La migración mexicana y, en general, la latinoamericana, se ha constituido como un proceso muy intenso a partir de 1990. El tema de la migración es de suma relevancia porque determina no sólo la estructura demográfica mexicana, sino también la norteamericana.
Resulta innegable que hoy la primera minoría poblacional no afrodescendiente en Estados Unidos es la mexicana, pues de acuerdo con el Banco Mundial, 17.64% de la población de dicho país es de origen hispano, y de ésta, 63% es mexicana.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, en 2015, último año evaluado, el Saldo Neto Migratorio mostró que tuvimos una pérdida neta de población, de aproximadamente 22.3 personas por cada 10 mil habitantes. Esto significa que emigraron más personas de las que inmigraron a nuestro país.
No obstante, los datos del INEGI también muestran que la tasa de migración internacional descendió en un 43.5% para el periodo de 2008 a 2015, al haber pasado de una tasa de 64.1 personas emigrantes por cada 10 mil habitantes en 2008, a un indicador de 36.2 personas emigrantes por cada 10 mil habitantes en el país.
Esta tasa implica que, considerando que tenemos una población de 122 millones de habitantes, una suma de aproximadamente 441 mil personas emigraron de México hacia el exterior.
Uno de los patrones que caracterizan a la migración internacional mexicana es que quienes emigran son, mayoritariamente, jóvenes en plena edad productiva. En 2008, los registros del INEGI muestran que la edad mediana del mexicano emigrante fue de 26.2 años, en 2009 y 2010 se ubicó en 27.6 años, y para 2015 mostró un descenso muy importante a 24.9 años.
Un dato fundamental que caracteriza a la migración internacional mexicana es que, ante la incapacidad de la economía nacional de generar empleos suficientes, bien remunerados y que den acceso a la seguridad social, las personas deciden buscar mejores oportunidades mayoritariamente en busca de un empleo. Así, en 2015 60% de los migrantes salió del país por esta causa.
Asimismo, cada vez emigra población con mayor nivel educativo. La proporción de emigrantes internacionales con nivel de escolaridad media superior y superior, aumentó en el periodo 2008 a 2015, pues pasó de 27.1% a 35.9 por ciento. Estudiar la dinámica migratoria de nuestro país en el mundo es fundamental para hacer frente no sólo al difícil contexto en relación con la política antimexicana de Estados Unidos, sino para atender nuestros problemas internos y evitar una crisis migratoria.
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