por Víctor García
Los avances vertiginosos sucedidos en la medicina del último siglo han dado lugar a cambios muy importantes en los enfoques de formación y atención médica en nuestro país. Esto debiera convertir a los médicos en profesionales más preparados que brinden servicios de calidad, y a los pacientes en personas más conocedoras de su enfermedad, más responsables del autocuidado, con el consecuente incremento en la calidad de los servicios de salud.
Desafortunadamente no ha ocurrido así debido a que simultáneamente ha habido un deterioro de la relación médico-paciente y problemas en las instituciones de salud, por lo que se han descuidado aspectos esenciales de la práctica médica, como una buena clínica, la imagen del médico que le inspire confianza y seguridad, el respeto a los principios éticos de la práctica médica y la competencia profesional de los mismos. Como se puede percibir, es un problema multicausal, sin embargo, en la AMFEM estamos conscientes de esta gran responsabilidad y hemos trabajado y lo seguiremos haciendo para propiciar la mejora continua de los procesos de formación de los médicos, por ello, en este documento enfocaremos la atención en el estado actual y perspectivas de las Escuelas y Facultades de Medicina de México.
Como antecedente, debemos mencionar que la educación médica contemporánea en México tiene su origen en la escuela norteamericana que introdujo formalmente el estudio de las ciencias básicas en el currículum y la orientación científico-tecnológica en la práctica clínica. La introducción del modelo norteamericano desplazó gradualmente a la escuela francesa en donde la figura del maestro clínico fungía como eje de la educación médica. Esto es, desplazó el acento que estaba colocado en la práctica clínica, hacia el conocimiento básico ligado a los medios de diagnóstico proporcionados por la tecnología.
Por esta razón a las instituciones educativas les ha significado un reto el que sus planes y programas de estudio sean congruentes y coherentes para las distintas etapas de formación, las cuales incluyen los siguientes niveles académicos y procesos correspondientes entre paréntesis: licenciatura (ingreso, egreso, titulación); especialización (Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM)); Programas de Educación Médica Continua (médicos generales y especialistas); y Posgrados (maestrías o doctorados, que no serán tema de este artículo).
Un aspecto común, emanado del contexto de mundialización de la medicina, es la calidad de los procesos y productos, esto es, que una escuela o facultad cuente con los mínimos elementos que garanticen que la formación de sus médicos les permitirá un ejercicio profesional en la misma línea.
Los primeros pasos para definir los criterios mínimos de calidad se dieron a finales de los años ochenta y principios de los noventa del siglo pasado en el seno de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina (AMFEM, AC), la cual estructuró el “Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Médica”, los cuales fueron aplicados a numerosas escuelas hasta el año 2000, en que se creó el Consejo Mexicano para la Acreditación de la Educación Médica (COMAEM), organismo que hasta el día de hoy se encarga de la Acreditación en México.
Para la AMFEM resultó preocupante el lento avance en la consolidación de una cultura de calidad en la formación médica. Considerando que quien dinamiza los procesos de formación en las instituciones educativas son los profesores y estudiantes, se elaboró y firmó por los asociados el documento denominado “Perfil por competencias del Médico General Mexicano 2008” como una propuesta para orientar la formación médica hacia las competencias profesionales. De igual manera se creó el “Perfil por competencias del docente de Medicina”.
Ante este escenario, la alternativa es trabajar como médico general, lo cual no es un proceso fácil, ya que, según los datos reportados por el sector salud, es todavía un porcentaje bajo el de los médicos que han sido contratados por el mismo, por lo que hay desempleo, subempleo o actividades diferentes a la profesión como alternativa.
En este escenario, los retos principales para la educación médica son los siguientes:
a) Consolidar los procesos de acreditación y la mejora continua en escuelas y facultades de medicina, para lo cual estamos trabajando conjuntamente con el COMAEM en la reestructura de los estándares de calidad, al mismo tiempo que asesorando a las instituciones educativas para autoevaluarse con el rigor metodológico correspondiente
b) Elaborar conjuntamente con el sector salud un proyecto de atención primaria a la salud en el que las escuelas, a través del trabajo comunitario, la investigación y la docencia puedan constituirse en el eslabón entre la población mexicana y los servicios de salud y donde la figura del médico general se dignifique y encuentre posibilidades de desarrollo personal y profesional, definiendo, además, las necesidades de personal médico a futuro
c) Consolidar escenarios apropiados para la internacionalización de la educación médica
d) Estrechar las relaciones con las Comisiones Interinstitucionales para la Formación de Recursos Humanos en Salud, a nivel federal y de los estados, para la aplicación de los criterios de calidad en la apertura de nuevas escuelas de medicina
e) Consolidar la participación en las especializaciones y posgrados médicos, así como en las actividades de educación médica continua encaminados a los procesos de certificación
Todo ello sólo será posible si articulamos los esfuerzos de diversos actores, desde el poder legislativo, los tres niveles de gobierno, el sector salud, el sector educativo nacional, la sociedad mexicana y las escuelas y facultades de medicina.
Víctor García Presidente de la AMFEM. Es Médico egresado de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala UNAM, y Maestro en Ciencias con especialidad en Fisiología Celular y Molecular por el CINVESTAV IPN. garciaacosta@gmail.com |
Las pastorelas, una de las tradiciones más icónicas de la Navidad en México, son mucho…
Las historias no son totalmente ciertas o falsas, se nutren entre verdades, perdidas entre recuerdos…
La Navidad, con su mensaje de esperanza y renovación, ha inspirado a artistas mexicanos a…
Le consultamos a ChatGPT cuáles son los seis platillos más populares que se preparan en…
El pasado martes 17, la inteligencia mexicana perdió a un extraordinario exponente al sobrevenir el…
Los villancicos forman parte esencial de la tradición navideña en México, mezclando elementos religiosos y…
Esta web usa cookies.