El comercio internacional perdió dinamismo en el 2022

Durante 2020, el comercio internacional de bienes sufrió una caída de 5% debido a la crisis sanitaria por COVID-19, para el año 2021 el comercio logró recuperarse de forma fortuita y tuvo una expansión de 9.8% (la más alta desde 2010). Las previsiones del crecimiento para el comercio internacional de bienes para el año 2022, se posicionaron en 4.7%, equivalente al doble de la tasa media de crecimiento del comercio mundial de bienes en la última década. Las expectativas pronto fueron opacadas por el estallido del conflicto entre la Federación Rusa y Ucrania en febrero de 2022.

Redacción México Social / Daniela Flores

El volumen del comercio internacional registró una pérdida de dinamismo en marzo y abril, lo que llevó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) a rebajar sus proyecciones de crecimiento para 2022 al 3%.

En agosto de 2022 el comercio internacional continúo creciendo a una tasa interanual de dos dígitos, lo que es explicado principalmente por el componente precio, influido por la subida en el precio de los alimentos, combustibles y fertilizantes, que ya habían tenido una tendencia al alza en 2021, la cual se intensificó tras el estallido del conflicto en Ucrania.

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La Federación de Rusia y Ucrania de forma conjunta representan el 1.9% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y el 2.5% de las exportaciones mundiales de bienes, tienen un gran peso en el abastecimiento de cereales y oleaginosas. La Federación de Rusia es uno de los abastecedores principales de fertilizantes, metales, petróleo y gas, en 2021 fue el principal exportador internacional de fertilizantes, con una participación del 15%, así como el país de origen del 25% y el 39% de las importaciones de petróleo y gas natural de la Unión Europea.

En 2020, el 28% de las exportaciones mundiales de trigo, el 15% de las de maíz y alrededor de 60% de los aceites de girasol tuvieron como países de origen a Rusia y Ucrania.

La Federación de Rusia recibió múltiples sanciones por parte de los Estados Unidos, la Unión Europea y otras economías, esto sumado al cierre de los puertos ucranianos del Mar Negro hasta agosto de 2022 y la prohibición de exportar trigo decretada en mayo por la India (el segundo productor  mundial con 90 millones de toneladas anuales), ha provocado afectaciones en las cadenas de suministro internacional de cereales, oleaginosas, combustibles y fertilizantes, que se ha reflejado en fuertes alzas de los precios. A mediados del segundo trimestre de 2022, los precios de los productos han revertido su alza inflacionaria, sin embargo, estas subidas de precios iniciales reforzaron las presiones inflacionarias que habían iniciado en 2021, como consecuencia de la liquidez generada por los programas de estímulo fiscal y monetario adoptados para enfrentar la crisis económica debido al cese de actividades por la pandemia.

La inflación asociada al conflicto entre Ucrania y la Federación de Rusia y los cuellos de botella en las cadenas de suministro ha perjudicado a Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido que han alcanzado máximos históricos en sus tasas inflacionarias, en al menos los últimos 30 años. Las economías emergentes también han registrado tasas interanuales de inflación superiores al 7%.

Las economías emergentes y avanzadas han tomado medidas de política monetaria restrictiva con aumentos sucesivos de los tipos de interés de política monetaria, lo que ha frenado la actividad económica y ha afectado el dinamismo del comercio internacional.

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