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Democracias 2023: ¿erosión o reversión?

Según el extraordinario libro “Backsliding: Regresión democrática en el mundo contemporáneo”, de Stephan Haggard y Robert Kaufman, se encuentran en erosión democrática Bolivia, desde 2007; Brasil desde 2016; Dominicana, 2014; Ecuador, 2009; Grecia, 2017; Hungría, 2011; Polonia, 2016; y Estados Unidos, 2016.

Escrito por: Sergio González Muñoz

Se clasifican en franca reversión: Rusia, desde 2000 y Zambia, desde 2016. Y se consideran democracias erosionadas primero y ahora en reversión: Macedonia, 2010 y 2012; Nicaragua 2005, 2008; Serbia 2013, 2017; Turquía 2010, 2014; Ucrania 2010, 2014; Venezuela 1998, 2006.

Publicado recientemente por la editorial de la Universidad de Cambridge, se trata de un libro que hay que revisar entero, pues aborda este carcinoma político global con acierto metodológico y datos relevantes. Es un texto que hay que considerar para desentrañar oportuna y precisamente esta pulsión antidemocrática que avanza por todo el planeta. Inaugura, formaliza, refuerza y/o proyecta una nueva subdisciplina o subespecialidad científica en toda forma, inimaginable hace apenas 10 años.

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La investigación es sumamente documentada y llena de citas relevantes y remisiones a textos correlativos que pintan de cuerpo entero el estado del arte en la materia. Presenta una propuesta muy seria de concepto del fenómeno, de los mecanismos por los que discurre y los efectos que busca y alcanza. Propone también una robusta metodología para iniciar una métrica y una taxonomía que permitan reconocer desde la ciencia y, en su caso atemperar desde la acción, esta tendencia perniciosa.

Para los autores, la regresión es una estrategia que transita de inicio por los mecanismos tradicionales del expediente democrático-electoral para subvertirlo y traicionarlo después, logrando un retroceso a épocas o sistemas autoritarios.

Significa el deterioro gradual o incremental, a veces inadvertido por grandes sectores de la sociedad, de las instituciones, reglas y normas democráticas, que resultan de la actuación deliberada de un gobierno electo democráticamente, típicamente conducido por un liderazgo autocrático.

Esto es resultado, señalan, de una compleja cadena causal. De inicio, la polarización política, que fractura sociedades. Posteriormente, la división, que desdibuja el centro, logra la elección de autócratas convencidos(as) de que el control mayoritario o la captura del parlamento es fundamental para promover el colapso de la división de poderes.

Esto a su vez, empodera aún más al o la dirigente y desorienta y desorganiza a las oposiciones, a las que la o el líder niega toda legitimidad. Mientras tanto, afirman, se reescriben las leyes que regulan el poder judicial, se desestiman los servicios profesionales o civiles del gobierno y se cede el control de partes del territorio a los barones de la guerra, caciques locales o bandas criminales. Todo esto, siempre satanizando y/o estigmatizando grupos enteros de la sociedad, de la economía y de la política.

El deterioro, alegan, tiene dos graduaciones. Puede suceder al interior de un régimen que permanece democrático, lo que llaman erosión; o puede resultar en el arribo a un sistema autoritario, a lo que denominan reversión.

Afirman que, ya en el poder ejecutivo, ese liderazgo busca, además, lesionar o derribar tres pilares fundamentales de las democracias modernas: la integridad y autenticidad de las elecciones y su supervisión; los derechos fundamentales y sus garantías; y la rendición de cuentas (pesos y contra pesos).

Más adelante, Kaufman y Haggard presentan su definición de polarización como el proceso mediante el que las élites políticas y la sociedad en general van dividiéndose más y más en materia de políticas públicas, ideología y claro, simpatía partidista.

Esto a su vez, explican, confirma la pulsión de asociar esas opciones políticas o ideológicas con una especial concepción “mayoritaria” del régimen democrático, generalmente identificada con el populismo, movimiento que se apropia de la vocería de “el pueblo”, cuyos dirigentes se asumen como representantes legítimos de la “voluntad popular”.

Encima, se deja correr el mantra de “ellos contra nosotros”, lo que separa también en asuntos de identidad, inclusive. En consecuencia, promueven una relación con sus fieles sin mediaciones, como el Congreso o los partidos, desfigurando la democracia a la que protestaron servir.

La polarización, alegan, prepara el escenario para el retroceso de tres maneras concurrentes. Afecta el funcionamiento del gobierno y crea desafecto y desconfianza hacia la democracia; facilita la escucha de convocatorias antisistema de líderes, partidos y/o movimientos sociales de esa orientación; y provoca determinada tolerancia de las élites y de la sociedad hacia ciertas desviaciones o derogaciones parciales de los componentes democráticos del sistema político.

Al ingresar a la métrica del “Backsliding” global, los autores reconocen 4 sistemas de seguimiento. El de la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist; los índices de libertad en general de Freedom House; el Polity Project, del Centro para la Paz Sistemática, que monitorea la conducta política en los países y que reporta sobre el estado de la violencia política y el peligro de Estado fallido.

Finalmente, los estudios de la organización V-Dem (Variedades de Democracia) que es un nuevo acercamiento para la conceptualización y medición de la democracia, producto de una colaboración entre más de 30 académicos de todo el mundo, organizada conjuntamente por el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Gotemburgo, Suecia, y el instituto Kellogg de la Universidad de Notre Dame, en los Estados Unidos.

Proponen su propio método, aunque basado fundamentalmente en los datos de V-Dem de 1974 a 2017.  Con una métrica explicada ampliamente, encontraron 29 casos de Backsliding, pero al aplicar varias medidas de control, la lista se redujo al listado de 16 países del inicio de esta colaboración, clasificados como en erosión, en reversión o en ambas, sucesivamente.

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Frase clave: Democracias en erosión, Democracias en reversión, tipos de Democracias.

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