El gobierno cambia y manipula los discursos como quiere, eso lo sabemos todos.
Y aunque es una herramienta política, hay veces, como cuando el Presidente durante sus discursos habla de violencia y cuando es violento con lo que dice, que la cosa va más allá, que los discursos dejan de ser herramienta y empiezan a ser amenaza.
Puedes seguir al autor Fernando Székely Aburto en Twitter @Szekelyaburtoro La ilustración del texto es de Pía Álvarez
AMLO, atrincherado en su podio mañanero, quiere evitar la crítica y la responsabilidad, controlar lo que se dice, administrar y ser fuente de datos y, básicamente, protegerse él.
Los discursos se alteran como más le conviene al poder, y la última consecuencia es la perpetuación.
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La manipulación.
Andrés Manuel trastorna, confunde y manipula la información.
La cosa está así: la tasa de homicidios iba a la baja con Zedillo y Fox, pero con Calderón explotó, con Peña bajó levemente y luego volvió a subir, y con AMLO se ha mantenido donde la dejó el viejo orden . Se ha mantenido en un número ridículamente alto.
En la mañanera lo cuestionan (milagro) sobre la violencia que hay acá. Contesta: “yo tengo otros datos” .
Luego celebra que las tasas ya no crecen, que se han mantenido. Y claro que esto, que se mantengan, es un puro fracaso, pero el poder, alterando arbitrariamente los discursos, los convierte en victoria.
Dice que ha avanzado contra los feminicidios porque en esa columna ha habido una disminución marginal en los números.
Primero, los números importan una nada porque si pasa una vez ya pasó demasiadas. Pero además la cifra sigue siendo una locura de lo alta: 432 mujeres fueron asesinadas por su género de enero a mayo . Los feminicidios han crecido un 7% en 2021.
El presidente quiere que celebremos con él que ‘ya no pasa tanto’ o ‘que pasa un poquito menos’.
Cuando habla de ‘abrazos, no balazos’ también cuatrapea el asunto.
Yo estoy de acuerdo con la idea en abstracto (y creo que muchos mexicanos también) de que tiros no apagan tiros.
Pero ‘abrazos, no balazos’, no ha sido buscar formas alternativas para eliminar la violencia o el crimen organizado.
En Aguililla, por ejemplo, ha sido inactividad y negligencia lo que debería ser redoblar esfuerzos positivos, empatizar, intentar todo lo que no se ha intentado.
El presidente le tira a cualquiera que no le compre el juego y dice que su oposición quiere ver correr más sangre, que no está de acuerdo con su estrategia.
Pero no es por la ideología o la estrategia, es porque la oposición (y yo también) considera que no hay estrategia en la impasividad.
La perpetuación.
Justo porque es tan grave la situación necesitamos que el que gobierna sistemáticamente se oponga a la agresividad, a los ataques, al odio.
La manipulación del discurso hace que la violencia se perpetúe.
Cuando habla del periodismo en el ‘Quién es quién de las mentiras’, lo único que está haciendo es redirigir el odio y el miedo de un país dolido hacia un sector de la población que no necesita más amenazas o problemas.
Desde hace rato México es uno de los países más inseguros para entrarle al periodismo, y 2020 fue el peor año.
Fue el peor año porque el discurso violento y el discurso sobre la violencia que usa el Presidente dio a entender que estaba bien atacar periodistas, que su vida valía menos que la reputación del líder.
Lo mismo pasa con el discurso de clases. En México tenemos una epidemia de pobreza y desigualdad, y por eso también de discriminación, de inconformidad, racismo sistemático y frustración.
Y AMLO siempre ha sido bueno para capitalizarlo en odio y otra vez usarlo para irse contra su oposición.
Es usar nuestra frustración y nuestra inconformidad para dividirnos.
Cuando dice que los que no entienden su gobierno son los que tienen licenciatura o que ‘no todo el que tiene (dinero) es malvado’ , está apelando a la indignación de la población mexicana, está usando el hecho de que el castillo del que él es rey históricamente ha favorecido a unos en lugar de otros, y está manipulando a los otros para irse contra los unos.
¿Cuándo vamos a aprender a soportarnos, a empatizar, a dejarnos vivir si el tipo que nos gobierna quiere que nos peleemos entre nosotros?
Todo esto, la perpetuación y la manipulación, le sirven al Presidente para protegerse, y a nosotros nos deja viviendo en un país medieval en donde nos matamos como moscas.
Son procederes malignos los de ese tipo cuando habla. Se apropia de los traumas de la población y los usa para crear más traumas.
Andrés Manuel, debe darse cuenta de que esto no se trata de él, que nunca le han matado una hija o una hermana. Entiende que tú eres privilegiado y ponte a ayudar a los que te necesitan, que ahora tu vida la tienes que vivir en servicio de ellos.
En vez de tratar de convencernos de que nada es tu culpa, ponte a resolver los problemas de este país que se está desangrando.
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