Cada tercer jueves de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Filosofía, un momento destinado a reflexionar sobre la importancia de esta disciplina en la construcción de una sociedad justa, consciente y orientada hacia la paz. Establecido por la UNESCO en 2005, este día resalta el valor de la filosofía en la vida cotidiana, su papel fundamental en la formación de ciudadanos críticos, y su capacidad para fomentar la comprensión intercultural. En México, la conmemoración de este día adquiere un sentido profundo, especialmente en la Ciudad de México, donde la Constitución establece el derecho de sus habitantes a recibir educación filosófica desde los niveles básicos. Este artículo explora por qué la filosofía es esencial para la sociedad mexicana y argumenta la necesidad de fomentar una mayor oferta de estudios filosóficos en el país.
México Social / Redacción
La educación filosófica en la Ciudad de México: un derecho constitucional
La Constitución de la Ciudad de México, promulgada en 2017, establece el derecho a recibir una educación integral que incluya la enseñanza de la filosofía desde la educación básica. Este hecho representa un hito no solo en el contexto nacional, sino en el internacional, al reconocer la importancia de la formación filosófica desde una edad temprana. Este derecho, que podría parecer una simple formalidad para algunos, es en realidad una apuesta valiente y necesaria en favor de una ciudadanía crítica, informada y con capacidad para discernir, analizar y debatir.
¿Por qué resulta esencial que la filosofía esté presente en los planes educativos desde una etapa temprana? La filosofía enseña a cuestionar, a no dar por sentado aquello que se nos presenta como verdad absoluta, y a buscar argumentos sólidos para nuestras creencias y opiniones. Al aprender filosofía, los niños y jóvenes desarrollan habilidades de razonamiento lógico, reflexión ética y pensamiento crítico, que son fundamentales en un mundo donde la información fluye constantemente y la manipulación de opiniones está al orden del día. Además, en un país con altos niveles de desigualdad y violencia como México, la filosofía puede funcionar como un medio para la comprensión de la dignidad humana y la justicia, contribuyendo a la construcción de una sociedad más incluyente.
La filosofía como herramienta para formar ciudadanos críticos y reflexivos
Una de las críticas comunes hacia la filosofía es que se percibe como una disciplina abstracta y poco práctica, relegada a las aulas universitarias o los círculos académicos. Sin embargo, la filosofía aborda cuestiones universales que afectan a todos: ¿Qué es la justicia? ¿Qué significa vivir bien? ¿Cómo debemos relacionarnos con el medio ambiente? Preguntas que no solo tienen relevancia en un aula, sino que tocan la vida de todos los ciudadanos. La filosofía enseña a examinar nuestros valores, a interrogar nuestras acciones y, en última instancia, a construir una sociedad más ética.
Un ciudadano con formación filosófica está mejor preparado para identificar falacias, entender los puntos de vista opuestos y encontrar soluciones éticas y creativas a los problemas de su entorno. Esto es crucial en México, donde los problemas sociales requieren una comprensión profunda y un enfoque orientado a la búsqueda del bien común. La educación filosófica no solo beneficia al individuo, sino que enriquece a la comunidad al fomentar la creación de un ambiente de respeto mutuo, diálogo y responsabilidad.
La necesidad de más espacios para la enseñanza de la filosofía en México
A pesar de la creciente conciencia sobre la importancia de la filosofía en la educación, en México, esta disciplina aún no cuenta con la infraestructura y el respaldo necesario para prosperar en el sistema educativo. En gran parte de los estados, la enseñanza de la filosofía se limita a un breve periodo dentro de la educación media superior, y las oportunidades para cursar estudios de filosofía a nivel universitario son limitadas. Esta falta de acceso restringe las posibilidades de los jóvenes para formarse como pensadores críticos, limita el número de profesionales dedicados a la filosofía y reduce la presencia de esta disciplina en el ámbito cultural y académico del país.
En este sentido, es fundamental que el sistema educativo mexicano fortalezca la enseñanza de la filosofía desde la educación básica y promueva la creación de programas especializados en niveles universitarios. Esto implicaría no solo aumentar el número de escuelas y universidades con oferta de estudios filosóficos, sino también crear espacios de reflexión y discusión accesibles a la comunidad en general, tales como seminarios, foros y cursos abiertos al público.
Fomentar la filosofía también contribuiría a que México se mantenga en diálogo con el pensamiento filosófico internacional, un aspecto esencial en un mundo cada vez más interconectado. La filosofía ha sido históricamente una disciplina de intercambio cultural, donde los conceptos y teorías de diferentes partes del mundo se han influido mutuamente, y en este contexto, México tiene mucho que aportar y aprender. Además, la creación de nuevas universidades y programas enfocados en la filosofía permitiría diversificar las perspectivas y voces dentro del campo, enriqueciendo el pensamiento filosófico tanto en el ámbito nacional como en el internacional.
El Día Mundial de la Filosofía nos invita a reflexionar sobre el papel esencial que juega esta disciplina en la vida de las personas y en la construcción de una sociedad más justa y consciente. En México, y en especial en la Ciudad de México, donde la filosofía es un derecho constitucional, esta celebración debería recordarnos la importancia de asegurar el acceso a la educación filosófica para todos, desde la infancia hasta la adultez. La filosofía no es solo una materia académica; es una herramienta que nos permite entender el mundo, cuestionar nuestras creencias y tomar decisiones informadas y éticas.
Para que este derecho se traduzca en una realidad tangible, es crucial que existan más escuelas y universidades que ofrezcan programas de filosofía, formando ciudadanos críticos, responsables y empáticos. La filosofía, como ha demostrado a lo largo de la historia, es esencial para el desarrollo humano y debe ocupar un lugar central en nuestro sistema educativo y en nuestras vidas. Celebrar el Día Mundial de la Filosofía es recordar que esta disciplina nos pertenece a todos y que, al fomentar su enseñanza y su práctica, estamos contribuyendo a la construcción de un México más justo, informado y pacífico.