por Mario Luis Fuentes
En 2016 fallecieron más de 105 mil personas a causa de la diabetes mellitus, tipo II; también fallecieron más de 135 mil a causa de las enfermedades hipertensivas y del corazón. El número de casos diagnosticados hasta la semana 43 del 2017 por diabetes, obesidad, anorexia, bulimia y otros trastornos, así como por desnutrición severa, supera en más de 30% lo registrado en 2016. Urge hace mucho más. @MexicoSocial_ Es duro decirlo, pero la realidad es ésta: tomando como referencia a la Organización Mundial de la Salud OMS, México puede ser considerado como un país mayoritariamente malnutrido. En efecto, la OMS define a la malnutrición como: “Las carencias, los excesos o los desequilibrios de la ingesta de energía y/o (sic) nutrientes de una persona. El término malnutrición abarca dos grupos amplios de afecciones. Uno es la «desnutrición» —que comprende el retraso del crecimiento, la emaciación (peso inferior al que corresponde a la estatura), la insuficiencia ponderal (peso inferior al que corresponde a la edad) y las carencias o insuficiencias de micronutrientes. El otro es el del sobrepeso, la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con el régimen alimentario (cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes y cánceres). En esa lógica, a los datos recientemente presentados por la OCDE respecto de una prevalencia de alrededor del 73% de personas con obesidad o sobrepeso en el país, deben sumarse las siguientes, que justifican la atinada emergencia epidemiológica emitida recientemente por la Secretaría de Salud.
DIABETES: EL ASCENSO CONTINÚA
De acuerdo con el Boletín Epidemiológico de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, entre el año 2016 y lo que va de este 2017 se ha registrado un incremento en el número de casos detectados o diagnosticados con diabetes mellitus tipo II. En efecto, el año pasado hubo 307 mil 247 casos diagnosticados, mientras que hasta la semana 43 de este 2017 se habían contabilizado ya 335 mil 134 casos. De continuar la tendencia de este año, al finalizar diciembre podría llegarse a una cifra aproximada de 405 mil 278 casos, lo que representaría un incremento de 32% en la cifra total de diagnósticos confirmados por este padecimiento. Lo anterior no significa necesariamente que se haya incrementado la prevalencia de la enfermedad, sino que puede deberse a una mejor estrategia de identificación y diagnóstico de la enfermedad; lo cual es relevante dado que, de acuerdo con diversos especialistas, por cada caso confirmado de diabetes podría haber hasta cuatro personas más que la padecen pero que no lo saben. Es interesante observar que en este año hay una incidencia mucho mayor en mujeres que en hombres, pues de la cifra mencionada se han identificado 140 mil 329 casos en hombres y 194 mil 805 casos en mujeres. Así mismo es pertinente subrayar que los estados con mayor número de casos son: Estado de México, con 44 mil 278 casos; Veracruz, con 24 mil 121; la Ciudad de México, con 23 mil 847; Jalisco, con 22 mil 451 casos; Tamaulipas, con 15 mil 983; Baja California, con 13 mil 979; Nuevo León, con 12 mil 882; Chiapas, con 12 mil 665, y Sinaloa, con 12 mil 171.
UNA GRAN CARGA PARA EL SECTOR SALUD
La pandemia de obesidad que se vive en el país no ha logrado contenerse. De acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud, en 2016 se registraron 462 mil 89 casos de atención médica por obesidad. En contraste, hasta la semana 43 de este año se han contabilizado ya 561 mil 300 casos, por lo que al concluir el año podría alcanzarse la cifra aproximada de 679 mil casos. Estos datos son relevantes porque muestran la magnitud del reto en materia de atención y acceso a servicios de salud para atender la problemática; es decir, si la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), y el más reciente estudio de la OCDE muestran una prevalencia de prácticamente tres de cada cuatro adultos con problemas de sobrepeso u obesidad, y al año hay al menos un millón de personas atendidas, el diferencial es enorme y muestra también la importancia de asumir que el reto se encuentra sobre todo en la modificación de los determinantes de la salud.
LA ANOREXIA Y OTROS MALES
Una de las agendas que han perdido presencia en la agenda de discusión pública es la relativa a la salud mental y los trastornos alimenticios. En efecto, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Salud, en el año 2016 hubo un total de 2 mil 6 casos de anorexia, bulimia y otros trastornos de la alimentación. En contraste, para la semana 43 de este año se habían contabilizado 706 casos de hombres y mil 690 casos de mujeres, dando un total de 2 mil 396 casos. De continuar la tendencia, al concluir 2017 podría llegarse a un total aproximado de 2 mil 900 casos, es decir, una cifra 44% superior a la registrada en el año previo.
EL MUNDO DEL HAMBRE
La desnutrición sigue siendo un problema grave en el país. De acuerdo con la Secretaría de Salud, en el año 2016 hubo un total de 4 mil 573 casos atendidos en instituciones de salud, por desnutrición severa, la cual es definida en la NOM-043-SSA2-2012 como la prevalencia prolongada de un “estado en el que existe un balance insuficiente de uno o más nutrimentos y que manifieste un cuadro clínico característico”. En contraste con ese indicador, hasta la semana 43 de este año se han contabilizado 4 mil 673 casos, de los cuales 2 mil 154 corresponden a hombres y 2 mil 519 a mujeres. De continuar la tendencia anualizada, podría llegarse a una cifra aproximada de 5 mil 650 casos, esto es, 24% superior a la registrada en el año anterior. *Columna publicada con el mismo nombre en el periódico Excélsior, 13-noviembre-2017, p.20. /mexicosocial @MexicoSocial_
El viernes pasado de dio a conocer el Informe Anual sobre Pobreza y Rezago Social, 2015, con el propósito de orientar la inversión para la infraestructura social en los Estados. La información oficial muestra, sin embargo, que a pesar de los recursos aplicados en los últimos años las desigualdades y la pobreza persisten, sobre todo ahí, en donde más se invierte. La evidencia sugiere que el problema no son los programas, sino el modelo de desarrollo; y ese es el debate pendiente.