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Agua en la CDMX: ¿escasez o mala gestión?

Durante el mes de diciembre, se reportaron diversos problemas con el suministro de agua que afectaron, particularmente a algunas colonias de la Alcaldía Gustavo A. Madero donde la población se quedó sin este vital recurso por hasta tres semanas. Al respecto, el pasado 10 de enero la Comisión Permanente del Congreso Local aprobó un punto de acuerdo para exhortar al titular del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX) a dar una explicación por la escasez de agua en la Alcaldía Gustavo A. Madero, así como a restablecer lo más pronto posible el suministro. En respuesta el SACMEX informó que el problema está relacionado con la falla en los pozos de Ecatepec debido al robo de transformadores eléctricos que suministran energía a los mecanismos, y a una fuga en una tubería de Eje Central y Poniente 120, colonia Panamericana.

Escrito por: Blanca Elena Gómez García

Las colonias afectadas fueron Guadalupe Tepeyac, San Felipe de Jesús, Industrial, San Juan de Aragón secciones 1, 2 y 4, Guadalupe Insurgentes, Nueva Atzacoalco, Cuchilla la Joya, Lindavista, Magdalena de las Salinas, Panamericana, además de la Zona de Hospitales, Héroes de Nacozari y Guadalupe Victoria.

El estrés hídrico que enfrentamos no es un tema nuevo, llevamos ya varios años lidiando con ello. Según datos de UNISEM, México se encuentra en la categoría de estrés alto, pues su población consume entre 40% y 80% del agua disponible en un año. Quince estados del Norte y Centro de México, caen dentro de la categoría de estrés hídrico extremadamente alto, ya que consumen entre el 80% y el 100% del agua disponible cada año. Entre los estados más vulnerables a las crisis del agua, se encuentran Baja California Sur, Guanajuato, Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México, Querétaro, Hidalgo, Chihuahua, Zacatecas, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Morelos, Jalisco y Tamaulipas.

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La Ciudad de México (CDMX), es una de las ciudades más grandes del mundo, y la escasez de agua representa un problema multifactorial. Sin duda, el problema está relacionado con el incremento sustantivo de la población urbana, la necesidad incremental de agua por parte de diferentes industrias y la escasez del recurso producto del agotamiento de los acuíferos, pero a lo anterior además hay que sumarle una mala gestión del recurso, ya sea por la deficiente infraestructura que favorece el desperdicio del agua, o por la falta de seguridad en las centrales de operación que facilita el robo de insumos vitales para garantizar el suministro.

Tres fuentes alimentan el suministro de agua en la CDMX: 71% proviene de aguas subterráneas, 26.5% del Río Lerma y Cutzamala y 2.5% del Río Magdalena. Según ha informado en diversas ocasiones el SACMEX, el agua que proviene del Cutzamala es una de las caras del mundo por el mantenimiento contante que requiere el sistema. A lo anterior, habría que sumarle la escasez del agua por gestión del líquido que viven las poblaciones aledañas a las caudales de agua que alimentan el sistema.

Aunado a lo anterior, aunque el SACMEX cuenta con un sistema atención a los usuarios, el teléfono provisto no funciona, y el reporte a través de su página de internet y redes sociales es muy deficiente. El protocolo de atención consiste en brindar datos sobre la ubicación de tu vivienda, se levanta un reporte que es refrendado cada semana a petición del afectado, pero en algunos casos la atención nunca llega, incluso se proporciona un número para poder acceder al servicio de pipa gratuito, pero de la misma manera la atención es limitada y no llega a todos los hogares que carecen del servicio del vital líquido.

Si bien todas las alcaldías resultan afectadas, son, irónicamente, la más afectadas aquellas con más población, más pobreza, y donde la desigualdad es evidente. Iztapalapa, Tláhuac, y Gustavo A. Madero sufren continuamente el desabasto de agua, esto ha tenido implicaciones económicas severas pues el grueso de los habitantes de estas colonias depende de pipas privadas para tener accesos al agua. Aunado a lo anterior, se ha incrementado el uso de aguas contaminadas que no son aptas para el consumo humano, lo que ha incrementado la prevalencia de enfermedades gastrointestinales.

Sin solución aparente, el problema se replica año con año, cada vez agravándose más la tendencia, es urgente que las autoridades pongan atención en este problema que está afectando el derecho al agua y saneamiento básico que tenemos todos como seres humanos, además deben tomarse acciones concretas para garantizar que las generaciones futuras tendrán acceso a este vital recurso, de no tomar cartas en el asunto, sin lugar a duda se convertirá en un detonante de conflictos sociales que podrían poner en riesgo la seguridad pública en nuestro país.

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