Cada 1 de diciembre, el Día Mundial del SIDA busca visibilizar la lucha global contra esta epidemia, apoyar a las personas que viven con VIH y recordar a quienes han fallecido por causas relacionadas con esta enfermedad. La campaña está alineada con los objetivos de la ONU y ONUSIDA, cuyo propósito es erradicar el SIDA como amenaza para la salud pública en 2030, reduciendo las desigualdades y garantizando el acceso universal al tratamiento.
México Social / Redacción
La Declaración Política sobre el VIH y el SIDA (2021) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) guían la respuesta global. Estos comprometen a los gobiernos a reducir las nuevas infecciones y erradicar la discriminación hacia personas con VIH, asegurando la accesibilidad a los tratamientos antirretrovirales. Asimismo, ONUSIDA destaca la importancia de eliminar estigmas y barreras estructurales que impiden la inclusión y atención integral.
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Según el Panorama Epidemiológico del VIH y SIDA 2023 de la Secretaría de Salud, en México se han registrado 369,626 casos acumulados de VIH y SIDA desde 1983. La epidemia es concentrada, afectando especialmente a poblaciones clave como hombres que tienen sexo con otros hombres, personas transgénero, usuarios de drogas inyectadas y trabajadores sexuales. En 2023, los estados con mayor número de casos acumulados fueron Ciudad de México, Veracruz, Estado de México, y Jalisco, lo que refleja una alta prevalencia en zonas con mayor densidad poblacional y retos socioeconómicos.
El INEGI reporta que, entre 2014 y 2023, la mortalidad por SIDA ha presentado fluctuaciones. En 2022, Veracruz registró el mayor número de defunciones (605), seguido por la Ciudad de México (444) y Jalisco (371). La mortalidad más alta por SIDA tiende a concentrarse en estados del sur, como Chiapas, Oaxaca y Guerrero, donde los servicios de salud son menos accesibles y persisten barreras sociales y culturales para la prevención y tratamiento.
A pesar de los avances, persisten desafíos. En México, solo el 64% de las personas diagnosticadas con VIH acceden al tratamiento antirretroviral, y el estigma sigue siendo una barrera crítica para muchas personas. Las campañas de educación sexual integral son fundamentales, ya que las desigualdades en el acceso a la información y servicios siguen contribuyendo al aumento de casos, especialmente entre poblaciones jóvenes.
ONUSIDA enfatiza que, para alcanzar las metas de 2030, es esencial mejorar la prevención mediante diagnósticos tempranos y garantizar el acceso universal al tratamiento, sin discriminación. La inversión en políticas públicas inclusivas será clave para reducir las desigualdades estructurales que agravan la epidemia.
El Día Mundial del SIDA es una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y logros en la lucha contra esta enfermedad. En México, garantizar el acceso al tratamiento, promover campañas de prevención y combatir la discriminación son pasos esenciales para poner fin a esta epidemia. El compromiso conjunto entre gobierno, sociedad civil y organismos internacionales será determinante para asegurar que ninguna persona quede atrás.
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