por Mario Luis Fuentes
En los últimos siete años han fallecido, en promedio, 7,458 mujeres por cáncer en alguna zona de los órganos genitales, cifra equivalente a 20 casos por día. Destaca que al contrario de la tendencia de mortalidad general por cáncer, la causada por cáncer de cérvix se concentra en las entidades más pobladas, pero sobre todo en las entidades con mayor porcentaje de personas en pobreza. Se trata de un signo inequívoco de inequidad de género
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dedicó este año el Día Mundial contra el Cáncer a promover la prevención de cáncer de cérvicouterino. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en América Latina cada año son diagnosticada más de 72 mil personas, y también anualmente fallece un promedio de 34 mil mujeres por tumores malignos en el cuello del útero o la cavidad intrauterina.
De manera afortunada, ya existe vacuna para prevenir e cáncer de cérvix, el cual es generado primordialmente por el Virus del Papiloma Humano (VPH), el cual se contagia también fundamentalmente por contacto sexual; siendo además uno de los de más difícil detección temprana pues la infección que genera es asintomática en la gran mayoría de los casos.
La OMS recomienda vacunar a las niñas y adolescentes entre los 9 y los 14 años de edad; sin embargo, la cobertura de vacunación en la región no llega aún al 80%; meta que debe alcanzarse de manera acelerada si es que quiere alcanzarse la meta de reducir en 30% el número de casos anual proyectado hacia el año 2030 como parte de las Metas del Desarrollo Sostenible.
LA SITUACIÓN EN MÉXICO
De acuerdo con las estadísticas de mortalidad del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en México han fallecido, entre los años 2001 y 2017, un total de 1,251,017 personas; esto equivale a un promedio anual de 73,589 casos por año, aunque debe decirse que esta cifra debe ser tomada con cautela, pues la tendencia es aceleradamente creciente.
En efecto, entre los años 2001 y 2010, el promedio anual de casos se ubicó en 66,877, con un acumulado en esos diez años de 668,770 casos. En contraste, en el periodo del 2011 al 2017, el promedio anual es de 83,178 defunciones por tumores malignos, con un acumulado en los siete años transcurridos de la presente década, de 587,247. Así, de continuar la tendencia, esta década podría llegarse a casi 900 mil defunciones por tumores malignos.
Es de destacarse que en el caso de la mortalidad por cáncer, su tendencia coincide con la distribución demográfica del país; es decir, las entidades más pobladas son las que concentran el mayor número de casos. Así, la Ciudad de México es la entidad con mayor número de casos registrados en el periodo, con un total de 174,536 casos entre 2001 y 2017. En segundo lugar se ubica el estado de México con 108,401 casos; en tercer sitio se ubica el estado de Veracruz, con 92,804; en cuarto el estado de Jalisco, con 92,401; les sigue Nuevo León, con 60,404 casos; luego Puebla con 56,770; y posteriormente Guanajuato, con 51,453 defunciones acumuladas por tumores malignos.
Debe señalarse al respecto que, a diferencia de la tendencia general de mortalidad por tumores malignos, la distribución de las defunciones por cáncer de los órganos genitales femeninos, predominantemente el cáncer de cérvix, incluye entre los estados con más casos a entidades con altas proporciones de pobreza. En efecto, en el mismo periodo del 2001 al 2017, se han registrado 117,800 casos de cáncer maligno en los órganos genitales femeninos, lo que implica un promedio de 6,929 casos anuales. Sin embargo, si se compara ese promedio anual con el de los últimos siete años (2011 al 2017), el indicador para éste último periodo es de 7,458 casos anuales.
En el caso del cáncer de los órganos genitales femeninos, la entidad que registra mayor número de casos es la Ciudad de México, con 15,626 casos; le sigue el Estado de México, con 11,111 casos; en tercer sitio está Veracruz, con 10,218 casos; en cuarto sitio está Jalisco, con 7,497; le sigue Puebla con 5,862; enseguida Chiapas, con 5,063 casos acumulados; luego Guanajuato, con 4,736; Michoacán con 4,620; y Oaxaca con 4,546.
POBREZA
Es interesante observar que a nivel nacional, el porcentaje de defunciones por cáncer de los órganos genitales femeninos, respecto de la mortalidad total por tumores de cáncer, equivale al 9.4% del total. El indicador es importante, porque no debe olvidarse que la mortalidad por cáncer de cérvix es exclusivamente femenina, por lo que una mayor o menor proporción de estos casos, respecto del total de las registradas en la entidad, sí puede ser un indicador fuerte de desigualdad social; pero sobre todo de inequidad de género.
Así, hay 17 entidades en las que se rebasa el promedio nacional. En primer lugar, se encuentra Quintana Roo, con una carga de 12.5% de defunciones por cáncer de órganos genitales femeninos, respecto de las defunciones por cáncer registradas en la entidad. En segundo lugar se encuentra Chiapas, con 11.6%, seguido de Oaxaca, con 11.5% y de Guerrero con 11.2%; les siguen Veracruz y Morelos, con 11% cada uno de ellos; Colima y Campeche con 10.7%, respectivamente; Tlaxcala con 10.6% y Puebla con 10.3%.
*Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 05-febrero-2019, p12.