indicadores pueden considerarse como significativos en los últimos 10 años, éstos se han dado a un ritmo muy lento y no corresponden con el monto de recursos que se han invertido como parte de los fondos para infraestructura social a lo largo de la década.
En este contexto, es pertinente señalar que del total de AGEB urbanas que hay en el país, 3 mil 84 son clasificadas como de muy alto grado de marginación; mientras que 7 mil 416 son consideradas como de alto grado de marginación; es decir, en las ciudades del país, 31.15% —una de cada tres— de las AGEB urbanas viven con alta o muy alta marginación.
En términos poblacionales, lo anterior implica que hay 19 millones 347 mil 695 personas que viven en entornos de muy alta o alta marginación; esto es equivalente a prácticamente la cuarta parte de quienes viven en ámbitos urbanos, los cuales se ven obligados a lidiar todos los días con la carencia de los servicios más indispensables para llevar una vida en dignidad.
El citado Índice de Marginación Urbana 2010, mide 10 variables. De ellas, los resultados de la estimación en el año señalado son los siguientes: 3.82% de las niñas y niños que tienen entre 6 y 14 años de edad y que habitan en ciudades, no asisten a la escuela, un dato que implica casi 750 mil menoress en el grupo de edad señalado fuera del sistema educativo; esto sin considerar a quienes no tienen acceso al preescolar o al bachillerato.
En las ciudades de México uno de cada tres personas mayores de 15 años se encuentra en condición de rezago educativo, es decir, no ha logrado terminar los estudios básicos; adicionalmente, un 33.06% de los habitantes de las localidades urbanas del país no son derechohabientes de ningún sistema de salud.
Asimismo, hay un 16% de las viviendas del sistema urbano nacional, que carecen de drenaje conectado a la red pública; 2.66% carece de excusado conectado al agua o a fosa séptica; 20.7% carece de agua al interior de sus muros; 3% de las viviendas urbanas tiene piso de tierra; 31.7% presenta algún grado de hacinamiento, mientras que en el 10% de las viviendas no hay refrigerador.
Una compleja dinámica en los estados
De acuerdo con el Conapo, en el 2010 había cuatro estados que concentraban a 40% de las AGEB urbanas en condiciones de muy alta o alta marginación; ellas son: Estado de México con mil 607 AGEB en esa circunstancia; Veracruz, con 971 AGEB; Puebla, con 820 AGEB; y Guerrero, con 697 AGEB.
Hay otras cinco entidades que concentran 25% del total de las AGEB en condiciones de alta o muy alta marginación: Jalisco, con 575 AGEB en los niveles señalados; Michoacán, con 568; Guanajuato, con 521; Chiapas, con 503 y Oaxaca, con 436.
En este marco, destaca que Guerrero se encuentra en el peor lugar nacional en cuanto a marginación en general, y marginación urbana en particular se refiere. En efecto, según el Conapo, 61% de los habitantes de zonas urbanas de Guerrero se encuentran en alto o muy alto grado de marginación; en segundo lugar destaca que Tlaxcala ya se ubica al mismo nivel de Chiapas, con 59% de sus poblaciones urbanas viviendo en AGEB de alta o muy alta marginación.
Le sigue Oaxaca, con 56% de sus habitantes de localidades de más de 15 mil habitantes en condiciones de alta o muy alta marginación; Veracruz, con 43%; Estado de México y Morelos, con 39%; Michoacán, con 38%; Campeche, con 36%, e Hidalgo, con 31%.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 21- Enero- 2014, p.21
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