El Módulo sobre Eventos Culturales Seleccionados (MODECULT) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía mostró, en este año, que 60.1% de la población de 18 años o más de edad asistió a algún evento cultural en el año anterior a septiembre de 2016, en tanto que 39.9% no asistió a ningún evento cultural en un año.
El evento cultural al que la población mexicana asiste principalmente es a la proyección de películas o cine, con 84.7% de las personas encuestadas. En segundo lugar, 46.4% de la población mexicana asistió a conciertos o presentaciones de música en vivo. En tercer lugar y con un porcentaje menor, 26.3% de la población asistió a exposiciones. En cuarto lugar, 23.8% de mexicanos asistieron a obras de teatro y 23.1% a espectáculos de danza. En general, también el cine es el evento que presenta mayor frecuencia de asistencia de las personas, pues 57.2% mencionó haber asistido 4 o más veces en un año.
De acuerdo con la misma encuesta, los espectáculos artísticos de danza y exposición tuvieron los menos altos porcentajes de atracción para la población, pues, para ambos casos, más de 70% de las personas indicaron tener poco o nada de interés en ellos. De la población de 18 y más años de edad que asistió a eventos culturales, 54.1% recibió estímulos en la infancia para asistir a estos eventos en el hogar y en la escuela, en tanto que 26.3% lo recibió sólo en la escuela y 5.5% lo recibió exclusivamente en el hogar. 14.1% de esta población no recibió ningún estímulo en su vida para asistir a eventos culturales o artísticos.
De acuerdo con el artículo 4° de la Constitución Mexicana, toda persona tiene derecho al acceso a la cultura y al disfrute de los bienes y servicios que presta el estado en la materia, así como al ejercicio de sus derechos culturales. Asimismo, el Estado debe promover los medios para la difusión y desarrollo de la cultura, atendiendo a la diversidad cultural en todas sus manifestaciones y expresiones. Es fundamental que el consumo cultural en México sea incentivado, pues existe un contexto de violencia, pobreza y desigualdad, frente al cual la cultura es una forma de ofrecer a la población opciones para salir de las espirales de exclusión, agresividad e inequidad; a través de la adquisición de conocimiento y el aprendizaje.
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