Escrito por 10:00 pm Mundo, Salud

El miedo y los estigmas podrían alargar la pandemia

estigma covid

El Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH-SIDA (ONUSIDA) publicó las nuevas directrices para reducir el estigma y la discriminación en el contexto del COVID-19, con base en la experiencia con el VIH.

Esta guía brinda soluciones para actuar en seis áreas: comunidad, lugar de trabajo, educación, atención médica, justicia y situaciones de emergencia o humanitarias. Entre sus principales recomendaciones se encuentran el apoyo psicosocial a las comunidades y la capacitación en todos los sectores de la sociedad.

Dicho material es necesario para frenar el miedo y el estigma que se ha producido durante la pandemia, ya que estos podrían tener como consecuencia de los pacientes no busquen ayuda y su enfermedad se complique.

“Las personas que han internalizado el estigma o anticipan actitudes negativas tienen más probabilidades de evitar los servicios de atención médica y es menos probable que se hagan la prueba o admitan los síntomas, lo que, en última instancia, enviará la pandemia a la clandestinidad”, alerta ONUSIDA.

En este sentido, señala que la discriminación vivida por pacientes con VIH-SIDA puede servir como referencia para evitar que las personas con COVID-19 vivan lo mismo.

“En algunos países se han utilizado leyes existentes o nuevas legislaciones específicas de COVID-19 para criminalizar la supuesta exposición o transmisión de la enfermedad, dando como resultado el encarcelamiento de más personas en prisiones abarrotadas”, señala el organismo.

Indica también que desde el inicio de la pandemia se han reportado numerosas formas de estigma y discriminación. Estas incluyen las múltiples agresiones físicas y verbales que han sufrido el personal de salud, las personas con COVID-19 o aquellas que ya se han recuperado de la enfermedad.

“A raíz del miedo y la incertidumbre que surgen durante una pandemia, el estigma y la discriminación aparecen rápidamente. Estos son contraproducentes, exponen a las personas a la violencia, el acoso y el aislamiento, impiden que las personas accedan a los servicios de salud y que las medidas de salud pública controlen eficazmente las pandemias”, indica ONUSIDA.

Usar las lecciones aprendidas para no criminalizar el virus

La intención de las nuevas directrices dadas a conocer por ONUSIDA es incidir para bien en las creencias y comportamientos de la sociedad respecto de un padecimiento como el COVID-19.

A través de la difusión de las las experiencias y conocimientos de las personas con VIH-SIDA, se pretende promover el respeto de los derechos humanos y el empoderamiento de las comunidades, evitando la criminalización y el estigma relacionados con el nuevo coronavirus.

Los expertos advierten que en algunos países se han utilizado leyes penales existentes o nuevas legislaciones específicas de COVID-19 para criminalizar la supuesta exposición o transmisión de la enfermedad poniendo a más personas en cárceles abarrotadas, centros de detención y otros entornos cerrados donde el coronavirus se transmite fácilmente.

“El uso de la ley penal u otras medidas represivas injustificadas y desproporcionadas en relación con el COVID-19 está teniendo un impacto devastador en los más vulnerables de la sociedad, incluidas muchas personas que viven con el VIH, exacerbando las desigualdades y perpetuando el estigma”, ha señalado recientemente Edwin J. Bernard, director ejecutivo de HIV Justice Network.

En abril de 2020, luego de una serie de informes de violencia y estigma y discriminación derivados de la implementación de las medidas COVID-19, ONUSIDA comenzó a identificar las acciones necesarias para responder, y en agosto publicó el informe Derechos en una pandemia, que destaca muchos de los abusos de derechos humanos que tuvieron lugar al principio de la respuesta al COVID-19.

Consulta el documento completo de ONUSIDA (en inglés) en:

covid19-stigma-brief_en

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