La igualdad es un derecho humano reconocido en distintos instrumentos internacionales de derechos humanos y normas jurídicas nacionales. Todos los Estados tienen el deber de reconocer, proteger y garantizar el derecho a la igualdad de todas las personas, quienes nacemos libres e iguales en dignidad y derechos. Las mujeres no queremos más derechos que los hombres ni sustituirlos o “ser” hombres. Las mujeres queremos ser mujeres, pero con derechos y oportunidades iguales a los de los hombres. Y de eso trata la igualdad entre mujeres y hombres y la igualdad de género. Iguales en derechos pero diferentes.
Escrito por: Ana Luisa Nerio Monroy
La igualdad legal o formal que existe en el papel, no siempre se corresponde con la igualdad real o sustantiva. Es decir, el verdadero disfrute de los derechos humanos no es igual para todas las personas. ¿Debería serlo? Como principio ético o valor universal sí. Todas las personas deberíamos poder gozar de todos los derechos, tomando en cuenta claro, nuestros contextos culturales. Eso no significa que en razón de usos y costumbres se trate de manera desigual, por ejemplo, a mujeres y hombres.
Te invitamos a leer: FEMINISMO EN LAS URNAS
La igualdad real o sustantiva requiere para su realización que se presente otro tipo de igualdad: la de oportunidades. De nada sirve que la ley diga que todas las personas tenemos derecho a la educación si la escuela más próxima a la comunidad donde yo vivo está a 1 hora caminando y no hay transporte ni caminos. Mi oportunidad de ejercer y gozar el derecho se ve limitado. Poca trascendencia tiene en la vida real que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establezca en su artículo 4 la igualdad en el derecho a la salud si no tengo acceso económico o físico a servicios de salud de calidad y con calidez y a los medicamentos que requiero.
La igualdad como principio ético y valor es una aspiración. ¿En verdad todos y todas debemos ser iguales? ¿Iguales para qué? ¿Para tener un celular, un automóvil, una casa?, ¿Quiero ser igual al resto de las mujeres? No. La igualdad que quiero es la de oportunidades y derechos, quiero la igualdad como no discriminación y como forma de no ser limitada o restringida en el acceso a oportunidades por el hecho de ser mujer.
El derecho a la igualdad, no es ese que se limita a lo jurídico o formal, pues entonces se vacía de contenido y resulta al final bastante lejano; es uno en el que se reconozca el derecho a la diversidad y a la diferencia. Que valore la riqueza cultural sin que por ello se piense que nada puede cambiarse o modificarse cuando resulta evidentemente violatorio de los derechos humanos. La progresividad de los derechos humanos, entre éstos el derecho a la igualdad, es claro en ello. Los derechos evolucionan y los pueblos y culturas deben caminar rumbo a una mayor protección de las personas, su dignidad y derechos. Y junto con la igualdad, si hablamos de oportunidades no podemos dejar de pensar en la equidad, principio de justicia social que implica tomar en cuenta las desventajas sociales, económicas, políticas, entre otras, que algunas personas tienen y por tanto se requiere “nivelar” para poder ejercer la igualdad real.
Mujeres y hombres somos iguales en dignidad y derechos, pero la historia de la humanidad y la forma en que se ha construido el sistema patriarcal han colocado a las mujeres en una situación de gran desigualdad. Las mujeres no queremos ser iguales a los hombres. Las mujeres no queremos sustituir o “ser” hombres. Las mujeres queremos ser mujeres, pero con derechos iguales a los hombres tomando en cuenta que, aunque la biología nos hace distintas(os), los derechos que tenemos en tanto personas son los mismos. Reconociendo también, que por nuestro sexo en algunos casos requerimos derechos específicos (me refiero por ejemplo a la salud reproductiva y maternidad), sin que por ello se considere que las mujeres somos privilegiadas o queremos tener más derechos que los hombres
Ni más ni menos derechos, los que nos corresponden por nuestra dignidad y pertenencia a la humanidad.
Tambien podria interesarte: Los jóvenes del “Orgullo Gay”