La pandemia de COVID-19 ha acaparado, por su gravedad, la mayor atención en la sociedad mexicana; sin embargo, hay otros brotes e incremento en el número de casos de enfermedades infecciosas; por eso no debe dejar de señalarse que dengue y sarampión son otras amenazas para la sociedad mexicana.
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El dengue es una enfermedad provocada principalmente por la picadura del mosquito aedes aegypti. Se trata de una de las enfermedades que en mayor medida se asocia a la pobreza, pues la prevalencia y tasa de contagio están asociadas a los determinantes sociales de la salud, principalmente a condiciones de marginación y ausencia de servicios de saneamiento.
En los últimos meses, las estadísticas del Sector Salud muestran un preocupante incremento en el número de casos de personas infectadas con el virus que causa el dengue, lo cual se ubica en un contexto mundial en el que no se han logrado avances significativos en la reducción de esta enfermedad. En efecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sostiene:
“Según una estimación reciente, se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año (intervalo creíble del 95%: 284 a 528 millones), de los cuales 96 millones (67 a 136 millones) se manifiestan clínicamente (cualquiera que sea la gravedad de la enfermedad). En otro estudio sobre la prevalencia del dengue se estima que 3,900 millones de personas, de 128 países, están en riesgo de infección por los virus del dengue”.[1]
Para nuestro país, los datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, muestran que en hasta la semana 12 del 2020, se han confirmado 1,058 casos de dengue no grave, cifra superior a los 664 casos confirmados en el mismo periodo del 2019; es decir, en la comparación anualizada, en 2020 tenemos 59.3% más casos respecto de los primeros tres meses del año pasado.
Si lo anterior es ya de por sí delicado, en el caso del dengue con signos de alarma el incremento es mucho mayor, pues mientras que en las primeras 12 semanas de 2019 se confirmaron 342 casos, en el 2020 se llegó ya a un registro de 909 casos, es decir, un incremento de 162.8%, y si bien es cierto que este dato podría reducirse una vez que se descarten los casos no confirmados, también lo es que la tendencia indica un incremento relevante.
Lo mismo ocurre con los casos de dengue grave, de los cuales se confirmaron 66 casos en las primeras 12 semanas del 2019, y respecto de los cuales el conteo preliminar de la Secretaría de Salud es de 236, es decir, un incremento de 242%, lo cual, amén de que deberá confirmarse, también implica una muy importante tendencia creciente.
Finalmente, sobre este tema, es relevante decir que, de acuerdo con las estadísticas sobre mortalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), siguiendo la Clasificación Mexicana de Enfermedades, entre los años de 1998 y 2018, se han registrado 1,109 defunciones por los tres tipos de dengue que existen. Esto hace un promedio anual de 52 casos, que de acuerdo con una mirada inexperta pudieran ser considerados como “pocos”; pero dado que se trata de una enfermedad que simplemente debería estar erradicada, el único indicador razonable es 0.
El peligroso sarampión
Por otra parte, en el caso del sarampión, la Secretaría de Salud informa de 862 casos confirmados hasta la semana 12 de este 2020; la cifra es 175 casos superior a los registrados en el mismo periodo del 2019, lo que significa un incremento de 25.4% en los primeros tres meses de este año.
Sin embargo, lo preocupante es que, si el promedio semanal de casos confirmados en el periodo 2015-2019 es de 57 casos; sin embargo, en la semana 12 de este año se confirmaron 217 casos, es decir, 280.7% superior al promedio semanal registrado en los últimos cinco años.
Destaca que, del total de casos contabilizados en el 2020, la Ciudad de México concentra la mayor suma, con 238; le sigue Guanajuato, con 93; en tercer sitio se ubica el Estado de México con 74; Nuevo León en cuarto sitio con 54; y en quinto lugar Veracruz, con 38.
En este caso, debe subrayarse las bajas coberturas de vacunación que se han alcanzado en los últimos años; y el abandono en que se ha tenido al Sector Salud en términos de recursos, pero también la falta de compromiso social y ético que se ha tenido para fijar como prioridad irrenunciable del Estado mexicano alcanzar coberturas universales de vacunación.
Finalmente, también es importante decir que la tasa de contagio del sarampión, respecto de población no inmunizada, puede ser hasta cinco veces superior a la que registra, por ejemplo, el Covid-19; por eso urge recuperar al Programa Nacional de Vacunación como política del Estado, y garantizar que este padecimiento sea erradicado de nuestro país en el corto plazo.
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[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dengue-and-severe-dengue
[…] “Según una estimación reciente, se producen 390 millones de infecciones por dengue cada año (intervalo creíble del 95%: 284 a 528 millones), de los cuales 96 millones (67 a 136 millones) se manifiestan clínicamente (cualquiera que sea la gravedad de la enfermedad). En otro estudio sobre la prevalencia del dengue se estima que 3,900 millones de personas, de 128 países, están en riesgo de infección por los virus del dengue”.[1] […]
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