De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), 422 millones de personas en el mundo tienen diabetes. ¿Qué es? ¿Cuántos tipos hay? ¿Se puede prevenir? Aquí te lo decimos.
Esta enfermedad es definida como un padecimiento crónico que aparece cuando el páncreas no produce una cantidad suficiente de insulina (hormona que regula el azúcar en la sangre) o el organismo no utiliza de forma eficaz la que produce. Cuando la diabetes no es controlada aparece la hiperglucemia (aumento de azúcar en la sangre) y ésta daña con el paso del tiempo muchos órganos y sistemas del cuerpo humano.
Existen dos tipos principales de diabetes
La OMS señala que la diabetes de tipo 1, también llamada insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia se caracteriza por la falta de producción de insulina (las causas o factores que provocan la diabetes tipo uno siguen siendo desconocidos y las estrategias de prevención se tornan ineficaces por el momento). Los principales síntomas consisten en excreción excesiva de orina, sed, hambre constante, pérdida de peso, trastornos visuales o cansancio.
La diabetes de tipo dos, no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta, se debe a una utilización ineficaz de la insulina por el organismo. El peso excesivo y la inactividad física están entre las principales causas de la enfermedad.
Los síntomas son realmente parecidos a los de la diabetes tipo 1, pero se presentan de una manera menos intensa; por tanto, es complicada de diagnosticar o el diagnóstico se presenta después de un largo periodo de tiempo.
Las mujeres con diabetes gestacional y sus hijos corren un mayor riesgo. La diabetes gestacional es el tercer tipo de diabetes (ésta se caracteriza por la aparición de hiperglucemia, que se define como un aumento de azúcar en la sangre) durante el embarazo. Los valores son superiores a los normales, pero inferiores a los establecidos para el diagnóstico de dicha enfermedad.
¿La diabetes se puede prevenir?
En su estudio “Prevención de la Diabetes Mellitus”, la OMS indica que la diabetes tipo 1 se presenta en personas genéticamente susceptibles, es decir, que al tener algún pariente en primer grado con esta enfermedad aumenta notablemente el riesgo de contraer la enfermedad. También está vinculada a algunos factores desencadenantes de naturaleza ambiental, por ejemplo: factores ambientales como las diferencias étnicas y geográficas y los factores inmunitarios.
Estrategias para la prevención primaria de la diabetes tipo I limitadas a personas de alto riesgo:
- Prevención primaria (verdadera), mediante la privación de proteínas de leche de vaca en periodo neonatal y los primeros meses de vida.
- Administración de sustancias que eliminan radicales libres, como la nicotinamida.
- Dar descanso a las células beta, mediante la insulinoterapia temprana.
- Estimular el desarrollo de tolerancia a las antígenos, mediante la insulinoterapia temprana o administración de antígenos orales.
- Inmunosupresión o inmunomodulación.
Las personas con mayor riesgo de contraer diabetes tipo 2 son aquéllas que tienen intensos antecedentes familiares de diabetes tipo 2, en especial si la enfermedad aparece en la juventud; las que han pasado de un modo de vida tradicional a otro; personas con antecedentes de diabetes en el embarazo o haber dado a luz criaturas con peso excesivo, y las que presentan otras manifestaciones del síndrome metabólico crónico (hipertensión u obesidad).
¿Qué podemos hacer?
Por otro lado, la Secretaría de Salud menciona seis puntos clave para la prevención de diabetes tipo 2:
- Evitar el consumo excesivo de grasas, azúcares y sal.
- Incrementar consumo de frutas, verduras y cereales integrales.
- Consumir al menos 2 litros de agua simple potable al día.
- Realizar al menos 30 minutos de actividad física diariamente.
- Mantener un peso saludable y una circunferencia de la cintura menor de 90 centímetros en el caso de los hombres y menor de 80 centímetros en las mujeres.
- Realizar determinaciones de glucosa en sangre periódicamente.