El feminismo es una linterna, su luz es la justicia que ilumina las habitaciones oscurecidas por la intolerancia, los prejuicios y los abusos¨, nos ha enseñado Nuria Varela para reflexionar sobre los espacios que deben llenarse de igualdad, no discriminación y no violencia.
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Desde las reivindicaciones iniciales del feminismo el grito al llamado de la conciencia de género sigue vivo y despierto. El reconocimiento a la igualdad de nuestra inteligencia y capacidad, las ideas fundacionales del derecho a voto, la reforma a la institución del matrimonio y el acceso a la educación empaparon las banderas de las mujeres a partir de finales del siglo XVIII.
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El siglo XIX abrió el debate con exigencias para alcanzar nuestra ciudadanía y lanzó la petición social dirigida para cambiar costumbres y los principios compartidos de la moral. Los derechos civiles y políticos (el voto, el derecho a elegir y ser elegidas, la afiliación a organizaciones políticas), nuestra educación universitaria, el derecho al trabajo y a la igualdad laboral fueron la base de la segunda ola feminista para cobrar noción de la dominación patriarcal.
¨Lo personal es político¨ repetía el feminismo haciendo eco de Kate Millet para cuestionar desde lo más profundo de nuestra intimidad, la relación con nuestro cuerpo, en la que también discurre la opresión. El siglo XX con la tercera ola del feminismo propuso la redefinición de ideas como la condición de la mujer, la sexualidad, el género, la belleza, la masculinidad y la feminidad para vindicarnos contra el estereotipo sexual de la mujer, contra la violencia en razón de género, para deconstruir la relación que se había imaginado socialmente entre el sexo biológico, el rol social del género y el deseo sexual.
La cuarta ola del feminismo- la de la globalización, las redes sociales y el activismo digital- ha generado nuevos escenarios de denuncia, visibilización y movilización social. Ha exhibido las carencias y necesidades que enfrentamos las mujeres en el mundo especialmente en pandemia por COVID-19. El reconocimiento a las minorías, la comprensión y defensa de la diversidad de orientaciones sexuales e identidades de género, los nuevos lenguajes y formas de aproximación al género, #NiUnaMenos, #8M y #DíaNaranja, mantienen los focos de alerta sobre la desigualdad para no soltar el cuestionamiento sobre el sentido de la (in)justicia en nuestras sociedades especialmente en el aquí y ahora.
A más de un año y medio del inicio de la pandemia de COVID-19, la igualdad de género está en franca incertidumbre [1]. El mundo del trabajo ha empeorado. Las mujeres hemos visto pérdidas desproporcionadas de empleo e ingresos. Muchas mujeres continúan trabajando en la primera línea, manteniendo los sistemas de atención, las economías y las sociedades, mientras que a menudo también realizan la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerados [2].
Hoy #DíaNaranja, hacia una recuperación con inclusión de género, es necesario retomar la agenda del feminismo, no solo como discurso, sino como acción para la igualdad. Es imperativo incidir sobre el carácter estructural de las desigualdades de género y exponer las fragilidades de las respuestas gubernamentales, que ya eran nudos de inequidad antes de la pandemia [3]. Es imprescindible volver a elevar las voces del feminismo ante el imaginario social que nos sigue ubicando a las mujeres en lugares inmerecidos y de empequeñecimiento en las escalas de la justicia del reconocimiento, la redistribución y la representación. La lucha feminista persiste como faro mostrando que una economía del cuidado, el acceso universal a servicios integrales de protección social adecuada para todas nosotras, la igualdad en la remuneración del trabajo y nuestra participación en la toma de decisiones siguen siendo algunas de las vías para mitigar toda forma de asimetría de poder y de violencia de género. Para ello, el activismo grita fuerte: “Pinta el mundo de naranja: ¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!”.
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Referencias
[1] UN Women response to COVID-19 crisis. Recuperado de internet de https://www.unwomen.org/en/news/in-focus/in-focus-gender-equality-in-covid-19-response/un-women-response-to-covid-19-crisis
[2] International Labour Organization (2021). Building Forward Fairer: Women’s rights to work and at work at the core of the COVID-19 recovery. Recuperado de internet de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/@dgreports/@gender/documents/publication/wcms_814499.pdf
[3] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Measures and actions promoted by the Governments of Latin America. Recuperado de internet de https://www.cepal.org/sites/default/files/events/files/220222_documento_mapeo_medidas_covid-19_rev_dag_eng.pdf