por Mario Luis Fuentes
De acuerdo con los registros oficiales, al mes de agosto del 2016 había consignados, en el Registro Nacional de Personas No Localizadas y Desaparecidas, un total de 24,288 casos en el fuero común y 794 casos en el fuero federal. Frente a estos datos, la oficina del Alto Comisionado de los Derechos humanos califica a este delito como parte de la “historia universal de la infamia”
El informe sobre desapariciones forzadas en México, presentado en 2013 por la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, tiene una introducción demoledora. Por lo duro de su redacción se cita de manera textual: “En la ominosa lista de aportes latinoamericanos al catálogo contemporáneo de la historia universal de la infamia destaca, sin lugar a dudas, el uso extendido y sistemático de mecanismos de represión estatales que incluso obligaron a acuñar un nombre propio para denunciarlos y combatirlos. Nos referimos a la desaparición forzada”
Hoy, 30 de agosto, se conmemora el “Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas”, y en él es importante destacar la grave situación que, con base en la información generada por tres instancias internacionales, prevalece en nuestro país, como producto del clima de violencia generalizada que se ha construido desde que inició la llamada “guerra contra el narcotráfico”.
Particularmente, ante los horribles hallazgos de la prisión de Piedras Negras, la cual fungía literalmente como un “campo de desapariciones forzadas”, y de las fosas recientemente encontradas en el estado de Morelos, el tema cobra especial vigencia debido a la angustia, dolor y desesperación de miles de familias que tienen a uno o varios de sus integrantes en calidad de “desaparecidos”.
El informe 2013
El informe arriba citado documentó que en 2011, 24 entidades de la República no habían tipificado aun el delito de “desaparición forzada” u otros análogos.
Esta situación, de acuerdo con el informe de la ONU, dificulta la toma de conciencia de los gobiernos y las autoridades judiciales locales, respecto de la gravedad y magnitud que tiene este fenómeno en el país; a la par de que deja en total estado de indefensión a las víctimas de ese crimen.
De acuerdo con la información presentada por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos, en el 2011 ya se tenía registro de una tendencia aceleradamente creciente de casos de personas víctimas de desapariciones forzadas, y de acuerdo con información recabada entre organizaciones de la sociedad civil, la cifra en ese año ya ascendía al menos a 3 mil personas.
El Informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos
En el año 2015, el Informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, relativo a la situación de los derechos humanos en México, hizo especial énfasis en distintos fenómenos, y entre ellos, precisamente el de las desapariciones forzadas.
En este informe la CIDH sostiene: “Durante la visita (a México), la CIDH pudo constatar que la desaparición de personas en grandes extensiones del territorio mexicano ha alcanzado niveles críticos. Las cifras y los testimonios que la CIDH ha recogido dan cuenta también de secuestros a manos de grupos de delincuencia organizada. El fenómeno de la desaparición forzada de personas ha ocurrido en México en diferentes momentos y con diversas intensidades, como en los años 60s en el contexto de la llamada “guerra sucia” hasta finales de los 80 y actualmente ha aumentado en forma dramática en el país”.
De acuerdo con la información recabada por la CIDH, las cifras oficiales muestran un incremento de 22,322 personas no localizadas o desaparecidas contabilizadas en 2014, a una cifra de 26,798 en septiembre del año 2015.
Asimismo, la CIDH afirma que a pesar de los datos, la CNDH ha argumentado que lamentablemente en México se carece de un registro confiable de estadísticas relativas a la desaparición o no localización de las personas, lo que agrava la situación e impide tener un adecuado diagnóstico en la materia.
Otros informes relevantes
De acuerdo con Amnistía Internacional y con Human Righst Watch, en México el problema de las desapariciones forzadas forma parte de un amplio catálogo de prácticas violatorias de los derechos humanos, por lo que es necesario entenderlas en su contexto; tales fenómenos son: a) la impunidad; b) la violencia y criminalidad que caracteriza al narcotráfico y otras formas de delincuencia organizada; c) Tortura y tratos crueles por parte de autoridades policiales y ministeriales; d) ejecuciones extrajudiciales; d) violencia contra mujeres, niñas y niños; y d) ataques constantes al periodismo y la libertad de expresión.
La información oficial
El Gobierno de la República creó y puso en línea el Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (https://rnped.segob.gob.mx/). Consultado el día 29 de agosto, en este sistema se tenía un registro de 24,288 casos de personas cuyas denuncias por su desaparición o no localización forman parte de averiguaciones iniciadas en el fuero común, y de 794 casos en el fuero Federal.
En ese mismo sentido destaca la base de datos que presentó la Procuraduría General de la República respecto de la desaparición de personas, tanto voluntaria como en el supuesto de desapariciones forzadas; en esta base, entre los años de 2014 y hasta junio del 2015, había 597 casos de desapariciones de hombres y de 233 casos de mujeres; de esta cifra, 95 casos corresponden a denuncias por desaparición forzada de hombres y 11 casos por desaparición forzada de mujeres.
Al mes de junio del 2015, entre quienes fueron desaparecidos de manera involuntaria, ninguna de esas personas había sido encontrada con vida.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 30-Agosto- 2016, p.14