Durante la administración del Presidente Enrique Peña Nieto el PIB creció 2.4 % anualmente. Asimismo, se crearon 650 mil empleos formales cada año; se calcula que por cada empleo formal surge uno en el sector informal. Por lo que cada año, se habrían sumado, al mercado laboral, más de un millón de mexicanos. Durante el primer año de la administración López Obrador, el crecimiento fue de cero puntos y durante el segundo, se espera una caída de al menos seis puntos del PIB. Se perderán más de un millón de empleos en la economía formal y otro tanto en la informal. Estos son algunos datos del marasmo económico que se ha generado en los últimos meses.
Por Jorge Federico Márquez Muñoz. Puedes seguir al autor en Twitter: @jorgemarquezmun
En la segunda mitad de abril, el gobierno de López Obrador colocó bonos de deuda pública y los tuvo que ofrecer a una tasa muy superior en comparación a la de los bonos que colocaba el gobierno anterior. Todavía en enero de este año, la tasa fue de 3.3 y la de los bonos colocados en abril osciló entre 3.9 y 5.5. El peor trato que los mercados internacionales le dan al actual gobierno deriva de la pérdida de confianza de los acreedores.
También relacionado con la deuda pública, cabe mencionar que la que dejó el gobierno que concluyó en 2018, equivalía al 53.6% del PIB y en la actualidad no deja de aumentar estrepitosamente, de tal suerte que al finalizar el año superará el 60%. La mayor parte de este endeudamiento se debe a la contracción del PIB; es decir, no ha sido deuda para repartir dinero a los mexicanos ni para infraestructura ni… es simplemente dinero que se ha esfumado.
En tiempos del COVID19, mientras la mayoría de los gobiernos están usando su capacidad de endeudamiento para afrontar la crisis económica derivada del confinamiento, de “poner en coma” a la economía, el gobierno mexicano, se endeuda más a cambio de nada. La mayoría de los países han instaurado planes para evitar el desplome y para reactivar la economía. De ahí que Estados Unidos, Canadá e Italia tengan planes que equivalen a más del 20% de su PIB, sin importar que esto implique un enorme endeudamiento público. El plan en Francia y España gira alrededor del 17%; en Reino Unido, Alemania y China, equivale, aproximadamente, al 10%; Brasil y Perú tienen planes de más de 8 puntos. El plan en México es de 1%.
Nuestro gobierno se endeuda caro y por motivos equivocados -¡era necesario perder la confianza de los inversionistas-; en cambio, cuando hay motivo, decidimos no endeudarnos. El resultado: caída estrepitosa del PIB, desempleo y malas perspectivas de recuperación, porque la confianza perdida no regresará pronto. ¿En que se traducirán, social y políticamente, las escandalosas tasas de desempleo entre los jóvenes?
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